Calderón, en la casa de Kobe: "Nunca puedes dejar de perseguir el anillo"

Cuando José Manuel Calderón debutó en la NBA, Stephen Curry no había entrado aún a la universidad. El base extremeño es un jugador con muchísima ascendencia en la mejor liga del mundo y sabe a la perfección cómo funciona. Asumió hace mucho tiempo que un día podía estar en un equipo y, al día siguiente, amanecer siendo de otro. En los últimos cuatro años, ha jugado en cinco equipos, ha pertenecido a seis y todavía sueña cada día con ser campeón, con ponerse en el dedo el anillo más preciado del planeta. La historia dice que los Lakers deberían ser candidatos al título, pero no es así desde hace tiempo, y menos ahora sin Kobe Bryant. Pero a 'Calde' le hace ilusión esta temporada en la que él debe ser uno de los líderes del vestuario del Staples Center.

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De hecho, tiene muy claro que si está en Los Ángeles es precisamente por la convicción de que desempeñará un papel excelente como veterano, como 'instructor' de una plantilla que precisa de mucho trabajo de base. "Los Lakers tienen un grupo muy joven pero de mucho talento: Russell, Clarkson, Ingram, Randle... Están creciendo como jugadores y seguro que sobre ellos se va a reconstruir la plantilla. Y mi experiencia me servirá para echarle una mano a Russell en lo que haga falta, porque eso será muy beneficioso para el equipo", dice Calderón en una conferencia telefónica con varios medios de comunicación españoles. Además, algo que ha sorprendido a Calderón en estas semanas en la franquicia californiana es la "sensación de paciencia" que hay. "Ellos saben que están en el periodo de reconstrucción, pero piensan: 'Vamos a volver a ganar'. Transmiten la sensación de saber cómo se tienen que hacer las cosas, de cómo ir formando un equipo con aspiraciones".

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Calderón sabe que va a jugar poco, incluso cree que le va a venir "bien" para aguantar físicamente a su edad (cumplió 35 años el 28 de septiembre), pero no olvida cuál es el verdadero reto de todo jugador que juega en la NBA. "Nunca puedes dejar de perseguir el anillo", dice con convicción el base. Por supuesto, este año no hay opción de entrar en esa lucha reservada para los elegidos, pero el próximo curso todo puede cambiar. "Si en estos años que me quedan (lo que el cuerpo me deje) tengo la opción de ir a un equipo con aspiraciones, sería un motivo prioritario", reconoce. Será agente libre al finalizar la temporada y podrá elegir entre las ofertas que le lleguen para seguir aspirando a ganar la liga, porque en este momento no tiene intención todavía de volverse para casa.

Pero España tira, y sobre todo le tiran los suyos. Ese es el motivo principal que le impide seguir por la vía que le conducen sus pasos y su pasión por este deporte. "Por una parte sí me gustaría ser entrenador, siempre he estado muy involucrado en el baloncesto, pero el entrenador necesita mucho tiempo y yo he estado demasiado fuera de casa. Necesito estar con mi familia", afirma el jugador, que se retiró de la selección española el pasado verano después del bronce de Río. Precisamente, esos éxitos con España es lo que ha hecho que los jugadores españoles hayan ido, según Calderón, ganando "más y más respeto" por parte de toda la NBA.

Ahora mismo, su reto está claro: ayudar a que los Lakers enderecen el rumbo perdido hace mucho tiempo. No hay pasos preestablecidos, ni un objetivo fijado con antelación. Los playoffs todavía quedan lejos como para pensar en ellos. "No nos hemos puesto ningún límite", asegura el nuevo '5' 'purple and gold'. "El equipo va a ir creciendo a lo largo del año y ojalá podamos luchar por todo. Está claro que el oeste es muy complicado, pero estoy convencido que se va a mejorar lo del año pasado. Es una transición especial, porque 20 años después no está Kobe Bryant, pero eso tiene que hacernos a todos remar en la misma dirección", continúa.

Que deje el baloncesto Bryant es un golpe para la NBA, pero más que a los propios Lakers no le afecta a nadie. Nada más anunciar su retirada se empezó a especular sobre el potencial relevo en el equipo, el jugador que podía recoger el testigo de líder indiscutible y muchos apuntaron a D'Angelo Russell, pero para Calderón no sería bueno poner tanta presión sobre los hombros de un chico de 20 años. "Son palabras mayores intentar poner a alguno de mis compañeros como sucesor, es muy pronto".

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En esta campaña va a haber partidos entre españoles todas las noches. Nunca había habido diez jugadores de nuestro país en la NBA y Calderón solo tiene buenos deseos para los que se incorporan esta vez. "Contra Juancho -Hernangómez- he jugado un par de veces y ha hecho dos partidos muy completos, es un tío grande que puede tirar. Cuando empiece la temporada veremos qué rol tiene en el equipo, pero tiene la calidad y el físico necesarios para tener minutos en Denver. Willy -Hernangómez- en Nueva York se encuentra con un montón de pivots, pero tengo la confianza de que entre en la rotación y pueda jugar todos los días. Sergio -Rodríguez- va a ser el jugador más importante en esa posición y por el tipo de jugadores que tiene va a hacer una muy buena temporada. Y el rol de Abrines en los Thunder va a ser el de un tirador que abra la defensa en una plantilla muy interesante que va a jugar muy diferente sin Durant".

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Porque Durant está con Curry. Y con Thompson, y con Iguodala y Green. Los Golden State Warriors son el equipo a batir, y Calderón lo sabe. El juego de los de Steve Kerr es espectacular y muy diverso a lo que se ve. ¿Puede hacer daño ese estilo de juego a los jóvenes que vengan de abajo y se crean que todo es tirar triples? "Cuando eres pequeño, hay que coger las cosas positivas. Juegan muy bien, es increíble cómo lo hacen, pero lo que hay que inculcar a los 'peques' es que para llegar a ese nivel hay que trabajar mucho y hacer otras cosas primero antes de tirar triples", concluye Calderón.