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Pau Gasol ya no es el mismo en la NBA 12 años y 32.859 minutos después
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EL JUGADOR DE LOS LAKERS ADMITE QUE NO ESTÁ BIEN Y QUE NO LE GUSTA LO QUE HACE

Pau Gasol ya no es el mismo en la NBA 12 años y 32.859 minutos después

Pau Gasol (32 años) admite que no pasa por su mejor momento y lo hace tras doce años y 32.859 minutos en la exigente NBA. Lo

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Pau Gasol ya no es el mismo en la NBA 12 años y 32.859 minutos después

Pau Gasol (32 años) admite que no pasa por su mejor momento y lo hace tras doce años y 32.859 minutos en la exigente NBA. Lo dice en las páginas de MARCA, lo confirman sus números y la pírrica aportación del mejor jugador español de baloncesto de todos los tiempos a unos Lakers en claro declive, con el carnet de identidad caducado para más de uno y con la cuenta atrás en marcha para otros. En España nos hemos empeñado en buscar todo tipo de motivos a la hora de buscar al culpable del delicado momento que vive Gasol en los últimos meses y que arrastra desde el mes de abril de 2011.

Ha tenido que ser él, con la sinceridad que abandera en cada una de sus acciones, el que reconozca que no está bien, que no se siente cómodo ni con la posición, ni con su juego, ni con la manera que ha tenido de adaptarse a su nuevo rol dentro del equipo, ni de su estado físico. Pese a tener todo en contra, no desespera y si al final no termina la temporada en California, no será ni por su deseo, ni por ser cómplice de operación alguna. Le resta un año más de contrato con el equipo angelino. Le come por dentro eso de jugar lejos del aro, de correr, de tirar hasta de tres, pero es lo que D'Antoni quiere de él. Algo incomprensible con alguien que ha demostrado durante once años que sabe, y muy bien, jugar de pivot. Pero el que jugara en Milan durante una década no es el único culpable, ya que Pau dejó de ser Pau, primero con Phil Jackson y después con Mike Brown.

Por primera vez en su carrera, el subcampeón olímpico se cuestiona hasta su sitio dentro del cinco de los Lakers. Su condición de franquicia, de noveno jugador mejor pagado de la Liga le 'obliga' a estar presente en los momentos decisivos de los partidos. Es una especie de reglamento no escrito pero decisivo en la NBA. Al menos así era hasta que D'Antoni decidió que Pau terminara los partidos a su lado, en el banquillo y sin aparecer cuando la suerte de los choques se jugaba a cara o cruz, algo muy de la NBA. Ahora un golpe y una posterior conmoción le ha apartado por una semana del equipo, pero su estatus ya no es el mismo.

El técnico ya ha dejado claro que no le importaría ver a Pau lejos de Los Ángeles. Lo demuestra en cuanto tiene ocasión. El problema llega cuando es Mitch Kupchak, mánager del club, el que cuestiona el sitio del español. Afirma que Gasol no termina de comprender cual es su sitio dentro del equipo y lo que es peor los entrenadores tampoco encuentran el lugar idóneo. El dirigente insiste y va más allá al decir que: "No seremos un equipo hasta que encontremos una solución", tal y como dijo días atrás. Kupchak habla de inocencia a la hora de defender, algo que tiene que ver y mucho con la mentalidad. La consecuencia no es otra que el triste balance de 15 victorias por 19 derrotas, a cinco triunfos de los playoff por el anillo.

Los números de Pau en la presente campaña, como era de esperar, son los peores de sus doce años en Estados Unidos. La NBA se mueve, en demasiadas ocasiones, por lo que dicen las estadísticas y estas reflejan un rendimiento a la baja de Pau, pero también ofrecen datos que claramente demuestran que ha tenido su manera de jugar. Tira más de tres con un 30% de acierto y con 3,8 por partido, asiste más que ningún año a excepción que en la campaña 2005-06 cuando militaba en los Grizzlies, consecuencia directa de su alejamiento de la pintura. En su contra está el hecho de rebotear menos, un triste 41% de porcentaje y una media de tan sólo 12 puntos por choque, por los 18,6 de su carrera. Tira menos que nunca por su descenso en la aportación en el juego.

