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Claves y argumentos para defender los polémicos frenos de disco
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charla con el product manager de bh

Claves y argumentos para defender los polémicos frenos de disco

“Consideramos que hay más pros que contras. Los frenos de disco son más seguros que los convencionales”, explica Roberto López, product manager de carretera de BH

Foto: Los frenos de disco están en el centro de la polémica tras el percance sufrido por Fran Ventoso en ala (FOTOS: www.bhbikes.com)
Los frenos de disco están en el centro de la polémica tras el percance sufrido por Fran Ventoso en ala (FOTOS: www.bhbikes.com)

Las impactantes imágenes y una carta abierta al mundo del ciclismo colocó en el centro de la polémica a los frenos de disco. Fran Ventoso vio cómo un tremendo boquete aparecía cerca de una tibia tras impactar con el mecanismo en la París-Roubaix. “Son auténticas cuchillas”, manifestó el ciclista español para denunciar el asunto. Días después, la Unión Ciclista Internacional (UCI) suspendía “con carácter inmediato” la utilización de dichos frenos, que esta temporada ya se estaban empleando en diferentes carreras de manera experimental. En esta espinosa cuestión también alzan la voz los que defienden el controvertido dispositivo; la opinión de los fabricantes es diametralmente opuesta, defendiendo con una serie de argumentos el uso de los frenos de disco.

Roberto López, product manager de carretera de BH, explica en charla con El Confidencial los beneficios de emplear este engranaje, que en su opinión ofrece más utilidad al mundo del ciclismo. “Consideramos que hay más pros que contras. Por encima de todo buscamos la seguridad del ciclista, tanto profesional como recreativo, y pensamos que tras las pruebas realizadas, los frenos de disco son más seguros que los convencionales”, dice para empezar su argumentación. “Se han hecho muchas declaraciones sobre este asunto y se ha hablado de discos similares a auténticas cuchillas, cuando los cantos son redondeados. Estamos de acuerdo en que se trata de un elemento más que puede hacer daño al ciclista en una circunstancia determinada por un golpe, pero en la misma medida que puede hacer daño un plato, un cierre de una rueda o simplemente un pedal”, relata cuando comienza su defensa de los frenos de disco.

Frenada precisa y homogénea

Quiere expresar el ejecutivo de la prestigiosa firma su total descuerdo con algunas manifestaciones realizadas sobre esta cuestión; así, tiene claro que “los frenos de disco no son, como se ha dicho en ciertos medios de comunicación, máquinas de cortar embutido, pues una vez que caes, la rueda apenas tiene inercia para girar y poder seccionar. La desgraciada caída de Ventoso en la pasada París-Roubaix fue un impacto directo contra el disco o cualquier otra parte incisiva de la bicicleta; no tengo muchos más datos de momento, pero por la zona donde se produjo la herida así parece”. Y subraya que “al principio algunos ciclistas eran reacios a emplearlos por la falta de seguridad, pero al final muchos se han convencido de que son mejores que los convencionales. Por ejemplo, los corredores del equipo que patrocinamos (Direct Energy) los utilizaron en la citada prueba; también eran reacios tras habérselos presentado en la concentración del equipo en diciembre, pero tras la pertinentes explicaciones y razonamientos, y por supuesto probarlos, han sido ellos los que han optado por usarlos en carrera, con un 'feed-back' muy positivo por su parte”.

En su firme defensa de los frenos de disco recuerda otro aspecto que considera fundamental: “Otro detalle a su favor es que siempre tiene una frenada precisa y homogénea en cualquier situación atmosférica; todos sabemos la dificultad de frenar con un freno convencional y unas llantas de carbono que puede llevar en su bici cualquier usuario un día de lluvia. Imagínense eso en una etapa de profesionales bajando un puerto de los Pirineos a 90 km/h…”. Y añade: “O por ejemplo, imagínense una etapa cualquiera del Tour de Francia, donde se pueden alcanzar los 40 grados de temperatura ambiente, con una llanta con frenos convencionales tras una bajada de 15 kilómetros; dicha llanta alcanza temperaturas de 140º y se reblandece el famoso 'mastic' -pegamento con el que se pegan los tubulares- y éste se puede despegar de la llanta, que es lo que le sucedió a Beloki en el Tour de 2003, cuando peleaba por el triunfo en esta prueba con Ulrich y Armstrong. En pruebas populares, en las que se usan cubiertas en lugar de tubulares, como puede ser la quebrantahuesos, es fácil encontrarse bajando a ciclistas que su llanta se ha recalentado por efecto del rozamiento de la frenada y se ha abierto, con el consiguiente peligro”.

