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Vino y nieve, pero no por ese orden: termina un gran día de esquí en una bodega de Rioja
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PLANES DE INVIERNO

Vino y nieve, pero no por ese orden: termina un gran día de esquí en una bodega de Rioja

Si eres amante del vino y de la nieve, este plan es para ti. Coge el coche, viaja hasta la zona de Rioja y disfruta de dos de los grandes placeres de la vida

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Pocos son los que se pueden resistir a una copa de un buen vino de Rioja después de esquiar. Pero, ¿y si alteramos el plan y no vamos sólo a tomar un vino? Imagina que subimos a Valdezcaray cuando abren pistas, a las 9 en punto. Que nos pasamos toda la mañana disfrutando de una gran jornada de nieve y que a eso de la 1 damos por cerrado un buen día de esquí.

A esa hora ya habremos disfrutado de una estación acogedora, familiar y muy bien ubicada en el centro para los aficionados castellanos, vascos, riojanos o navarros. Aunque este año habremos pagado un poco más por su forfait en temporada baja (ha subido de 19.50 a 21.50 euros), pistas como Dos torrentes, Campos blancos y Coloccobia habrán hecho que el esfuerzo mereciera la pena. Y ahora, la segunda parte de nuestro planazo de invierno: nos vamos de bodegas.

Los mejores vinos de Rioja a menos de una hora

La denominación de origen de Rioja incluye vinos de dos comunidades autónomas, La Rioja y País Vasco, ya que la zona de la rioja alavesa está incluso más cerca de Logroño que otras localidades riojanas. Haro, una de las cunas del vino en España, está a 50 kilómetros clavados de las pistas de Valdezcaray y ahí podrás visitar bodegas históricas como las de Muga, uno de los vinos más importantes de este país.

Pero, como nos gusta conducir, te proponemos hacer 80 kilómetros en vez de 50 e irnos a Laguardia, en la Rioja alavesa. Además de disfrutar de uno de los pueblos más bonitos de España, te recomendamos acercarte a una de esas bodegas poco conocidas pero que hacen vino cuidando los detalles hasta el límite: Luis Alegre. Conoce la bodega, prueba sus vinos y disfruta de una gran comida en su restaurante panorámico: no hay mejor manera de terminar una gran jornada de esquí.

Pocos son los que se pueden resistir a una copa de un buen vino de Rioja después de esquiar. Pero, ¿y si alteramos el plan y no vamos sólo a tomar un vino? Imagina que subimos a Valdezcaray cuando abren pistas, a las 9 en punto. Que nos pasamos toda la mañana disfrutando de una gran jornada de nieve y que a eso de la 1 damos por cerrado un buen día de esquí.

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