Froome manda un aviso a sus rivales y Contador se lo toma con (más) calma

Las tres victorias de Chris Froome en el Tour de Francia (2013, 2015 y 2016) han seguido un patrón similar. En la primera gran etapa de montaña, el británico ha atacado, se ha colocado líder (salvo en 2015, que ya vestía el maillot amarillo) y ya no se ha bajado el primer puesto de la general hasta París. Todos sus rivales saben que le gusta marcar su terreno en la primera etapa importante, que cuando la cosa se pone seria, el Sky pone en marcha el tren y el Froome remata la faena.

Las dos primeras veces lo hizo subiendo, con victorias en Ax 3 Domaines y La Pierre-Saint-Martin, pero el año pasado lo hizo bajando, con un descenso espectacular camino de Bagnères-de-Luchon que sorprendió a todos. La diferencia que sacó no fue importante, pero le bastó para vestirse de amarillo y cambiar el paso del Tour.

Este viernes, en la sexta etapa del Criterium du Dauphine, Froome volvió a exhibirse en un descenso, esta vez en el Mont du Chat (Monte del gato), un puerto de categoría especial con un descenso precioso y revirado, un final casi calcado al que se van a encontrar los ciclistas en la novena etapa del próximo Tour de Francia (habrá unos kilómetros más de llano hasta Chambéry). Era, pues, un ensayo. Y Froome envió un mensaje a sus rivales.

"Ha sido divertido, como en un videojuego", declaró el corredor del Sky después de la etapa, en la que acabó tercero. "No había hecho ese descenso antes, no lo había visto, y se ha había hablado tanto de él, de cómo de peligroso es, que me lancé y pensé: Esto pude salir de dos maneras", comentó Froome, que se lamentó de no haber ganado la etapa, en la que el danés Jakob Fuglsang por milémtros al australiano Richie Porte, nuevo líder de la carrera. Cuarto fue el italiano Fabio Aru.

Los dos, Froome y Porte, excompañeros en Sky, subieron de la mano en el último puerto, donde Alejandro Valverde fue el primer en moverse. El murciano estuvo escapado un par de kilómetros, hasta que el BMC, a la orden de Porte, lo atrapó. En ese momento comenzó una sucesión de movimientos que acabó con Valverde y Contador descolgados y el nuevo líder y Froome acelerando para ir atrapando a todos antes de coronar.

Las rampas de Mont du Chat demostraron los caminos diferentes que siguen Froome y Contador para llegar en condiciones ideales al Tour. Los dos afirmaron después de la etapa que aún están cortos de preparación. Pero mientras el británico, lejos de su mejor nivel en la contrarreloj del miércoles, corrió al ataque en el tramo final de la etapa, el español prefirió reservarse. Y es lo que va a hacer en las dos etapas de montaña que restan, como ya avisó antes del comienzo de la carrera.

“Ha sido una etapa a buen ritmo porque había varios equipos interesados en que se disputara la victoria de etapa y la última subida bien. Ha habido bastantes ataques y la subida ha sido descontrolada. Yo, básicamente, lo que he querido es seguir la rueda, sin entrar en los cambios de ritmo. Sé que todavía estoy un poco escaso de forma en cuanto a esfuerzos muy explosivos y me he dedicado a regular (...) Al final ha habido un grupo de corredores que han ido por delante, pero no una cosa que me haya preocupado, he preferido ir a mi ritmo", declaró Contador, que junto a Valverde se dejó un minutio en el tramo final de la subida y casi se va al suelo en la bajada. El corredor del Trek llegó a 1:06 del grupo de cabeza y a 16 de Valverde, que se escapó en la bajada.

“Mientras más dura hagan la carrera entre ellos y más ataquen hagan, mejor. Me voy a dedicar a hacer la carrera como la he hecho hoy, de una manera conservadora, pensando en más adelante”, avisó Contador, sexto en la general a 1:47 de Porte y 1:08 de Froome.