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Steve Kerr, el arquitecto de los Warriors que ve los partidos desde el vestuario
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la final de la nba empieza esta madrugada

Steve Kerr, el arquitecto de los Warriors que ve los partidos desde el vestuario

El entrenador de Golden State se ha perdido casi todos los 'playoffs' por un problema de salud. Aunque está mejor, no se sentará en el banquillo en el primer partido de la final contra los Cavaliers

Foto: Steve Kerr es el entrenador de los Warriors desde el verano de 2014. (EFE)
Steve Kerr es el entrenador de los Warriors desde el verano de 2014. (EFE)

El pasado 14 de mayo, los Warriors comenzaron muy mal el primer partido de la final de conferencia contra los Spurs. Tras los dos primeros cuartos perdía por 20 puntos (42-62), una diferencia que creció hasta los 25 en el tercer período. En el descanso, Steve Kerr dio una charla a sus jugadores. "Tenemos que encontrar el equilibrio entre el ritmo y la disciplina", les dijo, haciendo hincapié en los errores que habían cometido y que habían permitido a San Antonio anotar canastas fáciles. "Solo tres defensas seguidas", les pidió.

El fragmento de la charla en principio no tenía nada de extraño: un entrenador dando instrucciones a sus jugadores en el descanso de un partido. Pero Kerr, que aparecía con una sudadera gris de los Warriors en vez de con traje, no era el técnico de Golden State en aquel partido. Tampoco lo había sido en los seis anteriores ni lo fue en los tres posteriores.

Si han seguido los 'playoffs' de la NBA sabrán que están siendo los más desequilibrados en mucho tiempo, por no decir de siempre. Golden State y Cleveland se han plantado en la final ganando 24 de 25 partidos entre los dos, y los de Oakland se han convertido en el primer equipo de la historia que llega invicto a la última serie: ganaron 4-0 a los Trail Blazers, a los Jazz y a los Spurs. De esos 12 triunfos, 10 los consiguió sin Kerr, de baja por problemas de salud. Como ya sucediera la pasada temporada, el técnico ha tenido que apartarse y dejar el mando del equipo a su asistente principal, Mike Brown.

El lunes pasado, después de uno de los entrenamientos previos a la final, los periodistas se llevaron la sorpresa: el que salió a atenderlos fue Kerr y no Brown. ¿Significaba eso que Kerr iba a regresar al banquillo tras más de un mes de baja? No, solo estaba allí porque Brown estaba enfermo y no había podido dirigir el entrenamiento. ¡Kerr estaba sustituyendo a su sustituto!

Kerr dirigió su último partido el 19 de abril, una victoria 110-81 contra los Blazers en casa. Al siguiente encuentro, en Portland, ni siquiera viajó. Y desde entonces no ha vuelto a sentarse en el banquillo. El técnico sufre migrañas y náuseas por una pérdida de fluido espinal desde que se operó de la espalda hace dos años. Tras los dos primeros partidos de 'playoffs' dijo basta y decidió dejar el banquillo de manera indefinida: no volverá hasta que se encuentre bien; no quiere sentarse en el banquillo un partido y volver a ausentarse.

"Estoy bien, pero no lo suficiente para dirigir un partido", explicó el lunes Kerr. "Lo sé porque dirigí los 82 (la temporada regular) y me sentí bien. Tenía mucho dolor, pero estaba bien. Pero en los dos primeros partidos de la serie contra Portland no sé lo que pasó, pero las cosas empeoraron. Me vísteis en el último cuarto: no podía sentarme en mi silla. Tenía mucho dolor".

Desde el primer momento, su decisión fue apoyada por todos en los Warriors, desde los jugadores hasta los dueños, que han entendido que la prioridad es su salud, por mucho que esté en juego un anillo. A principios de este mes, Kerr fue intervenido, y su situación ha mejorado, hasta el punto de que participa en los entrenamientos y viaja con el equipo. Es muy probable que dirija algún partido lo largo de la final, pero de momento no lo hará en el primero.

Kerr ya tuvo que ausentarse la temporada y dejar a su asistente al mando. Entonces fue Luke Walton, ahora entrenador de los Lakers, el que lo sustituyó. En su ausencia, que se alargó durante los primeros 43 partidos de la temporada, los Warriors consiguieron el mejor arranque de la historia de la NBA, con 24 victorias seguidas, y cimentaron el récord de 73 que acabarían consiguiendo meses después. Ahora, con Mike Brown como técnico interino, han conseguido otro récord: ese 12-0 en 'playoffs'.

Lo curioso es que todos los resultados de Walton y Brown, por normativa de la NBA quedarán registrados a nombre del titular del puesto, algo que Kerr calificó de "ridículo". Por esa misma razón, la primera final desde 1975 con dos entrenadores negros no será tal.

Kerr, un excelso tirador, jugó en la NBA 15 años (1988-2003). En ese tiempo ganó cinco anillos, cuatro con los Bulls de Jordan y uno con los Spurs de Duncan. De ambos equipo aprendió también mucho para su etapa de entrenador de dos gigantes de los banquillos como Phil Jackson y Gregg Popovich. El primero lo quiso fichar para los Knicks en 2014, pero Kerr, que decidió dar el salto a los banquillos tras años como comentarista (y una etapa como dirigente en los Suns de Mike D'Antoni y Steve Nash), eligió a los Warriors.

Allí se encontró un equipo que ya era bastante bueno, que ya tenía a todas sus estrellas, pero al que Mark Jackson, su predecesor en el cargo, no supo sacarle todo el jugo. Kerr convirtió a Golden State en una máquina de juego ofensivo, en un equipo histórico que ganó aquella temporada el anillo y que ya va por su tercera final seguida. Es tan grande la fortaleza de la idea de esa idea de juego, que los Warriors casi no notan la baja de Kerr.

Viendo los resultados en su ausencia, puede parecer que entrenar a los Warriors es muy fácil, que Curry, Durant y compañía se gobiernan solos. Y algo de eso hay, pero también hay mucho mérito tanto de Brown ahora como de Walton la temporada pasada. Kerr ve los partidos en el vestuario, pero no da ninguna instrucción en directo a nadie del cuerpo técnico. Toda la responsabilidad recae en Brown.

"Mike (Brown) lo está haciendo de manera fantástica. Es una situación rara para cualquiera, algo único (...) No estoy en la banda durante los partidos. Es él quien tiene que tomar decisiones como si fuera su equipo", explicó Kerr esta semana. Brown es un suplente con caché de titular. Aunque no cuente en su historial, será la segunda vez entrene en una final de la NBA. La otra fue hace diez años, cuando entrenaba a a LeBron James en los Cleveland Cavaliers.

El pasado 14 de mayo, los Warriors comenzaron muy mal el primer partido de la final de conferencia contra los Spurs. Tras los dos primeros cuartos perdía por 20 puntos (42-62), una diferencia que creció hasta los 25 en el tercer período. En el descanso, Steve Kerr dio una charla a sus jugadores. "Tenemos que encontrar el equilibrio entre el ritmo y la disciplina", les dijo, haciendo hincapié en los errores que habían cometido y que habían permitido a San Antonio anotar canastas fáciles. "Solo tres defensas seguidas", les pidió.

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