Y al duodécimo día en Ferrari… Kimi Raikkonen 'resucitó'

"Por primera vez conseguimos tener una carrera limpia y sin problemas. El coche ha mejorado y el ritmo fue bueno". Kimi Raikkonen por fin sonrió –metafóricamente hablando- después de un gran premio. En el circuito de Spa Francorchamps logró su mejor resultado del año con su cuarto puesto y, lo más importante, no sufrió ningún inconveniente que impidiera dar rienda suelta a su pilotaje. Pudo disfrutar más que nunca del F14-T y buscar mejor que ningún otro día sus límites. Sin problemas, se vive mejor.

Fue contratado como una medida para asegurar los puntos que Felipe Massa no había logrado dar en las últimas temporadas a Ferrari, equipo que parecía caminar cojo cuando Fernando Alonso ha necesitado restar puntos a sus rivales. Además, fuentes del paddock afirmaron a este periódico que también era un movimiento de la Scuderia para apretar las tuercas ‘deportivamente’ al piloto asturiano… Hasta el pasado domingo -debido en gran parte a un fallo de Ferrari con Alonso-, ni una cosa ni la otra sucedieron.

Esperando que Ferrari se acople a Kimi

La figura de Raikkonen se había teñido de decepción y sorpresa. Sobre todo al comprobar cómo, de boca de un campeón del mundo –capaz de competir nada menos que en el WRC durante dos años con los ‘monstruos’ de los rallyes-, salía un fin de semana tras otro una declaración similar a esta: "No hay un gran problema que hayamos encontrado. Probablemente tenga algo que ver con mi estilo de conducción". Hecho confirmado por Steve Robertson, su propio manager… "Esta nueva generación de coches de F1 ha reducido significativamente la carga aerodinámica en la parte delantera, lo que ha afectado a la forma de pilotar. Sólo podemos esperar que Ferrari sea capaz de resolverlo lo más pronto posible, dando a Kimi un coche como él quiere". ¿El talentoso Kimi Raikkonen con problemas de adaptación a su monoplaza? Las dudas sobre el acierto de su fichaje se agravaban comprobando los resultados de su compañero. Quizás el ‘raro’ sea Alonso, y lo de Kimi un hecho normal.

No obstante y al margen de esa llamativa inadaptación, el finés ha debido de lidiar con problemas ante los que Alonso no se ha enfrentado en tantas ocasiones: los fallos en su monoplaza. Con una pretemporada para olvidar, los continuos problemas en su coche le impidieron rodar todo lo que hubiera querido, entre otras cosas, para tratar de adaptarse a su F14-T con mayor rapidez. Durante las carreras también ha tenido que lidiar con la misma tesitura, además de recibir golpes de rivales como los de Malasia o Mónaco, o estrategias que no le gustaron, como en Austria… en definitiva, una serie de circunstancias que le ha impedido, hasta el fin de semana número doce, señalar que "por primera vez" ha conseguido "tener una carrera limpia" desde su regreso a Ferrari.

En Alemania comenzó a ver la luz al final del túnel

La carrera en Bélgica ha confirmado la tendencia positiva que había envuelto al finlandés en las últimas dos pruebas. En Alemania, pese a tener problemas con un alerón, admitió que "el lado positivo del día" es que había podido "pilotar como me gusta"; y en Hungría también tuvo "buenas sensaciones en el coche". Parece que en las siete carreras que quedan se verá a un Raikkonen que podrá expresarse mejor al volante. Las evoluciones realizadas en el F14-T han sido satisfactorias para él, como solicitaba su manager (sin olvidar que el sábado, bajo la lluvia, en la Q3 terminó un segundo por debajo de su compañero).

En el marcador de la Scuderia campea un 11-1 favorable a Alonso, quien aventaja a Kimi en 82 puntos, 121 a 39. Por el camino se han ‘caído’ muchos puntos como para pelear por ser segundos en el campeonato de Constructores –lugar que ocupa Red Bull con 254-, pero sí están en disposición de defender la tercera plaza que actualmente ocupan con 160 puntos, frente a la amenaza que suponen los 150 de Williams (y su motor Mercedes). En Monza, Kimi tendrá la oportunidad de continuar enderezando su camino por las baldosas rojas de Maranello.