Es noticia
Se acabaron los macarrones y el fast-food: ésta es la dieta perfecta para el esquiador
  1. Deportes
  2. Esquí
tres expertos nos ayudan a comer bien en la nieve

Se acabaron los macarrones y el fast-food: ésta es la dieta perfecta para el esquiador

No es lo mismo ir 8 horas a la oficina que pasarlas esquiando, con frío y abrigados hasta arriba. Por eso, nuestro cuerpo necesita mucho más que pasta y comida rápida

Foto: El restaurante-cafetería de Baqueira 1800, un buen sitio para reponer fuerzas (Foto: Baqueira)
El restaurante-cafetería de Baqueira 1800, un buen sitio para reponer fuerzas (Foto: Baqueira)

¿Quién ha ido unos días a esquiar y no se ha comido un plato de pasta en el apartamento de turno? ¿Cuántos basamos nuestra dieta de nieve en la pizzería de la esquina o en el burger que hay debajo del hotel? Tres expertos nos ayudan a diseccionar las 24 horas de un día de nieve para confeccionar la dieta perfecta para el esquiador.

Lo primero es lo primero y, como nos asegura Antonio Murillo, Profesor Experto en Nutrición Deportiva de la UNIR, hay que desterrar la idea de que la alimentación de los deportistas debe ser diferente a la del resto de los mortales, “como mucho, adaptarla”. Eso significa que lo que es bueno para una persona que va a trabajar también lo es para quien va a disfrutar de un día de esquí, aunque en este caso hay que provisionar una mayor cantidad de calorías para la demanda de energía que se va a tener a lo largo del día en la nieve.

Por tanto, y en eso coincide Lucía Bultó, diplomada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Barcelona, lo mejor es comenzar la mañana con un desayuno basado principalmente en hidratos de carbono y proteínas en el que no pueden faltar pan, cereales y galletas, que aportan una gran cantidad de energía que se libera poco a poco. Además, alimentos ricos en proteínas como leche o yogures, fiambres y ahumados y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, que aporta la grasa que reparará el tejido muscular dañado durante la práctica. Por delante, ocho horas para disfrutar de la nieve… pero sin descuidar la alimentación.

Comer o no comer entre horas, ésa es la cuestión

Porque ocho horas son muchas horas, pero a los esquiadores nos gusta aprovecharlas a tope. Una paradita para el café y un bocata rápido es lo que muchos se permiten hasta que a las 5 cierra la estación, pero hace falta mucho más que eso.

En ese punto, nuestros dos expertos difieren: por un lado, Murillo opina que el cuerpo necesita reponer energía así que es buena idea aprovechar los remontes, el final de los descensos o cualquier momento de descanso para ingerir alimentos que aporten energía y nutrientes en pequeñas cantidades: barritas energéticas, galletas, frutos secos, zumos, etc. Por otro lado, Bultó cree que si el desayuno ha sido consistente y no se tiene hambre, no es necesario parar hasta mediodía para ingerir nuevos alimentos, aunque sí hay que hidratarse constantemente, ya sea a base de agua o de bebidas isotónicas.

Enrico Frabetti, Director de Política Alimentaria, Nutrición y Salud de la FIAB, tiene su propia opinión: “Es conveniente realizar entre 4 y 5 comidas a lo largo del día para repartir mejor el aporte energético y llegar con menor sensación de hambre a las comidas principales, lo que nos llevaría a realizar ingestas muy copiosas. Por eso, entre otras razones, se recomienda comer algo a media mañana, según la hora del desayuno y el almuerzo”. Por tanto, un aporte calórico a media mañana así como a mediodía ayudarían, por un lado, a mantener las reservas de energía para seguir esquiando y, por otro, a cumplir con esas 4 o 5 ingestas de alimentos recomendadas.

Preparando el mejor momento del día… gastronómico

A las 5 se paran los remontes y nos vamos al hotel. Llega el (gran) momento de quitarse las botas, pegarse una reconfortante ducha y pensar qué nos vamos a comer para cenar. Ya hemos visto los mejores restaurantes a pie de pista que hay en las estaciones de esquí de España, pero ahora tenemos que pensar qué es lo mejor que podemos pedir para recuperarnos del esfuerzo. Y, algo importante, cuanto antes lo hagamos, mejor.

Murillo recuerda que, después del ejercicio, “el cuerpo necesita la ingesta de alimentos rápidamente, por lo que es bueno comer algo nada más terminar”, algo con lo que está de acuerdo Lucía Bultó, aunque en su caso apunta a que esa merienda debería hacerse a base de líquidos como leche, zumos o, de nuevo, bebidas isotónicas.

Después, la hora de la cena ya depende de gustos de cada uno. Antonio Murillo confirma que lo importante es ingerir alimentos ricos en carbohidratos cereales como el arroz, pasta o patatas, así como alimentos proteicos como carnes, pescados o huevos. Para él, un revuelto con verduras y un segundo plato de carne o pescado es una fantástica cena para reponer fuerzas de cara a la próxima jornada de esquí. Lucía Bultó también apuesta por alimentos ricos en carbohidratos como pan y pasta y lo que se denominan proteínas blancas como el pollo o conejo… Ah, y de postre, mejor un producto lácteo tipo yogur o cuajada que la típica fruta.

Enrico Frabetti nos da su propio menú para la cena, en el que no falta nada de lo anteriormente expuesto: menestra de verduras y patata, solomillo de cerdo con guarnición de arroz y pan integral. Una forma muy rica de terminar el día sin tener que tirar de comida rápida o del recurrente plato de pasta.

Mención especial para el alcohol, el mayor enemigo del deportista en palabras de Lucía Bultó: “el alcohol provoca deshidratación y esa deshidratación es la causante de muchos problemas como dolores de cabeza, malestar o cansancio corporal”. En muchos casos se piensa que tomar una cerveza nos quitará la sed, pero estamos haciendo todo lo contrario. Por eso, cuando vayamos a hacer deporte, al igual que en la carretera, alcohol cero.

¿Quién ha ido unos días a esquiar y no se ha comido un plato de pasta en el apartamento de turno? ¿Cuántos basamos nuestra dieta de nieve en la pizzería de la esquina o en el burger que hay debajo del hotel? Tres expertos nos ayudan a diseccionar las 24 horas de un día de nieve para confeccionar la dieta perfecta para el esquiador.

El redactor recomienda