El Muro de Bretaña, donde ganó Vuillermoz, vuelve a mostrar las debilidades de Nibali

El francés Alexis Villermoz se impuso este sábado en solitario en la cima del Muro de Bretaña, mientras que Vincenzo Nibali, vencedor de la pasada edición, cedió diez segundos con el grupo de los favoritos a ganar el Tour de Francia. El ciclista del AG2R sorprendió al pelotón de los favoritos con un salto en el último kilómetro para hacerse con la etapa de prestigio, por delante del irlandés Daniel Martin y de Alejandro Valverde, que era el gran favorito para ganar la etapa.

Tercero en el Muro de Huy, Villermoz, un ciclista que hace año y medio estaba en el paro y fue rescatado por el AG2R, demostró su buen momento de forma en otro cima explosiva para lograr la victoria más brillante de su carrera. La general sigue encabezada por Chris Froome, que fue el que marcó un ritmo durísimoen el Muro de Bretaña, una aceleración en la que se descolgó Nibali.

El italiano del Astana se dejó 20 segundos con el ganador de la etapa y 10 respecto al grupo de los favoritos, encabezado por Valverde y en el que también estaban Alberto Contador y Nairo Quintana. Nibali está ahora a 1.48 de Froome, que tiene también una renta de 36 segundos con Contador y de 1.56 con Quintana.

La jornada arrancó con 100 kilómetros de escasa exigencia antes de llegar al Col du Mont Bel Air. Sylvain Chavanel, Romain Sicard, Pierre-Luc Perichon y Bartosz Huzarski se fugaron del grupo de cabeza y fueron neutralizados por un ataque de Michal Kwiatkowski a su llegada al primer puerto del día, con Cannondale y Sky tirando del pelotón con un ritmo muy fuerte para engullir a los corredores.

A pesar de la intensidad de la persecución, el perfil llano del trazado dificultaba a Cannondale la posibilidad de disminuir la ventaja superior a un minuto con respecto a los tres escapados -Huzarski y Lars Ytting Bak y Michal Golas- que aguantaron con entereza buena parte de la carrera el pulso del pelotón.

Mientras tanto, la constancia en el ritmo de los fugados, que colaboraron entre sí para mantener su ventaja el máximo tiempo posible, obligó a los equipos a formar sólidas agrupaciones entre sí para luchar entre ellos por las mejores posiciones en la cabecera del pelotón para la entrada del Muro de Bretaña.

El insistente empuje de Cannondale-Garmin tirando del pelotón, ayudados por el BMC y Sky, en las zonas de repechos, acabaron por neutralizar la fuga a ocho kilómetros de la meta mientras los corredores cogían posiciones para la ascensión de los últimos dos kilómetros. Con un desnivel del 12%, Team Sky afrontó el ascenso con Froome en segunda posición mientras Nibali dejó malas sensaciones y se quedó colgado en los metros finales. El duro final lo supo afrontar Villermoz, que tomó un espacio y atacó para proclamarse vencedor de la etapa.