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Llull y Rudy evitan la rebelión del Galatasaray
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victoria del real madrid por 90-81

Llull y Rudy evitan la rebelión del Galatasaray

El base y el alero fueron los máximos anotadores del Real Madrid en la victoria contra el Galatasaray, la cuarta del equipo madridista en cinco jornadas de la Euroliga

Foto: Llull fue el máximo anotador con 23 puntos (Javier Lizón/EFE)
Llull fue el máximo anotador con 23 puntos (Javier Lizón/EFE)

Pocos partidos harán tanto bien a la Euroliga como el de este jueves en el Barclaycard Center. Y no por el espectáculo visto sobre el parqué, los habrá mucho mejores esta temporada, sino por lo reforzado que sale el mensaje que quiere lanzar la máxima competición europea. Que el colista, el Galatasaray, equipo que no ha ganado aún ningún partido, sea capaz de ponerle las cosas tan difíciles en su cancha al Real Madrid, uno de los grandes favoritos, dice algo bueno del nuevo formato: la competitividad parece ser mayor, como desmotró un encuentro que acabó ganando el Madrid por 90-81.

Resumen del partido.

El Galatasaray explotó uno de los puntos débiles que está teniendo el Real Madrid en este principio de temporada: la defensa del cuatro abierto. El equipo madridista ya tuvo problemas para defender ese tipo de situaciones en el partido contra Unicaja que abrió la Liga Endesa. Entonces, Joan Plaza llegó a jugar varios minutos con Dani Díez y Carlos Suárez como pívots, en la práctica cinco jugadores exteriores.

Ergin Ataman, entrenador del Galatasaray, no llegó a ese extremo, pero durante muchos minutos mantuvo a Vladimir Micov, un buen triplista, como ala-pívot, acompañado de un pívot más puro en la pintura. Y el serbio se exhibió en la primera parte, con 14 puntos y un 4/4 en triples. El Madrid no encontró la manera tapar esa vía y el Galatasaray dominó el primer tiempo gracias a su acierto en el triple (7/12 en los primeros 20 minutos) y a lo que rebañaba en el rebote ofensivo. "Ellos tenían muy claro cómo querían jugar", dijo Pablo Laso en rueda de prensa. "Somos equipos con dos estilos diferentes. Ellos quisieron abrir el campo y han jugado siempre con cuatro pequeños. Atacándonos en el uno contara uno. Eso ha supuesto que tuviéramos una mayor facilidad en el rebote", explicó.

"Somos equipos con dos estilos diferentes. Ellos quisieron abrir el campo y han jugado siempre con cuatro pequeños", explicó Pablo Laso

Ayón, Randolph, Thompkins, Hunter, Reyes... Con semejante batería de pívots parece un sacrilegio renunciar a uno para jugar con cuatro abiertos. Laso no lo hizo, ni siquiera metió al Chapu Nocioni, que no jugó ningún minuto. Tampoco movió a Maciulis, que puede ocupar esa posición. En cambio apostó por Reyes, un jugador que no destaca precisamente en esa labor, pero el capitán ayudó a cambiar el partido con su defensa sobre Micov. Salió en el quinteto inicial en la segunda parte tras no jugar ni un minuto en la primera y se pegó al serbio, al que defendía a 8 metros del aro si hacía falta. Micov no volvió a lanzar un tiro cómodo y no metió su siguiente canasta hasta los últimos instantes del tercer cuarto (los dos últimos de sus 17 puntos). A pesar de eso, su entrenador lo mantuvo en cancha casi todo el segundo tiempo y acabó jugando más de 34 minutos.


Llull se desata en el tercer cuarto

La mejora defensiva madridista tras el descanso fue lo que cambió el rumbo del partido: el Galatasaray anotó 47 puntos en la primera parte y 34 en la segunda. A partir de ahí, el Real Madrid creció. Los robos le permitieron correr al contraataque, pero ni así consiquió despegarse en el marcador. Tampoco con un arreón espectacular de Sergio Llull, que anotó los 11 últimos puntos del Madrid en el cuarto (13 en total en 10 minutos), incluidos tres triples, uno más que los anotados por su equipo en toda la primera parte.

Llull cerró el tercer cuarto con 23 puntos, pero ya no volvió a anotar. Su racha le dio la iniciativa al Real Madrid, pero no dejó el partido decidido, ni mucho menos. Los locales aún tuvieron que sudar para superar al Galatasaray, en el que insistían Tyus, verdugo de los blancos con el Maccabi en la final de Milán 2014, y Preldzic.

El testigo del base lo tomó Rudy Fernández, el jugador más utilizado por Laso. El trabajo del mallorquín no brilla tanto como el de Llull y sus partidos no llaman tanto la atención como los del precoz Doncic (por cierto, otra vez excelente con 11 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias y 3 robos), pero está siendo fundamental en ataque y en defensa. Sus dos triples al inicio del último cuarto alargaron el impulso de un Madrid más serio con Randolph y Hunter controlando el rebote, pero el Galatasaray siguió embistiendo hasta que bajó los brazos a poco más de un minuto para el final. El partido lo cerró Rudy con otro triple que puede venir bien por aquello del 'basket average' Tenía razón Laso cuando dijo en la previa que "esta Euroliga no permite pensar que hay partidos fáciles". Este, desde luego, no lo fue.

Pocos partidos harán tanto bien a la Euroliga como el de este jueves en el Barclaycard Center. Y no por el espectáculo visto sobre el parqué, los habrá mucho mejores esta temporada, sino por lo reforzado que sale el mensaje que quiere lanzar la máxima competición europea. Que el colista, el Galatasaray, equipo que no ha ganado aún ningún partido, sea capaz de ponerle las cosas tan difíciles en su cancha al Real Madrid, uno de los grandes favoritos, dice algo bueno del nuevo formato: la competitividad parece ser mayor, como desmotró un encuentro que acabó ganando el Madrid por 90-81.

Luka Doncic Sergio Llull
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