Pau Gasol (32 años) admite que no pasa por su mejor momento y lo hace tras doce años y 32.859 minutos en la exigente NBA. Lo dice en las páginas de MARCA, lo confirman sus números y la pírrica aportación del mejor jugador español de baloncesto de todos los tiempos a unos Lakers en claro declive, con el carnet de identidad caducado para más de uno y con la cuenta atrás en marcha para otros. En España nos hemos empeñado en buscar todo tipo de motivos a la hora de buscar al culpable del delicado momento que vive Gasol en los últimos meses y que arrastra desde el mes de abril de 2011.

Ha tenido que ser él, con la sinceridad que abandera en cada una de sus acciones, el que reconozca que no está bien, que no se siente cómodo ni con la posición, ni con su juego, ni con la manera que ha tenido de adaptarse a su nuevo rol dentro del equipo, ni de su estado físico. Pese a tener todo en contra, no desespera y si al final no termina la temporada en California, no será ni por su deseo, ni por ser cómplice de operación alguna. Le resta un año más de contrato con el equipo angelino. Le come por dentro eso de jugar lejos del aro, de correr, de tirar hasta de tres, pero es lo que D'Antoni quiere de él. Algo incomprensible con alguien que ha demostrado durante once años que sabe, y muy bien, jugar de pivot. Pero el que jugara en Milan durante una década no es el único culpable, ya que Pau dejó de ser Pau, primero con Phil Jackson y después con Mike Brown.

Por primera vez en su carrera, el subcampeón olímpico se cuestiona hasta su sitio dentro del cinco de los Lakers. Su condición de franquicia, de noveno jugador mejor pagado de la Liga le 'obliga' a estar presente en los momentos decisivos de los partidos. Es una especie de reglamento no escrito pero decisivo en la NBA. Al menos así era hasta que D'Antoni decidió que Pau terminara los partidos a su lado, en el banquillo y sin aparecer cuando la suerte de los choques se jugaba a cara o cruz, algo muy de la NBA. Ahora un golpe y una posterior conmoción le ha apartado por una semana del equipo, pero su estatus ya no es el mismo.

El técnico ya ha dejado claro que no le importaría ver a Pau lejos de Los Ángeles. Lo demuestra en cuanto tiene ocasión. El problema llega cuando es Mitch Kupchak, mánager del club, el que cuestiona el sitio del español. Afirma que Gasol no termina de comprender cual es su sitio dentro del equipo y lo que es peor los entrenadores tampoco encuentran el lugar idóneo. El dirigente insiste y va más allá al decir que: "No seremos un equipo hasta que encontremos una solución", tal y como dijo días atrás. Kupchak habla de inocencia a la hora de defender, algo que tiene que ver y mucho con la mentalidad. La consecuencia no es otra que el triste balance de 15 victorias por 19 derrotas, a cinco triunfos de los playoff por el anillo.

Los números de Pau en la presente campaña, como era de esperar, son los peores de sus doce años en Estados Unidos. La NBA se mueve, en demasiadas ocasiones, por lo que dicen las estadísticas y estas reflejan un rendimiento a la baja de Pau, pero también ofrecen datos que claramente demuestran que ha tenido su manera de jugar. Tira más de tres con un 30% de acierto y con 3,8 por partido, asiste más que ningún año a excepción que en la campaña 2005-06 cuando militaba en los Grizzlies, consecuencia directa de su alejamiento de la pintura. En su contra está el hecho de rebotear menos, un triste 41% de porcentaje y una media de tan sólo 12 puntos por choque, por los 18,6 de su carrera. Tira menos que nunca por su descenso en la aportación en el juego.

Marc Gasol Pau Gasol