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Alonso: su gran victoria, su gran derrota con Ferrari
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CINCO AÑOS DE PASIóN Y DECEPCIONES

Alonso: su gran victoria, su gran derrota con Ferrari

Integrado en el equipo humano como en ningún otro sitio, Fernando Alonso deja atrás un entorno en Ferrari que terminó 2014 totalmente desmadejado

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“Me levanto cada mañana con una sonrisa. Como piloto de Ferrari, he encontrado en este equipo todo los valores que tengo también, determinación, profesionalismo, un equipo amistoso y también feliz. Nunca nos rendimos este año, es la primera vez que he tenido este enfoque y filosofía en mi carrera y, como dije, cada mañana me despierto, me miro al espejo, y sonrío porque soy parte de este equipo”. Fernando Alonso, al término de la temporada 2010.

Gran Premio de Abu Dhabi 2014, cuatro años después: “Aliviado" por terminar con Ferrari porque "todos, como deportistas de élite, queremos ganar. Han sido cinco años maravillosos, pero este año ya es suficiente”, para rematar también un elocuente y demoledor panorama, “han cambiado de presidente, de jefe de equipo, había muchas cosas en marcha, ahora yo decido marchar también, tienen que poner las cosas en su sitio y, con suerte, lo podrán hacer…".

La gloria sin rematar

Incluso un famoso fabricante de maquetas recreó aquella imagen. En ella, al terminar el Gran Premio de Bahrein de 2010, Alonso se subió en el morro de su monoplaza, miró hacia el cielo y abrió las manos con fuerza hacia arriba. Aquel madrugador triunfo presagiaba momentos de gloria para una carrera deportiva que iba a terminar en Maranello ya que "dejar Ferrari para cambiar de equipo es siempre un paso atrás, porque Ferrari es más que un equipo”.

Grazie ancora. #tantaroba pic.twitter.com/gcW02uNG8k

Llegaron esos momentos aquellos de intensidad memorable, pero puntuales. Como aquella emotiva victoria en Valencia, en 2012. Nunca habíamos oído a Alonso gemir dentro del casco, doblarse por las emociones en el podio entre lágrimas. Aquel triunfo en Malasia 2012, sacado de ninguna parte (“This one of the most, most beautiful victory, we are so proud of you...”). Como en Silverstone 2011, un conejo de la chistera. La primera victoria en Monza con Ferrari, o el primer triunfo de un español con la Scuderia en el Gran Premio de España en 2013, paradójicamente, también su último con el equipo italiano…

En julio de 2012, Alonso lideraba el campeonato con tres victorias y un monoplaza que “iba a la izquierda cuando girabas el volante a la derecha”, como reconoció Stefano Domenicali tras los primeros entrenamientos de Jerez. Numerosos periodistas británicos especializados escribieron que hubiera sido uno de los títulos más impresionantes en la historia de la Fórmula 1. Pero nunca pudo ser con Ferrari ¿Por qué?

¿Hubiera seguido Alonso en Ferrari?

Demasiadas promesas incumplidas durante años a una ‘bestia’ ganadora de naturaleza casi patológica, de carácter duro y determinado, a veces poco soportable para quienes han de enfrentarse a sus demandas. “No lo encuentro perturbador en absoluto, es coherente con su visión y lo que quiere, como mucha gente que es buena en su trabajo”, reconocía recientemente Rob Smedley, quien le ‘sufrió’ como ‘ingeniero’ de Felipe Massa durante años, “es su fortaleza, nunca vacila sobre lo que quiere, es mentalmente fuerte, se adapta a cualquier reglamento y saca el cien por cien del coche”.

Marco Mattiaci ha querido extender la versión de que la salida del español fue fruto de una decisión autónoma, y no a rebufo de la tomada por Alonso. Quizás el italiano puso demasiado ego en la mesa en relación a su corta experiencia en la Fórmula 1, y no soportaba enfrente esa personalidad de la que hablaba Smedley. Quizás otro hubiera podido retener a Alonso. Ahora, ni siquiera el propio Mattiaci seguirá. Ya ha sido destituido. Al cabo de pocos meses en el puesto... Ferrari se ha convertido en ese uróboros que se está devorando a sí mismo. Como en los desnortados años noventa.

@alo_oficial L'amore dei ferraristi per te sarà sempre lì, indelebile. Non ti ringrazieremo mai abbastanza, campione. pic.twitter.com/fVahtcb3Mr

Una moneda de doble cara

Pero aquí esta la respuesta: desde 2010, Sebastian Vettel ha logrado 34 victorias y cuatro títulos. Lewis Hamilton, 22 y un título. Ambos cosecharon los mismos triunfos en un año (2011 y 2014 respectivamente) que Alonso con Ferrari (once). Nadie logró una pole desde Alemania 2012 para la Scuderia. Desde 1992 y 1993, es la primera temporada sin victorias del equipo italiano ¿Cómo seguir en un equipo así?

Al final, la experiencia de Alonso y Ferrari fue una moneda de dos caras, victoria por un lado, pero con derrota en su reverso. Con la primera, rompió las costuras de Ferrari al poner en evidencia su filosofía, organización y esquemas de trabajo. Ello le ha situado en una dimensión independiente de la competitividad de su monoplaza, logro difícil en la Fórmula 1 moderna. Que le pregunten a Vettel y Raikkonen este año.

Imposible soportar otro año así

Pero se también ha sufrido una derrota emocional, la de verse obligado a renunciar a ese grupo humano que le adoraba y le mimaba, y con el que Alonso se ha sentido como en ningún otro sitio. Solo había que ver las celebraciones de este fin de semana. En la parrilla, “ví las caras de los chicos en los neumáticos delanteras y me miraban con los ojos brillantes, fue duro poner la primera marcha en la vuelta de formación…”. El 'corasón partío'...

“Me levanto cada mañana con una sonrisa. Como piloto de Ferrari, he encontrado en este equipo todo los valores que tengo también, determinación, profesionalismo, un equipo amistoso y también feliz. Nunca nos rendimos este año, es la primera vez que he tenido este enfoque y filosofía en mi carrera y, como dije, cada mañana me despierto, me miro al espejo, y sonrío porque soy parte de este equipo”. Fernando Alonso, al término de la temporada 2010.

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