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El Real Madrid sufre un atasco monumental en Estambul sin Llull ni Randolph
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derrota por 81-68 en un partido nefasto en ataque

El Real Madrid sufre un atasco monumental en Estambul sin Llull ni Randolph

El Real Madrid cayó derrotado por cuarta vez en la presente edición de la Euroliga tras realizar un mal partido en ataque contra el Darussafaka. Reyes, con 16 puntos, fue el mejor

Foto: Felipe Reyes fue el máximo anotador del Real Madrid con 16 puntos (Tolga Bozoglu/EFE
Felipe Reyes fue el máximo anotador del Real Madrid con 16 puntos (Tolga Bozoglu/EFE

El Real Madrid hizo todo lo posible para perder contra el Darussafaka. Y lo consiguió. El equipo que lleva más de un lustro atacando como nadie en Europa sufrió un atasco monumental en el Volkswagen Arena de Estambul, donde realizó uno de los peores partidos que se le recuerdan y perdió por 81-68. Sin duda, el peor en lo que va de temporada. Sin sus dos máximos anotadores, Llull y Randolph, ambos lesionados, el equipo madridista se hundió en el segundo cuarto y ya no pudo reaccionar. Cuando lo intentó, Wanamaker apareció para aplastar las escasas esperanzas que aún le quedaban.

Al Madrid no le funcionó nada. Bueno, sí, el rebote ofensivo. Las 15 capturas en la canasta rival (¡9 en los primeros 5 minutos!) le dieron ventaja en los primeros 15 minutos y le mantuvo con vida durante el tercero a través de las segundas opciones, pero más allá de eso, su ataque naufragó. Especialmente doloroso fue su porcentaje en el tiro de tres: 23,6% (6/26). El ataque madridista se basó solo en el rebote ofensivo y en el lanzamiento de tres. De lo primero vivieron Reyes y Ayón, lo mejores; de lo segundo murió el resto.

Sin Llull, el Real Madrid necesita que el resto de jugadores exteriores dé un paso al frente. Contra el Zalgiris lo hizo Doncic, que este jueves estuvo muy desacertado en el tiro (2/9), aunque eso no le impidió aportar y acabar con 8 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. Por muy espectacular que sea su rendimiento con 17 años, si tiene que ser el esloveno el que saque las castañas del fuego al Madrid de manera habitual, mal asunto.

Tampoco tuvo el día Rudy Fernández, con un 3/9. Y preocupante es el momento que vive Carroll, al menos en la Euroliga. En los tres últimos partidos (dos de ellos sin Llull), el escolta estadounidense ha metido solo 6 puntos. Contra el Darussafaka se quedó a 0 tras fallar sus 6 lanzamientos. En los seis primeros partidos de la competición europea, Carroll promedió 11 puntos con un 52% en triples; en los seis últimos, 7 puntos con un 31,9%.

Solo 2 puntos en 10 minutos

Con ese panorama, no es de extrañar que los 68 puntos sean la peor anotación del Madrid en más diez meses, desde una derrota en casa por 68-77 contra el Baskonia en el Top 16 de la pasada temporada. Contra el Darussafaka, el Madrid comenzó bien y llegó a mandar por 10 puntos a los 13 minutos (19-29). Pero a partir de ahí se hundió. En los siguientes 10 minutos anotó solo 2 puntos y recibió 21. Fue Doncic, con un triple, el que acabó con la sequía.

En ese tiempo, el Darussafaka pasó de estar muy tocado a dominar el partido. El Madrid se mantuvo en el partido apoyándose otra vez en Reyes y en Hunter, pero el juego exterior no acompañaba. A pesar de eso, otro triple de Doncic dejó a los blancos a 8 puntos al final del tercer cuarto (52-44). Esa canasta pudo ser un punto de inflexión, pero lo que pasó nada más comenzar el último cuarto dejó claro que no iba a ser así: Doncic perdió un balón y Rudy cometió una antideportiva. Al Darussafaka no se le iba a escapar la victoria.

Wanamaker se luce

Aún faltaba la traca final, cortesía de Brad Wanamaker. El base estadounidense acabó el partido con 27 puntos, pero empezó el último cuarto con 11. Anotó 16, incluidos 3 triples, en 7:45 minutos, antes de que David Blatt lo sustituyera para que se llevara la ovación de la fría afición del Darussafaka (debe ser la única en Estambul que no se vuelve loca con su equipo).

Los puntos del base hicieron que la diferencia creciera hasta superar la veintena (79-57) a menos de tres puntos para el final. Fue entonces cuando el Madrid tiró de orgullo y maquilló el marcador con 11 puntos en poco más de dos minutos. Así acabó el primer Darussafaka-Real Madrid de la historia.

El Real Madrid hizo todo lo posible para perder contra el Darussafaka. Y lo consiguió. El equipo que lleva más de un lustro atacando como nadie en Europa sufrió un atasco monumental en el Volkswagen Arena de Estambul, donde realizó uno de los peores partidos que se le recuerdan y perdió por 81-68. Sin duda, el peor en lo que va de temporada. Sin sus dos máximos anotadores, Llull y Randolph, ambos lesionados, el equipo madridista se hundió en el segundo cuarto y ya no pudo reaccionar. Cuando lo intentó, Wanamaker apareció para aplastar las escasas esperanzas que aún le quedaban.

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