Qué bien sentó a la Fórmula 1 la amargura de Rosberg

Austria dejó al público indiferente, con un sabor amargo tras el movido GP de Canadá. Pero llegó Silverstone y la Fórmula 1 volvió a enganchar a los aficionados para ‘subirles’ a su montaña rusa con el duelo Alonso y Vettel, las remontadas de Valtteri Bottas y Daniel Ricciardo, o con la emoción por el primer puesto del Mundial, en manos de uno de los dos pilotos de Mercedes.

Lewis Hamilton parecía haber tocado fondo el sábado en el GP de Gran Bretaña, pero su buena carrera y el abandono de Rosberg provocaron que su ánimo, sus sensaciones y las posibilidades de ganar el título ascendieran hasta la altura del alemán. Ahora son sólo 4 puntos los que separan al inglés del alemán, quien parecía ser el favorito para el título –hasta el pasado domingo- por su fortaleza mental. Un resultado y… la percepción no es la misma.

Si la intensidad a medio plazo lo puso la apretada clasificación en los dos primeros puestos, sobre la pista fue cosa de un duelo de más de 15 minutos entre Fernando Alonso y Sebastian Vettel. Dos pilotos de primera clase que, con respeto aunque saliéndose de los límites marcados por las actuales normas, regalaron el tan buscado espectáculo. ¿Imaginan uno de estos duelos en cada prueba? La aceptación por parte del paddock de que no hubiera castigo a los pilotos, unido al entusiasmo de Prensa y afición, establece unanimidad para lanzar un mensaje al unísono en dirección a los comisarios y la FIA: “Déjenles correr”.

Para la siguiente prueba, la de Hockenheim el 20 de julio, el listón está situado muy alto y no sólo por los anteriores ‘ingredientes’, también por las grandes remontadas de jóvenes como Bottas y Ricciardo, que comienzan a tener un protagonismo entre contrastadas eminencias del automovilismo, en cuyo saco se encuentra Raikkonen, que también habrá tomado nota de su error en la pista inglesa.