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Tras la apuesta por la mujer y los gays, Adam Silver vuelve a romper barreras
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QUIERE REGULARIZAR LAS APUESTAS

Tras la apuesta por la mujer y los gays, Adam Silver vuelve a romper barreras

Adam Silver continúa queriendo revolucionar la NBA. La última de las medidas que el comisionado quiere tomar es regularizar las apuestas y convertirlas en legales

Foto: Adam Silver, durante una rueda de prensa (Efe).
Adam Silver, durante una rueda de prensa (Efe).

Adam Silver continúa queriendo revolucionar la NBA. La última de las medidas que el comisionado quiere tomar en la mejor Liga de baloncesto del mundo es regularizar las apuestas y convertirlas en legales, algo inimaginable en un país donde están totalmente prohibidas. La Ley Profesional y Amateur de Deportes de Protección de 1992 (PASPA) prohíbe las apuestas excepto en cuatro estados: Nevada, Delaware, Montana y Oregon. En una sociedad repleta de tradición y tan conservadora cambiar algo tan trascendental es todo un hito. Pero no es el primero que el máximo responsable de la NBA quiere derribar. En un artículo de opinión publicado en el New York Times, Silver hizo referencia al panorama jurídico que regula las apuestas deportivas en Europa, como ejemplo para aplicar en la NBA.

Tras la salida de David Stern, Adam Silver sigue empeñado en cambiar la NBA. Hace un mes fue el encargado de cerrar un acuerdo de Televisión multimillonario. El comisionado vendía sus derechos de televisión a las cadenas ESPN y TNT desde la temporada 2016/17 hasta las 2024/25 a cambio de 19.000 millones de euros (24.000 millones de dólares). Este acuerdo por nueve años, supondrá unos ingresos por temporada de 2.111 millones de euros (2.666 millones de dólares), prácticamente el triple del contrato actual que gira en torno a los 739 millones de euros. De esta forma, se incrementará de forma sustancial el límite salarial.

Con el dinero de fondo aparece la nueva misión de Silver: conseguir que apostar en Estados Unidos se convierta en legal. "Los tiempos han cambiado desde la última ley y las apuestas han aumentado mucho. Se han vuelto populares y la sociedad las ha aceptado. Muchos estados ofrecen loterías, la mitad tienen casinos legales y en otros se puede apostar por internet", explica Silver sobre su solicitud de hacer del juego.

Esta petición se da la misma semana en la que la NBA ha firmado un acuerdo con un importante operador. La intención de esta revolución es económica, pero es un paso más en una gestión que busca mirar al futuro. "Queremos controlar y monitorizar las apuestas para ver movimientos inusuales y tener un protocolo, una edad mínima y mecanismos para controlar y educar a los jugadores de manera responsable", sentencia el Comisionado, el único de las grandes ligas americanas que se ha posicionado en este aspecto, mientras la NFL, la NHL y la MLB guardan silencio.

Esta reforma legal no es la primera de Silver en las innovaciones que quiere aplicar. Ya con el nuevo jefe de la mejor liga del mundo se produjo algo histórico. La NBA veía a un homosexual declarado jugar un partido oficial. Era Jason Collins, un pívot que rompía esta barrera en los Brooklyn Nets. "Me alegro mucho por Jason, estoy muy ilusionado y es un gran honor que la NBA sea un entorno cómodo para él tras hacer pública su condición sexual", explicaba Silver.

Otro escollo cultural que también ha superado el sucesor de Stern fue ver a una mujer en un banquillo NBA, aunque fuese de asistente. Fue en los Spurs donde la leyenda de la WNBA, Becky Hammon, trabajó como ayudante. En la actualidad, la integración de la mujer sigue siendo un asunto primordial para Silver. Michele Roberts se ha convertido en la actual presidenta del sindicato de jugadores. Otra demostración de los cambios que está inculcando la competición americana, más allá de pensar en los negocios.

Adam Silver continúa queriendo revolucionar la NBA. La última de las medidas que el comisionado quiere tomar en la mejor Liga de baloncesto del mundo es regularizar las apuestas y convertirlas en legales, algo inimaginable en un país donde están totalmente prohibidas. La Ley Profesional y Amateur de Deportes de Protección de 1992 (PASPA) prohíbe las apuestas excepto en cuatro estados: Nevada, Delaware, Montana y Oregon. En una sociedad repleta de tradición y tan conservadora cambiar algo tan trascendental es todo un hito. Pero no es el primero que el máximo responsable de la NBA quiere derribar. En un artículo de opinión publicado en el New York Times, Silver hizo referencia al panorama jurídico que regula las apuestas deportivas en Europa, como ejemplo para aplicar en la NBA.

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