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El problema de Ferrari: lentos en la pista, y también fuera de ella
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EL ESTILO DE GESTIÓN, CLAVE EN LOS RESULTADOS

El problema de Ferrari: lentos en la pista, y también fuera de ella

No es el objetivo de este articulo analizar la capacidad de gestion de Luca di Montezemolo o Stefano Domenicalli. Pero sí la actual estructura

Foto: Una bandera de Ferrari que ondeaba en el pasado GP de Singapur.
Una bandera de Ferrari que ondeaba en el pasado GP de Singapur.

El objetivo de este articulo no es analizar la capacidad de gestion de Luca di Montezemolo o Stefano Domenicali, pero sí la actual estructura y el estilo de gestion de Ferrari en comparación a sus rivales, que quizás estén en la raíz de la sequía de títulos de la Scudería en los últimos años

La historia de la Formula 1 está llena de equipos que han fracasado por culpa de unaorganización y funcionamiento no adecuados a las necesidades que exige este deporte. No es fácilencontrar otra disciplina deportiva o actividad empresarial que requiera una estructura y un estilo de toma de decisiones tan específicos como los que exige la Formula 1. En una entrevista a El Confidencial, Gerard López, responsable de Lotus, declaraba que si algo le ha enseñado este mundo es a tomar decisiones rápidamente.

Los recursos económicos y el talento humanono son los únicosfactores para lograr el éxito en la especialidad reina del automovilismo. Está abocado al fracaso un equipo con gran presupuesto, pero sinuna adecuada estructura de toma de decisiones ycon los mejores medios tecnicos y humanos. Cuando en la Formula 1 se habla de este tema, siempre se mencionan los ejemplos de las escuderías japonesas ligadas a los fabricantes Honda y Toyota.Ingentes presupuestos, contratación del major talento disponible, grandes inversiones en infraestructura… Sin embargo, gran parte del proceso de toma de decisiones estaba centralizado en Japón. Además las unidades europeas se veían sujetas a la misma ‘legendaria’ burocracia corporativa que ha hecho famosas a las empresas japonesas (los que hemos trabajado en alguna multinacional nipona lo hemos experimentado en primera persona). Ello fue, probablemente la razon de su fracaso en la Formula 1.

Pedir permiso a Japón para desarrollaruna pieza

Singapore formula one grand prixPor ejemplo, modificar durante la temporadael planteamiento original de desarrollo técnicoexigía poner en marcha un farragoso proceso: envío de documentación con la propuesta, intercambio de preguntas y respuestas, reunión del comité...El resultado eran días e incluso semanas vitales perdidas.

Pero un mundo tan competitivo como la Fórmula 1 requiere una organizacióndescentralizada, capaz de tomar decisiones instantáneasentre carrera y carrera. Para ello, es necesario quesu máximoresponsablevivael día a día del equipo. Los fabricantes japoneses ya no tienen escuadrasen Fórmula 1. Sin embargo, hay unocuyo máximo responsable, incluso en su faceta puramente deportiva,no está involucrado en lagestión cotidiana. Ese equipo es Ferrari.

Porque aunque la figura de team principal estáocupada por Stefano Domenicali, en el fondo, todos los empleados de la Scuderia saben que quien de verdad manda es Luca di Montezemolo. Desgraciadamente, sus obligaciones como Director General de Ferrari Auto Spa (y algunos añadirán también sus aspiraciones politicas) no le permiten trabajar, ni mucho menos, a tiempo completo en el equipo de Fórmula 1.

Montezemolo no es Mateschitz

Ademásla personalidad deMontezemolo no permite una autentica delegación de responsabilidades como, desde mi punto de vista, existe en Red Bull, donde Mateschitz ha confiado en sus lugartenientes Horner y Neweyla gestión deportiva y técnica de la escudería.

Montezemolo no quiere repetir la epoca de Todt/Brawn/Schumacher, cuando estos tres pesos pesados gestionaban la escudería, y su implicacion personal en el mismo era menor. Desde su partida, hemos visto una ‘italianización’ del equipo, sobre todo con el ascenso de Domenicali a su actualpuesto, lo que ha dado paso a una estructura más permeable a las decisiones de Montezemolo. No me parece un paso en la dirección adecuada.

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Todo el mundo en Ferrari sabe quién mueve los hilosy “cada vez que Luca aparece por los circuitos, a los mecánicos se les cae la herramienta de los nervios”, me comentaba alguien con conocimiento del funcionamiento interno de la Scuderia. Son también famosos en Ferrari sus puñetazos en la mesa para exigir resultados. Entonces todo el mundo se pone a temblarpero, pasa el tiempo, y como la sangre no llega al río, la situación se relaja de nuevo. Además, muchasdecisiones relacionadas conpuestos clave en departamentos que llevan años sin rendir al nivel esperado tardan demasiado tiempo en ejecutarse. Nada que ver con la mentalidad anglosajona de meritocracia y máxima exigencia. Porque un equipo de Fórmula 1no se puede gestionarcomo una empresa familiar.

Ningún jefe da órdenes desde la distancia

En la empresa moderna el respeto de un directivo se gana con el trabajo diario. No es válido ya el modelo del ‘jefe’ dando órdenes desde la distancia. En el resto de los equipos es habitual ver los fines de semana de Gran Premio a sus máximos responsables vestidos con ropa del equipo, luciendo unos intercomunicadores colgados del cuello y presenciando la carrera desde el muro. Me refiero a los Boullier (Lotus), Wolff (Mercedes), Whitmarsh (McLaren), Mallya (Force India), etc. Incluso el propio Frank Williams ha asistido a los grandes premios ensilla de ruedas todo estos años. Ahora que su estado de salud ya no se lo permite, ha delegado en su hija Claire Williams.

Por supuesto que en los equipos ligados a grandes grupos empresariales, como Mercedes, McLaren e incluso Red Bull, la figura del team principal debe reportar de forma periódica a un órgano superior sobre losresultados obtenidos y la estrategia a seguir. Pero también saben que, cuando terminan su presentacion ante el ‘board’, tienen autonomía para gestionar sus organizacionesdentro de los parámetros aprobados. Me temo que, adía de hoy, Stefano Domenicali no cuenta con esa autonomía. Y en estaclave reside el resultado global de Ferrari en los cuatro últimos años.

El objetivo de este articulo no es analizar la capacidad de gestion de Luca di Montezemolo o Stefano Domenicali, pero sí la actual estructura y el estilo de gestion de Ferrari en comparación a sus rivales, que quizás estén en la raíz de la sequía de títulos de la Scudería en los últimos años

Fórmula 1 Gerard López
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