Es noticia
El duelo Sainz-Verstappen en Hungaroring: porque el que paga, manda en la pista
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
la partida de ajedrez estratégica de las carreras

El duelo Sainz-Verstappen en Hungaroring: porque el que paga, manda en la pista

Al acabar la carrera húngara, Sainz no entendía por qué el equipo no respetaba la regla de la prioridad para las llamadas a boxes. Y es que los equipos deciden en su propio marco de intereses

Foto: Carlos Sainz junto a Max Verstappen (EFE)
Carlos Sainz junto a Max Verstappen (EFE)

“Me tienen que dar explicaciones de por qué no he parado yo primero cuando iba detrás de Williams… Me han dejado fuera y otros coches como Fernando y Max me han adelantado haciendo un undercut,así que eso está para verlo…”. Bajola adrenalina todavía caliente, Carlos Sainzse bajaba de su monoplazacon muchas dudas en lacabeza. Al margen de la decepciónde evaporarse por tercera vez consecutiva un gran resultado por avería mecánica, no comprendía laestrategia de Toro Rosso que,sentía, no habíajugadoprecisamente a su favor.

En el Gran Premio de Hungría,el equipo italiano sacó un buen botín de puntos. En realidad, el episodio de Hungaroring era otroejemplo más de esapartidade ajedrez en que se conviertecada carrera deFórmula 1, donde las escuadrasmanejan múltiples factores y variables en beneficio de sus intereses, con los pilotos como peones de su juego.

El undercut, o como levantar la cartera al rival en boxes

¿Por qué se quejaba Sainz de que Verstappen yAlonso le superaran en boxes con el undercut? Antes de nada cabe explicar esta maniobra. Cuando dos pilotos han de entrar, hacerlo antes que elrival permite adelantarle gracias alsuperior ritmo que permite el neumático nuevo. Cuando el segundo piloto entra una vuelta después, regresa por detrás de quien antes marchaba a su espalda.

Entre compañeros del mismo equiposuele tenerpreferencia quien marcha pordelante, más si cabesi lo hacen juntos, como fue el caso de Sainz y Verstappen. Lo contrario sería perjudicar a unoen beneficio de otro, premiandoasí aquien ha podido clasificar peor, tener una mala salida, o cometer algún error en pista. Ano ser que existan razones estratégicas que justifiquen romper la norma.

¿Quién era más rápido?

Sainz salió bien, mientrassu compañero de equipoperdió varias posiciones.Una vez estabilizada la prueba, el piloto español se colocó a la estela de Felipe Massa,con su ritmo determinado por eldel brasileño, más lento de lo esperado. De Sainz también se escuchó por radio un "no power" al principio de carrera por un problema con el propulsor, que luego parecía haberse estabilizado, pero a saber hasta qué punto influiría luego en las decisiones del equipo.

Con pista más limpia por delante, Verstappen recuperócon buen ritmo hasta situarse a la zaga del Toro Rosso de Sainz. Entonces,empezó aquejarsepor la radio de que su compañero era más lento. Entre otras razones, porqueFernando Alonso se acercabaal holandés. Se abría unmomentoclavede la carrera, dondeel equipo italiano tenía que tomar decisiones ante la cercanía de las paradas en boxes.

El juego de cifras, proyecciones, tensión y presión

Aquí se desenvolvíaese juego de tensión, datos,proyecciones, y por qué no, también lucha psicológica cuando están en pugna los dos monoplazas de un mismo equipo. A Verstappen se le comunicaba por radio que a Sainz le habían dado una suerte de ultimátun: debía pasar a Massa a toda costa. (“Carlos will get one more chance, and then we will change”).

Pero Sainz no era consciente de esa especie deultimátum. Los mensajes que recibía un piloto no eran los mismos que los que se enviaban al otro¿Adelantar a un Williams conmotor Mercedes, con un propulsorRenault, en un circuito como Hungaroring?De hecho, el español esperaba la llamada del equipo paraadelantar al brasileño a través de otro undercut.Perose encontró que el llamado era Verstappen y no él. De ahí su molestia al final de la prueba.

El desconcierto y la contrariedad de los pilotos

Toro Rosso había decidido romper la regla de la prioridad de quien marcha por delante para proteger al holandés anteun posible ataque de Alonso en boxes. Y para ellodecidió sacrificar en un primer momento a Sainz.Efectivamente, Verstappen adelantó a su propio compañero.En Toro Rosso confiaban en que el españolse mantendría por delante de Alonso tras sus respectivas paradas,para luego recuperarle a Verstappen a medida que avanzara la carrerala posición que este le había ganado antes.

Pero el cambio de gomas del español fue lentoy Alonso salió por delante. A partir de ese momento, Sainz ya rodócon el pie cambiado. Verstappen terminó cuarto, Alonso quinto, y Sainz habría sidosexto de no mediarla avería mecánica. Esa decisión estratégica marcó el rumbo de la carrera.

Inmerso en su habitáculo, el piloto depende de la visión global que disfruta el equipo, y tambiénde sus decisiones en función de los intereses estratégicos y la evolución de la carrera. De aquí tantas veces el desconcierto, la contrariedad e incluso la rebelión de los pilotos, que en muchas ocasiones carecen de toda la información -qué decir de los espectadores- hasta que llegan las reuniones post carrera. Ya veces tampoco así las aceptan... Red Bull resolvió por la radio de manera tajantela disyuntiva entre Kvyat y Ricciardo. Toro Rosso, lo hizo a la suya… En definitiva, elpan nuestro de cada día en la trastienda de la Fórmula 1. El que paga manda.

“Me tienen que dar explicaciones de por qué no he parado yo primero cuando iba detrás de Williams… Me han dejado fuera y otros coches como Fernando y Max me han adelantado haciendo un undercut,así que eso está para verlo…”. Bajola adrenalina todavía caliente, Carlos Sainzse bajaba de su monoplazacon muchas dudas en lacabeza. Al margen de la decepciónde evaporarse por tercera vez consecutiva un gran resultado por avería mecánica, no comprendía laestrategia de Toro Rosso que,sentía, no habíajugadoprecisamente a su favor.

Red Bull Fernando Alonso McLaren
El redactor recomienda