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"Tweet con burla. Receptor: Mattiacci. Los remitentes son Briatore y Alonso"
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REFLEJO DE LA RELACIÓN DEL EXJEFE DE FERRARI

"Tweet con burla. Receptor: Mattiacci. Los remitentes son Briatore y Alonso"

Cigarrillo en mano y cajetilla de Marlboro en pie. Que se vea. Junto estos gestos las sonrisas. Una broma, un juego con los elementos de Alonso y Flavio Briatore

Foto: Flavio Briatore y Fernando Alonso hablan con tranquilidad en el 'paddock'.
Flavio Briatore y Fernando Alonso hablan con tranquilidad en el 'paddock'.

Cigarrillo en mano y cajetilla de Marlboro en pie. Que se vea. Junto estos gestos las sonrisas. Una broma, un juego con los elementos que tenían a mano para encender una mecha que ha llegado a Ferrari. “Tweet con burla. Receptor: Marco Mattiacci. Los remitentes son Fernando Alonso y su amigo y manager, Flavio Briatore –que no es fumador-”. De esta manera tan gráfica explicaba la Gazzetta dello Sport a su entender la imagen de ambos, publicada en la red social del italiano después de que se anunciara la destitución de Mattiacci y la llegada de Maurizio Arrivabene, hombre de Philip Morris en Europa. Casualidad o no, burla o no, es un gesto que va acorde a las informaciones que El Confidencial ha recibido en la relación al trato existente entre el asturiano y Mattiacci, el cual no era el mejor posible.

Mattiacci llegó a la Scuderia con el punto débil de su inexperiencia en la Fórmula 1 pero, teóricamente, con la habilidad de ser un gestor de personas capaz de exprimir talento de cada trabajador. Así, supuestamente, lo hizo a lo largo de su trayectoria y ascenso en Ferrari, hasta llegar al puesto de Director de la Gestión Deportiva.

El de Mattiacci no fue el único caso en el paddock de este año, hay uno similar en el que Federico Gastaldi, (eso sí, veterano de la F1 pero en otros campos) se le encomendó para 2014 la labor de jefe de equipo. Este periódico preguntó al argentino a comienzo de temporada si un jefe de equipo debía saber más de coches o de personas, y esta fue la contestación: “Yo creo que de personas. Para saber de coches tenemos la parte técnica. Está Nick Chester con su personal, Alan PermaneYo no me atrevería a opinar ahí. Estoy aprendiendo. Voy a las reuniones de ingenieros y pilotos, escucho, observo y si necesitan algo de mí me lo dicen. Si veo que algo necesita ser puesto encima de la mesa para estar todos en la misma página lo hago. Lo mejor del equipo, repito, son los guerreros que tenemos”.

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Mattiacci y la diplomacia ausente

Y Mattiacci, ¿ha tenido la misma personalidad humilde, constructiva, democrática y de confianza en su paso por la Scuderia? Parece que no, al menos con Fernando Alonso, presente en Scuderia Ferrari desde 2010, en el Gran Circo desde 2001, y en las carreras de coches desde que tiene uso de razón…

Porque los enfrentamientos dialécticos que han tenido puntualmente en estos seis meses distan de alguien que llega con una actitud diplomática y capaz de enfocar la personalidad ‘peleona’ del asturiano, inversamente proporcional a la tranquilidad de Kimi Raikkonen fuera de un monoplaza. Ha dejado escapar al que, para el expresidente Montezemolo, es el “mejor piloto de la parrilla”. Algo que sorprende sabiendo que llegaba con el cartel de ‘gestor humano’.

En lugar de dejarlo pasar, Alonso y –sobre todo- Briatore, han querido responder así a quien ya no está ni en Ferrari, ni en la Fórmula 1. Esta es la segunda muestra de la distancia que separa al asturiano de su exjefe, la anterior fue durante el GP de Abu Dabi, al responder contundentemente a unas palabras de Mattiacci.

Cigarrillo en mano y cajetilla de Marlboro en pie. Que se vea. Junto estos gestos las sonrisas. Una broma, un juego con los elementos que tenían a mano para encender una mecha que ha llegado a Ferrari. “Tweet con burla. Receptor: Marco Mattiacci. Los remitentes son Fernando Alonso y su amigo y manager, Flavio Briatore –que no es fumador-”. De esta manera tan gráfica explicaba la Gazzetta dello Sport a su entender la imagen de ambos, publicada en la red social del italiano después de que se anunciara la destitución de Mattiacci y la llegada de Maurizio Arrivabene, hombre de Philip Morris en Europa. Casualidad o no, burla o no, es un gesto que va acorde a las informaciones que El Confidencial ha recibido en la relación al trato existente entre el asturiano y Mattiacci, el cual no era el mejor posible.

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