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Vettel lleva ganados tres grandes premios sin correr
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EL EQUIPO DE MATESCHITZ DOMINA UNA F1 A LA QUE CRITICA

Vettel lleva ganados tres grandes premios sin correr

“¡Qué coche, amigos. Alucinante!”. Sebastian Vettel tenía varios motivos para estar satisfecho cuando cruzó el ‘Salut Gilles Villeneuve’ del GP de Canadá. Además de lograr su

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Vettel lleva ganados tres grandes premios sin correr

“¡Qué coche, amigos. Alucinante!”. Sebastian Vettel tenía varios motivos para estar satisfecho cuando cruzó el ‘Salut Gilles Villeneuve’ del GP de Canadá. Además de lograr su victoria número 29 en su carrera y distanciarse más de sus rivales en la clasificación, el alemán está convencido de que tiene en sus manos un coche realmente competitivo. La actual exultante alegría de Vettel contrasta con el mensaje devastador y deprimente que dejó recientemente Dietrich Mateschitz en Barcelona, cuando parecía que el apocalipsis iba a llegar a la Fórmula 1 y la temporada iba a ser gris para todos los equipos y aficionados.

“La Fórmula 1 ya no consiste en correr. Se trata de una competición de gestionar neumáticos. Las verdaderas carreras son diferentes. Bajo las circunstancias actuales, no podemos obtener lo mejor del coche ni de los pilotos”. El propietario de Red Bull descargó contra los actuales neumáticos del Gran Circo el mismo día que vio un dominio insultante de Ferrari en Montmeló. Sus declaraciones sonaban a una depresión deportiva algo exagerada. Decía que la Fórmula 1 no era Fórmula 1 justo el día en el que parecía que el orden de la competición se había alterado con respecto a los últimos años. Un mes después de sus palabras, Red Bull aventaja a Ferrari en 56 puntos en el campeonato de Contructores y Vettel en 36 a Alonso en el de Pilotos. Además de conocer algo más sobre Mateschitz, da la impresión de que en la F1 el resto sigue igual.

Este domingo, Vettel dominó con un coche que le colmó de felicidad. Su victoria en Canadá llegó con el Ferrari, su principal rival, a pleno rendimiento. Esta vez, Alonso no tuvo ningún contratiempo como en Bahrein -tenía roto el DRS- o en Malasia -donde abandonó-. Vettel superó a Ferrari basándose en la salida, factor que en la segunda mitad del año pasado le dio el título. Es el primer triunfo del año ‘made in Vettel’.

“Es estúpido” el razonamiento de Red Bull

Quedaría elegante que, con la misma efusividad, Mateschitz volviera a poner el grito en el cielo contra unas gomas que han dado a su piloto su tercera victoria del año (en siete carreras). En este sentido, Vettel lo ha hecho reafirmando su postura este domingo: “Las críticas que hice estaban basadas en seguridad, no en nuestras actuaciones”. Eso sí, sus palabras no estaban acompañadas de un gesto de preocupación, algo normal sabiendo que acababa de distanciarse a casi carrera y media en la clasificación del Mundial. Nadie va a poner en duda los argumentos de Red Bull pero resulta raro que en temas de seguridad no haya unanimidad entre todas las escuderías. “Es estúpido. Los neumáticos son seguros porque cuando están dañados todavía siguen inflados”, declaró Force India hace un par de semanas.

Sean cuales sean las razones por las que Red Bull desee endurecer los compuestos, Mateschitz puede respirar tranquilo porque hasta en una Fórmula 1 donde “no se corre”, sus monoplazas han mejorado su rendimiento, sin depender -como hasta ahora- de la temperatura del asfalto. “Creo que lo importante es saber que estamos bien, tanto por lo que respecta a los neumáticos de seco como a los de lluvia. Así que deberíamos estar en buena forma sin importar cómo sean las condiciones meteorológicas”. Vettel ya señaló el sábado que confiaba en su RB9 ciegamente, algo que no había sucedido anteriormente (“debemos mejorar mucho”, admitió en Barcelona).

Evitar el cuerpo a cuerpo con Ferrari

El panorama que deja Montreal hace pensar que ni con una calificación en seco Vettel hubiera sido intimidado en carrera por Alonso (en un cuerpo a cuerpo, Ferrari parece más fuerte por lo visto entre Alonso y Webber). La clave reside en que el F138 no es tan rápido a una vuelta como Mercedes y Red Bull y, partiendo desde la tercera fila, cuando el monoplaza rojo quisiera llegar a los puestos de cabeza puede que la bandera a cuadros se esté agitando. Este GP de Canadá recordó a cuando el F2012 era mediocre los sábados y bueno los domingos… pero no tanto como para alcanzar a un Red Bull de Vettel que se disparaba desde que se apagaba el semáforo.

Red Bull ha dado un paso al frente. Quizás Mateschitz, en Barcelona, no confiaba que su grupo de ingenieros liderado por Adrian Newey lograra reducir la distancia de 38 segundos aquel día entre Vettel y Alonso. Si hoy echaran una carrera en Montmeló, además de ir a cuatro paradas -estrategia clave para que Ferrari ganase- el margen seguramente sería más estrecho. Por cierto, que si tan fundamental resultó la estrategia en boxes aquel día, este domingo pudo haber ocurrido lo mismo si a alguien de los de arriba hubiera arrancado con neumáticos medios.

Mateschitz y cualquier empresario que se embarque en el mundo del Gran Circo debe tener en cuenta que, pese a que en la Fórmula 1 hay grandes dosis de predictibilidad, no deja de ser un deporte, una montaña rusa donde unos días se gana, otros se pierde, y donde los héroes se vuelven villanos –y viceversa- de la noche a la mañana. Así que siempre es conveniente mirar a medio o largo plazo a la hora de hacer declaraciones para no quedar retratado en el futuro y, sobre todo, evitar que la prensa utilice sus palabras para titular “Vettel lleva ganados tres grandes premios sin correr”, por ejemplo.

“¡Qué coche, amigos. Alucinante!”. Sebastian Vettel tenía varios motivos para estar satisfecho cuando cruzó el ‘Salut Gilles Villeneuve’ del GP de Canadá. Además de lograr su victoria número 29 en su carrera y distanciarse más de sus rivales en la clasificación, el alemán está convencido de que tiene en sus manos un coche realmente competitivo. La actual exultante alegría de Vettel contrasta con el mensaje devastador y deprimente que dejó recientemente Dietrich Mateschitz en Barcelona, cuando parecía que el apocalipsis iba a llegar a la Fórmula 1 y la temporada iba a ser gris para todos los equipos y aficionados.

Sebastian Vettel