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Cummings, el velocista que permitió a Sudáfrica celebrar el día de Mandela
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Primer triunfo de un equipo africano

Cummings, el velocista que permitió a Sudáfrica celebrar el día de Mandela

"Queremos hacer algo especial, así que estén atentos hoy a nuestro equipo". Así advirtió el director del MTN-Qhubeka antes de empezar la etapa y su corredor pudo rendir homenaje a Madiba

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"Queremos hacer algo especial, así que estén atentos hoy a nuestro equipo". Era una advertencia clara. No iba a ser una etapa más para el MTN-Qhubeka. El Día de Mandela del Tour por primera vez en la historia tenía a un equipo africano y que, para más emoción, era sudafricano. Era un éxito inconmensurable ya estar en la mayor carrera por etapas del ciclismo, pero el Qhubeka no tenía intención de simplemente estar, de pasar por allí sin pena ni gloria. No querían contar en el futuro a las siguientes generaciones de corredores que una vez corrieron el Tour. Querían contar que una vez ganaron. Al menos por un día, fueron los mejores de la mejor competición. Y Douglas Ryder eligió una magnífica jornada para hacerlo realidad.

Doug Ryder es el director del equipo. Su ilusión, desde que en 1997 fundara, cuando todavía era un corredor, el Qhubeka era llevarlo al Tour de Francia. Lo consiguió 18 años después, cuando un mensaje de Christian Proudhomme le apareció en el móvil comunicándole que estaba incluido entre los 22 equipos: “Bienvenido al Tour de Francia –decía el mensaje–. Por favor, llámeme”. El director del Tour no le convenció del todo. No se lo podía creer. “Casi me da algo. Tuve verdaderos dolores en el pecho y no podía respirar. Tras muchos años de trabajo allí estaba, sentado en una silla mirando Twitter y dándole a la tecla de refrescar una y otra vez”, dijo Ryder en una entrevista a Cycling Weeklycuando esperaba que la cuenta oficial del Tour de Francia comunicase todos los equipos.

Pero la ambición del Qhubeka, como decimos, va mucho más allá de una mera participación. A pesar de haberse convertido en un equipo profesional de categoría continental en 2013, es decir, hace nada en realidad, ya se ha colado en dos de las grandes vueltas y, lo que es más importante, ha obtenido dos logros en el Tour que son ya historia viva del ciclismo africano: un maillot à pois de la montaña con Daniel Teklehaimanot y una victoria de etapa, con la de este sábado en Mende de Steve Cummings. No podía haber mejor homenaje para Mandela, el héroe nacional en el día en que habría cumplido 97 años.

No es un decir que un equipo sudafricano trate de homenajear a Nelson Mandela. El Qhubeka, como ya hiciera el que fuera presidente del país, ha dedicado la mayoría de su existencia a la ayuda a los más necesitados en todo el continente africano, especialmente en la mitad sur. Han unido el deporte y la solidaridad en forma de bicicleta, la cual regalan a personas sin ningún tipo de medio de transporte para que puedan moverse con libertad y, además, puedan realizar un sano ejercicio. Y como le pasara a Teklehaimanot, tanto utilizar la bici en terrenos escarpados y muy elevados le han convertido en un escalador tremendamente fiable y con un futuro enorme ante sí.

El salto al ciclismo profesional llenó de alegría a Doug Ryder, pues estaba cada día más cerca del Tour, pero por supuesto, cuanto más grande se hacía el Qhubeka, más responsabilidades tenía que asumir. Y una de ellas era la internacionalización del equipo, la apertura a ciclistas profesionales de fuera del continente negro que deseasen formar parte del conjunto y dieran un salto de calidad importante. Eso pasó cuando firmaron al estadounidense Tyler Farrar, al noruego Edvald Boasson Hagen y al británico Steve Cummings. Éste último fue el que otorgó al Qhubeka la victoria en la 14ª etapa del Tour de Francia, lo cual también era su mayor logro a nivel individual.

De hecho, Cummings empezó a obtener buenos resultados como ciclista muy lejos de las carreteras. No se trata, de hecho, de un rodador de cuna, sino que se recicló desde la pista a la calzada después de obtener muy buenos resultados tanto en persecución individual como en equipos. En los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004 se colgó la plata en persecución por equipos, pero al año siguiente se desquitó en los Mundiales en pista al ganar el oro en la misma disciplina, algo que repitió también en 2006 en los Juegos de la Commonwealth. Posteriormente, no obtuvo grandes resultados en carretera hasta que en 2012, mientras defendía al BMC, consiguió su primera etapa en una grande, en este caso en la Vuelta a España. Ahora, en la recta final de su carrera, obtuvo la que quizás sea su mayor recompensa: una victoria en media montaña en la grande boucle. Quién iba a decirle que le serviría para hacer feliz a todo un país y para homenajear a una leyenda.

"Queremos hacer algo especial, así que estén atentos hoy a nuestro equipo". Era una advertencia clara. No iba a ser una etapa más para el MTN-Qhubeka. El Día de Mandela del Tour por primera vez en la historia tenía a un equipo africano y que, para más emoción, era sudafricano. Era un éxito inconmensurable ya estar en la mayor carrera por etapas del ciclismo, pero el Qhubeka no tenía intención de simplemente estar, de pasar por allí sin pena ni gloria. No querían contar en el futuro a las siguientes generaciones de corredores que una vez corrieron el Tour. Querían contar que una vez ganaron. Al menos por un día, fueron los mejores de la mejor competición. Y Douglas Ryder eligió una magnífica jornada para hacerlo realidad.

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