Pau Gasol mantiene la fe que le ha perdido su entrenador

Suele decirse que ‘el fútbol no tiene memoria’, pero es algo que podemos trasladar a cualquier ámbito de la vida, en este caso el baloncesto. Dos anillos no parecen ser argumento suficiente para ganarse el respeto de algunos. Pau Gasol, que bien es cierto está atravesando un bajo momento de forma (quizá el peor desde que llegara a Los Ángeles Lakers), vuelve a ser cuestionado. Hasta su entrenador, Mike D'Antoni, parece haberle perdido la fe que le otorgó en sus primeros días al frente de la franquicia californiana.

La última actuación del pívot español ante Los Ángeles Clippers, viéndose superado en todo momento por Blake Griffin, propició que el técnico lo dejara sentado en el banquillo durante todo el último cuarto, a excepción de los últimos segundos, cuando Pau entró por un Dwight Howard eliminado por faltas personales. "No me gusta ver los finales desde el banquillo", comentaba el jugador de Sant Boi al finalizar el encuentro a ESPN.

Aun admitiendo que no está cuajando una buena temporada, el dos veces ganador de la NBA con los Lakers no se plantea una salida de la entidad púrpura y oro. "¿Pedir el traspaso de los Lakers? No... eso es radical. Todavía tengo fe", afirma un Gasol al que le cuestionaron sobre un hipotético ‘fichaje’ por los Minnesota Timberwolves.

Y es que la franquicia en la que juega otro español, Ricky Rubio, siempre ha mostrado un gran interés por hacerse con los servicios del mayor de los hermanos Gasol. Los innumerables rumores desde Los Ángeles sobre un posible traspaso y el enorme interés de David Khan y Rick Adelman (mánager y técnico de los Wolves) haría más que viable el viaje del español hacia Minneapolis. Sin embargo, y aunque allí se encontraría con un compañero y amigo, como es Ricky, Pau se resiste a dejar los Lakers y menos con este sabor tan amargo.

El internacional español es un ganador nato y quiere seguir demostrándose a sí mismo y a la afición del Staples Center que sigue siendo un hombre importante y válido a la hora de seguir aportando cosas a un equipo que, a día de hoy, está muy lejos de su objetivo. Los de Mike D’Antoni están fuera de ‘play off’, undécimos de la Conferencia Oeste, lo cual da qué pensar que no sólo es culpa de Gasol el desastre de un equipo que a principio de temporada apuntaba a la conquista de un nuevo anillo.

Acostumbrado últimamente a este tipo de comentarios, Pau seguirá jugando bajo ese cartel de 'transferible'. Pero él mismo tiene la solución. "Tengo que tener más iniciativa, ya que no puedo esperar a que otros tomen decisiones por mí. Tengo que hacer las cosas por mí mismo". A sus 32 años y con infinidad de títulos en el zurrón, no va a ser éste el momento en que el entorno pueda afectar al mejor jugador español de todos los tiempos. Ahora bien, como todo en la NBA, no depende de la voluntad del jugador el seguir o no luciendo la camiseta de los Lakers.