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​Valverde tira de calculadora y del túnel del viento de McLaren para subir al podio
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le separan 15 segundos del segundo puesto

​Valverde tira de calculadora y del túnel del viento de McLaren para subir al podio

La montaña de esta edición del Tour de Francia se ha acabado. La tercera etapa pirenáica con final en Hautacam volvió a dejarnos una exhibición de

Foto: Valverde se juega el podio con Pinot y Peraud (AP)
Valverde se juega el podio con Pinot y Peraud (AP)

La montaña de esta edición del Tour de Francia se ha acabado. La tercera etapa pirenáica con final en Hautacam volvió a dejarnos una exhibición de Nibali, que ganó su cuarta etapa de este año en la ronda gala y distanció a sus rivales en la general más allá de los siete minutos. El italiano, además, casi alcanza también el liderato en la general de los escaladores, que finalmente será para Majka –tercero ayer– y volvió a dejar bien claro quién es el gran jefe de este Tour. Nibali, molesto cada vez que se le cuestiona por las ausencias de Froome y Contador –raro es el día que no haya una pregunta al respecto–, quiso dar otro golpe de autoridad con un ataque a 10 kilómetros de la meta para marcharse en solitario y que los de atrás se pelearan por el podio.

En esa batalla por acompañar al italiano en los Campos Elíseos el gran perjudicado de ayer fue el español Alejandro Valverde, que cedió la escasa renta que llevaba con respecto a Pinot y Peraud y tendrá que jugárselo todo en la contrarreloj del sábado. Las diferencias que separan a los tres aspirantes –se reparten dos plazas– son mínimas. Los tres están en un pañuelo de 15 segundos –los que hay entre Pinot y Valverde– y los 54 kilómetros de cronometrada son mucha distancia para unas diferencias tan cortas, por lo que se espera una jornada apasionante. El escarpado recorrido, además, favorece a los corredores que más fuerza tengan a estas alturas de carrera, y en ese sentido parece que el murciano es el que más está sufriendo en los últimos días ante el empuje de los ciclistas galos.

Sin embargo, Alejandro Valverde se muestra optimista y, aunque admite que “el cuerpo está al límite”, es sabedor que un último esfuerzo conlleva mucha recompensa –nunca antes ha estado tan cerca del podio en el Tour–. Además, la contrarreloj ya no es ese talón de Aquiles que tantas veces ha dejado al líder del Movistar fuera de sus objetivos y el trabajo realizado en los últimos años está dando sus frutos. Sin ir más lejos, Valverde saldrá con el maillot de campeón de España de la especialidad que logró justo antes de salir rumbo al Tour y en un trazado –el mismo del Mundial de Ponferrada del próximo septiembre– muy similar al que servirá de ring en el combate por el segundo y tercer puesto de la general. “Es un perfil que me viene bien”, señalaba Valverde a El Confidencial los días previos al arranque del Tour en Leeds. “Es un poco más duro que el del Campeonato de España y será más determinante tener fuerzas que ser un especialista contra el crono”, proseguía.

De hecho, ninguno de sus rivales es un fuera de serie en la contrarreloj y los precedentes en las últimas cronos que han coincidido suelen beneficiar al corredor español. En la Vuelta al País Vasco de esta misma temporada, Valverde –en un mal día y con un resfriado que le mermó los últimos días de carrera–sacó 23 segundos a Pinot en 26 kilómetros. Anteriormente, en la Vuelta a España del 2013, el murciano volvió a ganarle la partida al francés, esta vez por 40 segundos y en un trazado de casi 39 kilómetros. Para encontrar duelos entre el español y el otro francés que pugna con él por el podio, Jean Christophe Peraud, hay que remontarse a la primera crono del pasado Tour de Francia, ya que en la segunda el corredor del Ag2r ya había abandonado la ronda gala. En un recorrido de 32 kilómetros con final en el Mont Saint Michel, Valverde aventajó en 10 segundos al ciclista francés.

Para encontrar un precedente en el que coincidieran los tres protagonistas de la batalla de mañana por el podio hay que remontarse al Tour de Romandía del 2013 –en el mes de abril–. Entonces, en la última etapa de la prueba suiza de 18,7 km, esta vez sí Peraud sacó ventaja a sus rivales. Era un recorrido técnico, sobre todo la parte final, y el francés aventajó en 38 segundos a Valverde y en 49 a su compatriota.

No obstante, con un porcentaje mayor de alegrías que de desilusiones, el corredor del Movistar llega convencido de que el podio no se le puede escapar. Alejandro, además, ha vuelto a la posición sobre la bici de contrarreloj que tan buenos resultados le dio a principios de temporada, llegando a ganar la crono de la Vuelta a Andalucía a gente como Wiggins o Porte –aunque en estos casos el momento de forma de cada uno en el arranque del curso suele influir mucho y no es una referencia cien por cien fidedigna–. Una posición que trabajó Valverde y el equipo Movistar en el túnel del viento de McLaren durante el invierno y con la que Alejandro se encuentra muy cómodo. Esperemos que los precedentes, la calculadora y el trabajo de Valverde en esta disciplina sirvan para enjugar esos escasos segundos que le separan de un gran éxito como sería subir al podio del Tour de Francia.

La montaña de esta edición del Tour de Francia se ha acabado. La tercera etapa pirenáica con final en Hautacam volvió a dejarnos una exhibición de Nibali, que ganó su cuarta etapa de este año en la ronda gala y distanció a sus rivales en la general más allá de los siete minutos. El italiano, además, casi alcanza también el liderato en la general de los escaladores, que finalmente será para Majka –tercero ayer– y volvió a dejar bien claro quién es el gran jefe de este Tour. Nibali, molesto cada vez que se le cuestiona por las ausencias de Froome y Contador –raro es el día que no haya una pregunta al respecto–, quiso dar otro golpe de autoridad con un ataque a 10 kilómetros de la meta para marcharse en solitario y que los de atrás se pelearan por el podio.

Tour de Francia Alejandro Valverde
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