Domenicali, el líder de la manada, mete presión en Ferrari

La Scuderia, tras el GP de España, dio dos toques de atención: uno a Felipe Massa -“todos, él el primero, esperamos un cambio a partir del GP de Mónaco”- y otro a Maranello -“esto tiene que ser un empujón para todos los ingenieros en casa, para estar seguros de que mejoraremos el coche”-. Son dos declaraciones que demuestran el liderazgo que ha querido ejercer Stefano Domenicalli en un momento clave de la temporada, cuando las posibilidades de triunfo dependen de ellos mismos, no de fallos en terceros. El jefe de equipo de Ferrari mete presión a los suyos para no perder ritmo en el campeonato de pilotos y no quedar descolgado en el de constructores.

“Siempre hay que tener fe”, declaró este lunes Domenicali tras la satisfactoria carrera de Montmeló de la que salió Fernando Alonso ‘coliderando’ el Mundial. Del asturiano es de lo único que no se debe preocupar el jefe italiano. Hace unas semanas reconoció que estaba por encima de la máquina y que debían construir un “coche a su altura”. Algo que ya había señalado ‘otro’ líder de la manada, Luca Cordero di Montezemolo, e incluso el propio Alonso, insistiendo en que debían “seguir trabajando duro” en la factoría... Pat Fry, director técnico, habrá recibido estos mensajes como cuando un piloto escucha repetidamente por radio, durante una carrera, aquello de “push hard” (dale duro).

Domenicali es consciente de que en las manos de sus ingenieros está la posibilidad de ganar el mundial de pilotos. Si hay un buen coche, Alonso hará su trabajo correctamente para sacarle el máximo jugo. Para ello, con las mínimas diferencias que existen entre las escuderías, es necesario “aportar alguna innovación en cada carrera”. Un trabajo que depende de Maranello y que debe ser constante de aquí al final del año. La relajación en la factoría está prohibida y así lo ha hecho saber Stefano. La temporada se encuentra en un punto en el que se pueden perder más cosas que ganar y que exige la máxima concentración.

Objetividad sobre la mala temporada de Massa

Del otro campeonato, el de constructores, Ferrari no ha dicho adiós pero está más que complicado. Ya no sólo porque sea cuarto o esté casi a 50 puntos del líder, Red Bull, si no porque su segundo piloto sólo ha proporcionado el 3% de dichos puntos y mucho tendrían que cambiar las cosas para revertir este fenómeno.

Massa sólo ha logrado puntuar en una de las cinco carreras que se llevan disputadas y su compañero lo ha hecho en todas. “Fernando ha mantenido siempre un alto nivel mientras que la caída de Felipe se ha hecho sentir. El brasileño había conseguido 49 puntos hace dos años, 24 el año siguiente y en la presente temporada tiene sólo 2. En Montmeló, Felipe estuvo muy desafortunado, tanto en carrera como en calificación, pero todos, él el primero, esperamos un cambio a partir del GP de Mónaco”. La Scuderia, en un comunicado de este martes, explicaba la caída de su piloto a través de los números, algo que, en lugar de ayudar a aclarar la situación, ha servido para alimentar todo tipo de suspicacias.

Los medios de comunicación han recogido frases literales como “la caída de Felipe se ha hecho sentir” o “Felipe estuvo desafortunado” para, según la propia escudería, sacarlo de contexto. Anteriormente, Ferrari tuvo que corregir un tweet en el que expresó la “decepción” sobre Massa en Barcelona: “Estaba mal expresado. Estamos decepcionados con su resultado, no con el propio Felipe”. Todo lo que Ferrari diga sobre Massa será mirado con lupa y esto es algo que debe tener en cuenta Domenicali y su equipo.

Entre darle confianza y un toque de atención

El piloto brasileño atraviesa una situación delicada y, por tanto, cualquier comentario sobre él requiere cierta sensibilidad. Ayer, el twitter de Ferrari respondió irónicamente a los medios que le colocaban sustitutos, en lugar de obviar dichas informaciones. Una política que también debe controlar Domenicali para lograr el equilibrio entre dar confianza a su piloto y requerirle que dé un paso hacia delante.

En Mónaco, Felipe debe cumplir los pronósticos y puntuar para cerrar el frasco de los rumores. Según lo visto en Montmeló, el F2012 parece ser ya un monoplaza de Q3, lo que facilita enormemente terminar la prueba entre los diez primeros porque no es lo mismo salir sexto o séptimo que undécimo (por ejemplo), una posición en la que existen más posibilidades de ‘meterse’ en problemas. La Scuderia aún espera a un Felipe capaz de dar puntos a su equipo y robárselos a sus rivales.

¿Cómo gestionará Domenicali el prometedor futuro de este Ferrari? De cara al público ha mandado dos dardos (sin veneno) a los puntos más débiles de su equipo. Más allá de que sea efectiva para lograr su objetivo, representa una cuestión de imagen y aporta credibilidad para un jefe de equipo que busca su primer título… y un liderazgo puesto en duda desde Abu Dabi 2010, último momento clave para Ferrari desde el actual.