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La Fórmula E, la carrera del futuro que nació en una servilleta, vuelve más rápida
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COMIENZA LA SEGUNDA TEMPORADA EN PEKÍN

La Fórmula E, la carrera del futuro que nació en una servilleta, vuelve más rápida

Todo comenzó escrito en una servilleta, en una cena en París en la que Alejandro Agag realizó un certero disparo al centro de la diana, donde apuntaban los deseos del presidente de la FIA, Jean Todt.

Foto: Nelson Piquet Jr, actual campeón de la Fórmula E.
Nelson Piquet Jr, actual campeón de la Fórmula E.

Lo cuenta el propio Alejandro Agag: todo empezó escrito en una servilleta. Fue en una cena en París, compartida por el propio Agag, el presidente de la Federación Internacional de Automóvil, y el vicepresidente de la Comisión Europea. En la conversación, este hablaba de cómo la propia Comisión quería apoyar el crecimiento del vehículo eléctrico, y Jean Todt también explicó la política de 'movilidad limpia' que inspiraba su mandato.

Sobre la marcha, Agag escribió en esa servilleta que habría que organizar un campeonato de coches eléctricos. También apuntó que debía conocer el estado de la tecnología, que también era la ruta que estaba siguiendo la industria, y que las carreras tendrían que celebrarse en entornos urbanos. De aquellos apuntes nació la Fórmula E, que el próximo fin de semana comienza su segunda temporada en Pekin.

El campeonato se basa en un modelo de negocio encapsulado en un plazo de cinco años, con un programa de evolución tecnológico progresiva que contribuya a desarrolla la propulsión eléctrica por parte de los equipos intentando, a la vez, mantener el control de costes. En esta segunda edición ya se empieza a abrir la mano técnicamente, y se intentan limar algunas aristas de la primera temporada.

Coches con una sola marcha

¿Cuáles son los principales cambios para la segunda edición de la Fórmula E? Una de las quejas casi unánimes era la poca potencia de los monoplazas eléctricos, situación que se ha modificado en 2015-16. Los monoplazas serán algo más rápidos porque, aunque se mantienen los 200 kilovatios para los entrenamientos, en la carrera se pasa de los 150 a los 170. A pesar de ello, seguirá aùn necesario –y quizás hasta el quinto año- que el piloto cambie de monoplaza durante la prueba. Al durar esta en torno a los 50 minutos, con 170 kw la batería quedará descargada en torno a los 25 minutos, y por razones de seguridad no pueden extraerse la descargada ni introducirse otra con carga.

La Fórmula E también sube en esta segunda edición un escalón en su objetivo de desarrollar la propulsión eléctrica, ya que a partir de este año cada equipo puede modificar todo lo que existe tras la batería: motor, caja de cambios, y suspensión trasera. Cada organización planteará así diferentes soluciones y esquemas técnicos. Básicamente, se trata de lograr la mayor velocidad y kilometraje con la mayor eficiencia con un esquema técnico dado.

Por ejemplo, algunos equipos mantiene el mismo motor y caja del pasado año, mientras que otros han modificado la transmisión, dejándola con cuatro velocidades en incluso algunos solo con una. Cada esquema puede ser más competitivo según la sinuosidad o longitud del circuito, todos ellos urbanos.

Como 10.000 pilas

La batería se mantiene como el elemento clave. Se dice que la montada en un monoplaza de la Fórmula E equivale a 10.000 pilas triple A. De momento se mantiene en los 200 kw, aunque podría ofrecer mayor capacidad si se tensara la cuerda. Pero se quiere dosificar este extremo. Sin embargo, su evolución futura es el eje para la Fórmula E. El objetivo es que en cinco años sea posible completar una carrera de 45-50 minutos sin necesidad de acudir al cambio de monoplaza durante la carrera como en el presente.

Las baterías de la Fórmula E están a cargo de Williams Advanced Engineering, filial del grupo que tiene al equipo de Fórmula 1 en su cúspide. “Mucha gente se pregunta si los coches eléctricos pueden competir con los de Fórmula 1, y la pregunta es afirmativa en lo referido a velocidad última”, explica Gary Ekerold, director de operaciones de la empresa. "Hay motores eléctricos que probablemente podrían producir la potencia necesaria de un Fórmula 1, aunque no durante el tiempo de una carrera, porque están limitados por la batería".

WAE trabaja en diferentes programas para varios fabricantes automovilísticos. "Toda la experiencia (con la Fórmula E) nos está sirviendo para alimentar estos programas, así que es importante para nosotros entender hasta dónde se puede llegar con nuestra tecnología", dice Ekerold.

Este año, también en París

La Fórmula E volverá a celebrarse en trazados urbanos, factor clave que ya aparecía en la famosa servilleta. En 2015-16 los escenarios serán Putrajaya, (Malasia) Punta del Este, (Uruguay), Buenos Aires, (Argentina), Long Beach (Estados Unidos) París (Francia) que reemplaza a Mónaco, Berlín (Alemania), Moscú (Rusia) y Londres (Reino Unido). Siempre en sábados, para concentrar el programa al máximo y crear los menores inconvenientes posibles por los cortes de tráfico y uso durante la celebración del evento.

El certamen sigue captando nuevos socios y patrocinadores. Tanto el banco suizo Julius Baer como Visa Europa han ampliado recientemente su permanencia. Citröen, a través de su marca DS, y Mahindra, se han unido a Renault en el campeonato. “Para el año que viene tendremos seguro uno más, y quizás dos fabricantes”, anticipa Alejandro Agag.

Desde el punto de vista empresarial, Liberty Global y Discovery Communications entraron en el capital de Formula E Holding Partners el pasado mes de marzo, aunque no como accionistas mayoritarios. El acuerdo facilitará la presencia del campeonato en los canales del grupo, entre los que se cuenta la cadena paneuropea 'Eurosport'.

De momento, aquella servilleta sigue dando mucho juego.

Lo cuenta el propio Alejandro Agag: todo empezó escrito en una servilleta. Fue en una cena en París, compartida por el propio Agag, el presidente de la Federación Internacional de Automóvil, y el vicepresidente de la Comisión Europea. En la conversación, este hablaba de cómo la propia Comisión quería apoyar el crecimiento del vehículo eléctrico, y Jean Todt también explicó la política de 'movilidad limpia' que inspiraba su mandato.

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