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Thon Maker, el jugador de instituto que quiere seguir los pasos de Malone y Garnett
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se ha declarado elegible para el 'draft'

Thon Maker, el jugador de instituto que quiere seguir los pasos de Malone y Garnett

El jugador sursudanés quiere presentarse al 'draft' de la NBA siendo aún un jugador de instituto, algo que la NBA prohibió en 2005. A pesar de eso, Maker cree que la norma le ampara

En 1974, Moses Malone se convirtió en el primer jugador que pasó directamente desde el instituto al baloncesto profesional. Con 19 años dejó Petersburgh (Virginia) y se marchó a Salt Lake City tras firmar un contrato con los Utah Stars de la ABA, que pusieron en sus manos 565.000 dólares (2,1 millones actuales si lo ajustamos a la inflación) por cuatro temporadas. Ahora, 42 años después, otro jugador de instituto quiere seguir el mismo camino y saltar del 'high school' a la NBA. Su nombre es Thon Maker.

[Lea aquí: El dinka 'australiano' que sueña con la NBA]

Hace una semana, Maker anunció que va a presentarse al próximo 'draft', una decisión que cogió por sopresa a casi todos porque choca con las normas de la liga, que desde 2005 impiden presentarse a jugadores de instituto. Ese año, la NBA y el sindicato de jugadores acordaron un nuevo convenio colectivo (que estuvo vigente hasta el 'lockout' de 2011) que fijó una edad mínima para entrar en el 'draft'. La norma, que sigue vigente en el último convenio, establece que un jugador debe tener 19 años y que debe haber pasado una temporada completa entre entre su graduación y el 'draft'. Maker cumple la primera condición (nació en 1997), pero hay más dudas en la segunda.

Maker ha competido esta temporada en el Athlete Institute de Ontario (Canadá), pero tanto el jugador como su tutor, Edward Smith, consideran que ha sido un año de posgraduado y que en realidad terminó el instituto en 2015, lo que le permitiría dar el salto ya. Su plan es contratar un agente cuando la liga le dé el visto bueno, lo que le impediría ir a la universidad si no es elegido en el 'draft'. Ahora mismo no contempla otra opción que no sea jugar a partir de la próxima temporada en la NBA, que tiene que pronunciarse sobre las intenciones del joven ala-pívot de 2,16 metros, un fenómeno de YouTube desde hace años.

Vídeo de Thon Maker de principios de 2014.

La generación que cambió la NBA

El flujo de jugadores de instituto hacia la NBA ha sido irregular. Un año después de que Malone debutara en la ABA (que se fusionó con la NBA en 1976), otros dos jugadores siguieron sus pasos y pasaron del instituto a la NBA en 1975. Fueron Bill Willoughby y Darryl Dawkins, cuyas carreras profesionales no tuvieron tanto éxito como la de Malone. Tras esos tres casos, esa puerta volvió a quedar olvidada y tuvieron que pasar 20 años para que otro jugador de instituto diera el salto la NBA. Fue Kevin Garnett.

El pívot fue elegido en la quinta posición del 'draft' de 1995 e inauguró una era que cambió por completo la cara de la NBA. Garnett abrió la puerta por la que se colaron durante la siguiente década estrellas como Kobe Bryant, Tracy McGrady o LeBron James. Todos ellos revitalizaron una liga que había perdido popularidad a finales de los 90 tras la retirada de Michael Jordan. "Ese grupo de jugadores es, de lejos, el más exitoso, vendible, mejor pagado y más premiado desde que Garnett pasó a profesionales", afirma el exagente de jugadores Arn Tellem en el libro 'Boys Among Men', en el que el periodista Jonathan Abrams repasa el impacto de aquella generación.

A pesar de eso, la NBA nunca estuvo convencida del fenómeno de los jugadores de instituto. Había historias de éxito, como las de Amare Stoudemire o Dwight Howard, pero también otras de jóvenes completamente superados, como Korleone Young o Leon Smith, que intentó suicidarse durante su año de novato con los Dallas Mavericks. Entre 1995 y 2005, la liga tuvo que lidiar con bastantes jugadores de 18 y 19 años recién salidos del instituto que de repente se veían con más dinero entre sus bolsillos del que jamás habían imaginado. Fueron más lo que triunfaron, o al menos los que tuvieron carreras sólidas, pero la NBA impuso su visión y fijó una edad mínima para proteger a los equipos, que se jugaban mucho dinero en jugadores recién salidos de la adolescencia, y limitar el mercadeo entre entrenadores, agentes, ojeadores y marcas deportivas. Eso, sin embargo, lejos de disminuir ha aumentado con el paso de los años.

La situación actual no satisface a ninguna de las partes. A la NBA, porque quiere subir la edad mínima; a la NCAA, porque las estrellas del futuro solo están un año en la universidad; y a los jugadores, porque les impide jugar en la mejor liga del mundo aunque estén preparados. El asunto será uno de los puntos de discusión más importantes en la negociación del próximo convenio colectivo. El sindicato de jugadores ya ha mostrado su rechazo a la edad mínima.

Sudán del Sur, Australia, Estados Unidos, Canadá

Aunque la NBA prefiere que los jugadores jueguen en la NCAA o incluso en el extranjero, una vía muy poco explotada desde que se implantó la norma en el año 2005, es bastante probable que le permita presentarse. El año pasado, el jugador indio Satnam Singh siguió ese camino, al ser elegido por los Dallas Mavericks tras cinco años de instituto, pero su caso no tuvo ni de lejos la relevancia del de Maker.

"Si voy a un equipo que me necesite, estaré preparado desde el primer día", afirma Maker en una entrevista en la web 'Draft Express' en la que deja claro que por su cabeza solo pasa una cosa: la NBA. Sería el final de un viaje que comenzó con 5 años, cuando abandonó Sudán del Sur rumbo a Uganda junto a su hermano y sus tíos por culpa de la guerra. De ahí llegaron como refugiados a Australia, donde Maker comenzó a jugar a baloncesto a una edad bastante más tardía que la mayoría de estrellas de ese deporte. Poco después, Edward Smith se convirtió en su tutor y se lo llevó a Estados Unidos. Y los dos últimos ha vivido en Canadá.

Uno de los principales motivos que empujaron a las estrellas de instituto a la NBA, cuenta Abrams en su libro, era el dinero. Muchos de ellos provenían de familias pobres, y el baloncesto era una manera rápida de darle a sus padres y hermanos (y a veces a muchos más) una vida mejor. El contrato de Malone con los Stars recogía, además de su salario, una paga mensual de 500 dólares para la madre del jugador, que también recibió una ayuda para alojamiento de 25.000 dólares y un bonus de 10.000 tras la firma, según recoge el periodista Terry Pluto en su libro 'Loose Balls'. Maker, cuyos padres viven todavía en Sudán del Sur, puede embolsarse más de 2 millones de dólares durante los dos primeros años de carrera si finalmente puede presentarse al 'draft' y se cumplen las previsiones que lo colocan al final de la primera ronda.

En 1974, Moses Malone se convirtió en el primer jugador que pasó directamente desde el instituto al baloncesto profesional. Con 19 años dejó Petersburgh (Virginia) y se marchó a Salt Lake City tras firmar un contrato con los Utah Stars de la ABA, que pusieron en sus manos 565.000 dólares (2,1 millones actuales si lo ajustamos a la inflación) por cuatro temporadas. Ahora, 42 años después, otro jugador de instituto quiere seguir el mismo camino y saltar del 'high school' a la NBA. Su nombre es Thon Maker.

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