Libertad de elección

Roberto López continúa con su defensa destacando que “permiten que los corredores puedan llevar ruedas más anchas (cubiertas y llantas), lo que redunda en un mayor confort (mejor adsorción de impactos y rugosidades del terreno) y seguridad (el denominado paso por curva se puede hacer a una mayor velocidad sin aumentar el riesgo)”. Y recuerda que “ahora se está investigando más sobre este asunto para explicar a ciclistas y asociaciones que los frenos de disco no son peligrosos, aunque se los ha endemoniado últimamente, y que los pros son más que los contras que podamos encontrar”. Quiere dejar claro que “nosotros no obligamos a nadie a emplear este sistema, pero en nuestra opinión todo son ventajas. A los fabricantes nos molesta que todo el mundo hable de los frenos de disco y de sus supuestas contraprestaciones sin tener el conocimiento adecuado de dicho sistema”.

Igual que otras marcas, en BH se aplican a diario para establecer nuevas mejoras en este dispositivo con el fin de salvaguardar el físico de los ciclistas. Así, aclara que “estamos trabajando en una especie de carcasa de carbono que recubra el disco, y actualmente estamos haciendo una serie de tests de impacto para ver la comparativa con un choque directo sobre el disco o sobre cualquier otra parte que sobresalga en el conjunto de la bici”. “Que la gente sea libre para usar el sistema que considere oportuno, pero en mi opinión no tiene ni pies ni cabeza que la Real Federación Española de Ciclismo haya prohibido hace escasas fechas su utilización en marchas populares o cicloturistas, donde recordemos que son no competitivas; no sabemos muy bien en qué se han basado”, recalca.

Otras polémicas

En el actual escenario, las firmas aguardan acontecimientos con expectación, pues la apuesta ha sido muy fuerte. Roberto significa que “las marcas hemos hecho una inversión muy importante en este sistema, que consideramos efectivo al 100%, y estamos a la expectativa de lo que suceda. Insisto en que hay más ventajas que inconvenientes. Creemos que en breve todo quedará claro. Desde luego antes del Tour de Francia. Es lo que queremos al tratarse del mayor escaparate para las marcas y esta fecha puede ser un punto de inflexión para dejar zanjada esta discusión”. Y subraya que “estamos luchando en un sector muy tradicionalista en el que a veces lo nuevo siempre parece ser sinónimo de malo. Por poner un ejemplo, a mediados de los años 80 se introdujeron los primeros pedales automáticos con un sistema de fijacion que provenía del ski. Se tardó más de dos años en extenderse su uso porque parecían inseguros y demás. Hoy en día es impensable el uso de cualquier bicicleta, tanto de uso competitivo como recreativo, sin este sitema”. “Lo mismo puedo decir de los grupos eléctricos, que también generaron polémica y hoy en día están implantados en cualquier bicicleta; de hecho, si una bicicleta no lleva trasmisión electrónica parece estar fuera de onda”, dice para acabar.

Las impactantes imágenes y una carta abierta al mundo del ciclismo colocó en el centro de la polémica a los frenos de disco. Fran Ventoso vio cómo un tremendo boquete aparecía cerca de una tibia tras impactar con el mecanismo en la París-Roubaix. “Son auténticas cuchillas”, manifestó el ciclista español para denunciar el asunto. Días después, la Unión Ciclista Internacional (UCI) suspendía “con carácter inmediato” la utilización de dichos frenos, que esta temporada ya se estaban empleando en diferentes carreras de manera experimental. En esta espinosa cuestión también alzan la voz los que defienden el controvertido dispositivo; la opinión de los fabricantes es diametralmente opuesta, defendiendo con una serie de argumentos el uso de los frenos de disco.

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