Maldonado, Pérez, Ferrari, Alonso… derrapes de la pasión latina en Fórmula 1

Los estereotipos de la mentalidad latina están relacionados con la emotividad, la pasión y la impulsividad, entre otras. Atendiendo al episodio de Pastor Maldonado en el pasado GP de EEUU, donde primero criticó a su equipo y después recogió velas, estos rasgos coinciden plenamente a la hora de describir al venezolano. No ha sido el único latino que este año ha sido protagonista por sus palabras: a Fernando Alonso le dieron "un tirón de orejas" tras el GP de Hungría y Sergio Pérez emitió una carta de ‘amor’ hacia McLaren unas horas después de haber cargado contra la filosofía de Woking. El carácter latino ha sacado en alguna ocasión de 2013 el genio que cada uno de estos pilotos lleva dentro, y no sólo al volante.

"A veces te estresas demasiado, y a veces se valora sólo el momento. No es que esté loco y me ponga a decir muchas cosas de ese modo... Estuvo mal por mi parte (criticar)". El domingo, en Austin, Maldonado debió rectificar sus palabras del día anterior en las que ‘roció’ de sospecha a su equipo Williams: "He anunciado que me voy y parece que han empeorado algunas cosas (…) En carrera vamos mejor, así jueguen (su equipo Williams) con la temperatura de mis neumáticos (…) Espero me hagan una buena estrategia para pelear cerca de los puntos o en los puntos. La Q2 era realista para nosotros, pero no estar ahí de primero como estuvo Bottas (su compañero de equipo marcó el mejor tiempo mientras él fue eliminado)". El sábado, el venezolano creía firmemente que manipularon sus neumáticos. El domingo aclaró que fue un calentón.

Pastor "vive en otro planeta"

Pastor se ha catalogado a sí mismo como un piloto con un "estilo agresivo". Dicha combatividad le ha servido para ser protagonista de algunos accidentes durante las temporadas 2011 y 2012. Este año, hasta antes de anunciar su salida, su pilotaje no había destacado por estar relacionado ningún episodio de este calibre, al contrario. Pero en Austin, las declaraciones de Adrian Sutil, (abandonó tras recibir un golpe de Pastor), volvieron a rememorar dicha agresividad: "Vive en otro planeta". ¿Guarda alguna relación su incidente con ese "estrés" al que hacía referencia el ganador del GP de España de 2012?

El mexicano Sergio Pérez vivió un capítulo similar la semana pasada. Primero atizó: "Creo que este año le ha faltado organización y un poco de humildad para afrontar la realidad (a McLaren). Al equipo le llevó mucho tiempo descubrir la realidad en la que estábamos". Y unas horas más tarde, sin decir lo siento, escribió una carta llena de halagos en la que ensalzaba su ‘amor’ por los de Woking: "Quiero agradecer a McLaren el haberme dado esta oportunidad, ha sido un honor. Estoy eternamente agradecido. Siempre voy a ser un fan de McLaren". Del odio al amor en un paso, y sin que, aparentemente, haya ocurrido nada.

Particular es el caso de Fernando Alonso, a quien regañaron (quizás) por la manera de exponer unos datos que estaban a la vista de todos tras el GP de Hungría. Para Ferrari, el asturiano "cruzó la línea" en julio previendo que el campeonato se le escapaba y evidenciando el trabajo de su equipo: "La superioridad de Red Bull es aplastante, también la de Lotus… Mercedes" (una situación que, por otra parte, se ha mantenido hasta el final del año, como ha reconocido recientemente Stefano Domenicali).

Las dos caras de Ferrari

Además, analizó antes de irse de vacaciones de una manera resumida su ‘vida’ desde que aterrizó en Ferrari, que transcurre "entre un segundo y segundo y medio por detrás de Red Bull… y este año no será diferente". Luca Cordero di Montezemolo contestó por carta públicamente a su piloto franquicia admitiendo que "ciertos comportamientos, algunas palabras, algunos desahogos no me han gustado". Tras el "tirón de orejas", Alonso no pidió perdón y tampoco rectificó por haberse expresado de una manera que no gustó a su presidente. A cambio, a la vuelta de vacaciones, el ovetense afirmó que "la relación con Montezemolo es mejor que nunca". Aquí, viendo la fotografía global, cabe preguntarse qué carácter latino se acercó más al estereotipo de impulsivo, si el de Alonso con sus declaraciones, o el del equipo italiano con una respuesta que hizo más ruido que las propias palabras del piloto.

En el mismo equipo transalpino, llama la atención que el brasileño Felipe Massa, otro latino, no tuviera ningún reparo a la hora de afirmar que "no" ayudaría a su compañero Fernando Alonso para lograr sus objetivos de este año y que pilotaría "para sí mismo" desde el momento en el que se le comunicó que en 2014 no conduciría para la Scuderia. En este caso, Montezemolo no redactó ninguna carta. Al contrario, han sido numerosas las muestras de cariño hacia el segundo piloto que históricamente más carreras ha disputado con Ferrari. Y es que también, para lo bueno y lo malo, como parte de la personalidad latina está la capacidad empática, el gusto por el reconocimiento y quedar bien ante los demás.