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En el nombre del padre, y también del hijo
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CUATRO APELLIDOS ILUSTRES EN LOS TEST DE SILVERSTONE

En el nombre del padre, y también del hijo

Prost, Cecotto, Magnussen, Sainz… Quizás sus padres fueran héroes de la infancia y quisieran emularles, quizás fuera la genética, o quizás sólo se contagiaron por el

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En el nombre del padre, y también del hijo

Prost, Cecotto, Magnussen, Sainz… Quizás sus padres fueran héroes de la infancia y quisieran emularles, quizás fuera la genética, o quizás sólo se contagiaron por el intenso veneno de la competición. Durante estos tres días, los entrenamientos de jóvenes pilotos de Silverstone cuentan con apellidos ilustres.

Hace dieciocho años, el danés Jan Magnussen debutaba en la Fórmula 1. Era la sensación del momento al batir el récord de victorias de Ayrton Senna en la Fórmula 3. Fue precisamente con McLaren, y sustituía a Mika Hakkinen en el Gran Premio del Pacífico en Aida, que enfermó súbitamente de apendicitis. Este miércoles, su hijo terminó con el mejor tiempo en los entrenamientos para jóvenes pilotos de Silverstone.

Un enorme talento frustrado

“Es el mejor piloto de Fórmula 3 que he visto, y eso incluía a Ayrton Senna”, explicaba en su día Jackie Stewart, que no dudó en fichar a Magnussen padre tan pronto como montó su propio equipo de Fórmula 1. Pero, incomprensiblemente, quien parecía destinado a logros extraordinarios se evaporó por diferentes razones. Entre ellas, su afición a la diversión, al tabaco, y la escasa disposición para la absoluta concentración que requiere la Fórmula 1.

Fue Martin Withmarsh quien firmó a Magnussen en 1994, y también quien contrató a su hijo Kevin, que hoy forma parte del programa de desarrollo de jóvenes pilotos de McLaren. “Nos aseguraremos que no ocurra lo mismo con Kevin”, comentaba Withmarsh, “porque puede decirse que McLaren y Magnussen es una asignatura pendiente”.

“Mi padre nunca me ayudó en la parte profesional de la competición. Pagó el karting, pero nunca estuvo involucrado en mi carrera”. Parece que Kevin está aprendiendo aquellas lecciones que su padre no quiso asumir. Tras un tiempo retirado, Magnussen padre volvió a la competición de GT. Hoy es piloto oficial de Chevrolet, y compañero de vehículo del piloto español Antonio García. Mientras, Kevin Magnussen lucha por el título en las World Series, donde ocupa la segunda posición del campeonato. Quizás algún día culmine  aquel destino estelar que todo el mundo adjudicaba a su padre.

Demasiado apellido

Vivir a la sombra de un famoso progenitor deber resultar duro, sobre todo si tu apellido es Prost, tu padre cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1, y uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. Quizás por ello, Nicolas empezó a competir a los 22 años. Hoy tiene 32. “Mis padres perdieron muchos amigos en las carreras”, recordaba Nicolas, “Didier Pironi y Gilles Villeneuve eran dos de los mejores amigos de mi padre, y se crea o no, la muerte de Senna fue un golpe brutal para la familia".

Nicolas terminó sus estudios empresariales y era un gran jugador de golf. “No decidí un día que quería ser piloto de carreras, simplemente quería pilotar para ver cómo era, algo natural teniendo en cuenta mis orígenes”. De forma discreta, Nicolas Prost comenzó a progresar. Hoy es un reputado piloto en el Mundial de Resistencia en el equipo Rebellión, y piloto reserva de Lotus.

Curiosamente, cuando Alain Prost se preparaba el pasado año para probar el RB6 del equipo austríaco, el padre tuvo que acudir al hijo. “Los coches han cambiado de forma extraordinaria respecto a su época, así que vino a pedirme consejo…”. Al terminar su jornada de ayer, el equipo Lotus le pidió que volviera el viernes, en sustitución de Kimi Raikkonen. “Un regalo de Navidad adelantado…” declaraba encantado de la vida.

En dos y cuatro ruedas

Jonnhy Ceccoto junior lleva idéntico nombre que su padre, pero el venezolano labró su mayor fama en dos ruedas. Campeón del mundo de 350 y 750 cc, quiso emular a John Surtess en la Fórmula 1. Coincidió con Adrian Newey en la Fórmula 2, y participó en una veintena de carreras en 1983 y 1984. Primero, con el modestísimo equipo Theodore, con el que llegó a puntuar de forma increíble en el Gran Premio de Estados Unidos de 1983. Porque el padre también tenía maneras en cuatro ruedas.

En 1984 sería compañero de Ayrton Senna en el famoso Toleman. Ante su progresión con un volante, Ecclestone intentó ayudarle a progresar en su carrera,. De hecho, le puso en contacto con Williams, con Brabham e incluso con Ferrari para la temporada siguiente. Pero se cruzó por medio aquel fatídico 20 de julio en Brands Hatch, cuando se dejó las piernas en la curva de Wesfield Corner tras un brutal encontronazo frontal contra el muro. Allí acabó su carrera de Fórmula 1.

Hoy, prácticamente dedica su tiempo a seguir la carrera de su hijo Johnny, tan rápido como polémico. Ganador en Mónaco en GP2, como su compatriota Maldonado, ha mostrado un temperamento volcánico con el que ha provocado numerosos incidentes, hasta el punto de ser sancionado sin correr la segunda carrera en el Principado. Cecotto hizo participó ayer con Toro Rosso en el test de jóvenes pilotos, y ya lo hizo a final del pasado año con Force India. Si consigue limar aristas, quizás pueda continuar, como los Magnussen, el destino truncado de su antecesor.

Sainz, en los rallies y también en los circuitos

¿Y qué decir de Carlos Sainz padre, en el caso del joven piloto español? De entre los apellidos famosos en Silverstone, es el único que no participó en la Fórmula 1. Los circuitos y quedaron como tarea pendiente para Sainz  senior cuando en España solo había recursos en el automovilismo a través de los rallies. Pero todo el mundo le reconocía el talento para los monoplazas y  para haber llegado hasta la Fórmula 1.

Hoy, Carlos Junior aspira a un desafío único: el de que, algún día, el mismo apellido sea campeón del mundo tanto en los rallies como en la Fórmula 1. Al menos, Fernando Alonso le apuntó un día con el dedo… Pero queda demasiado todavía. Hoy en Silverstone, al menos, empieza con un  pequeño, pero primer paso.

Prost, Cecotto, Magnussen, Sainz… Quizás sus padres fueran héroes de la infancia y quisieran emularles, quizás fuera la genética, o quizás sólo se contagiaron por el intenso veneno de la competición. Durante estos tres días, los entrenamientos de jóvenes pilotos de Silverstone cuentan con apellidos ilustres.