Las estresantes vacaciones de Fernando Alonso vistas por un triatleta profesional

“Son volúmenes bastante altos, especialmente el de ciclismo. En bicicleta ha hecho prácticamente los mismos kilómetros que pueda realizar un triatleta de nivel de la Copa del Mundo. Lo otro, natación y carrera, puede llegar a ser niveles más normales… aunque unir los kilómetros totales es lo que tiene más valor”. El triatleta internacional Ramón Ejeda (Madrid, 1981) está acostumbrado a cifras como los 1400 kilómetros que Fernando Alonso ha hecho en esta época veraniega y por ello reconoce que, sin llegar a destacar, “no desentonaría” en una prueba internacional de triatlón.

¿Vacaciones? Hay quienes ponen en duda que esta época de la temporada de Fórmula 1 pueda ser considerada vacacional, depende de la personalidad de cada piloto. En el caso de Alonso ha vuelto a manifestar su hambre por batir marcas, superarse a sí mismo e incluso le dio tiempo a retar a Pedro de la Rosa cuando este advirtió en Twitter había “entrenado a tope estas vacaciones. Lo siento por mis competidores”. A lo que el asturiano respondió: “No quisiste avisar a rivales más duros ;)”.

Este miércoles, el piloto de Oviedo escribió en su cuenta de Twitter los números con los que había concluido su entrenamiento en este mes de agosto. “1280 km de bicicleta, 96 km de carrera, 21 km de natación, 16 horas en el gimnasio y 30 horas en el simulador”. Sin apenas descanso, Alonso inició su particular triatlón nada más regresar de la carrera de Budapest.

“Un disparate”

Mientras algunos pilotos prefirieron hacer una desconexión laboral en agosto para cargar pilas, Alonso disfrutó de su tiempo libre realizando un entrenamiento físico más exigente de lo habitual. Su perseverancia por hacer todo lo que esté en su mano para ganar alguna milésima (o no perderla, en el caso del entrenamiento físico) le ha llevado a ejercitarse más como un triatleta que como un piloto de carreras si no fuera por las 30 horas en el simulador. “Un disparate”, como lo califica de manera informal y con asombro una persona habituada al trato con pilotos.

Para una persona de la calle, por mucho que esté habituada a hacer deporte, las del entrenamiento de Alonso son descomunales. El Confidencial ha acudido a Ramón Ejeda para tratar de traducir y explicar el nivel del asturiano desde un punto de vista profesional. “Un triatleta del nivel de Copa del Mundo suele hacer unos 400 o 500 kilómetros a la semana, como los que ha hecho Alonso. Este ejercicio me parece muy llamativo, más que los 30 de carrera (a la semana) o los 7000 metros de natación si los comparamos a la bicicleta”.

Ejeda, que en un par de semanas estará en Ucrania compitiendo, no sólo se detiene en las pedaladas que el piloto de Ferrari ha hecho durante estos 20 días, si no que recuerda la importancia de no mirar “individualmente cada ejercicio, sino verlo todo junto, lo cual tiene más valor porque son cosas antagónicas… es complejo nadar después de rodar durante mucho tiempo en bicicleta, por ejemplo”.

“El tiempo de Button no fue espectacular, pero…”

Ramón es un profesional que, dependiendo de la fase de la temporada, suele ejercitarse entre 3,5 y 4,5 horas diarias y realiza, además de los casi 500 km en bici a la semana, unos 80 km corriendo y entre 20 y 25 a nado. Es aficionado al mundo del motor y ha visto a deportistas de élite como Jenson Button han ayudado a poner “de moda” y popularizar su trabajo. “Una vez me fijé en un tiempo de Button y bueno, no fue nada espectacular… pero se notó que a una persona como él le cuesta bastante menos practicar este deporte que a cualquiera”. Este ejemplo con el británico es aplicable al caso de Alonso.

“Los pilotos, (por lo general) son gente con una buena condición física. Aunque no es comparable su preparación con la de un triatleta profesional, tal vez Alonso no desentonara en una prueba”, afirma Ejeda, de la misma quinta que el asturiano.

Quién sabe si, cuando cuelgue los guantes Alonso, éste coincida con Ejeda en algún lago, pantano, mar o carretera compitiendo dentro de unos cuantos años. En ese momento Ramón podría conocer con más exactitud el nivel físico del asturiano y, sobre todo, la exigencia competitiva que le ha llevado a disfrutar de unas vacaciones preparándose casi como un triatleta profesional.