Un monstruo viene a verme: Spanoulis visita al Real Madrid para abrir la Euroliga

Se han empleado decenas de metáforas para describir la competitividad del Olympiacos, esa capacidad de no irse nunca del partido y hacerle la vida imposible a cualquier rival. Pablo Laso añadió el lunes una más: jugar contra el equipo de El Pireo es como subir un ochomil. "Nunca se "raja". Es el equipo 'pesao' por excelencia. Parece que tienes que ganarles tres veces en un partido. Ese es el gran mérito que tienen", dijo el entrenador madridista. A esa montaña es a la que tiene que hacer frente el Real Madrid este miércoles (21:00 horas) en el estreno de la Euroliga.

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El Madrid llega al partido tras haber ganado en las dos primera jornadas de la Liga Endesa, en las que dejó una muy buena imagen. No ha acabado el primer mes de competición y parece que todas las piezas ya encajan a la perfección, pero Olympiacos son palabras mayores. Ambos equipos se han enfrentado en las cuatro últimas temporadas, incluidas las finales de 2013 y 2015, con un título para cada equipo. El curso pasado también se vieron las caras en el Top 16, y cada equipo consiguió un triunfo en casa.

"Desde aquella final de Londres, lo que me gusta de Olympiacos es que mantiene una identidad en el juego, tiene muy claro lo que quiere, es un equipo supercompetitivo", apuntó Laso. De la plantilla de hace tres años y medio solo quedan tres jugadores, los tres que otorgan esa identidad a la que se refiere el entrenador madridista: Kostas Papanikolau, Georgios Printezis y Vassilis Spanoulis.

De los tres, el último es, sin duda, la gran estrella. Spanoulis es uno de los jugadores más decisivos de Europa y un arma prácticamente imparable cuando está entonado. "(Olympiacos) Tiene cuatro cinco jugadores exteriores de mucha calidad, entre los que sobresale sobre todo Spanoulis", avisó Laso. Los aficionados que acudan al Barclaycard Center podrán disfrutar (o sufrir) al griego, que aunque venga de su peor temporada en años en la competición sigue siendo la mayor amenaza. En el pabellón madrileño dio una de sus mayores exhibiciones, con 11 puntos en el último cuarto de la semifinal de la Final Four contra el CSKA de Moscú.

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Antes del partido habrá una ceremonia sobre el parqué del Barclaycard Center para celebrar el inicio de la competición. En ella estarán Alberto Angulo, Alberto Herreros, Milan Tomic, Iñaki de Miguel y David Rivers. Los dos primeros son exjugadores del Real Madrid y los tres últimos, del Olympiakos (así se llamaba por entonces). Y los cinco jugaron el primer partido de la historia de la Euroliga, un Real Madrid-Olympiacos disputado en el Raimundo Saporta de la antigua ciudad deportiva madridista el 16 de octubre de 2000 y que acabó con victoria local por 75-73.

La Euroliga ha querido que ese partido se repita para abrir la nueva etapa, en cuyo germen hay muchas similitudes con lo sucedido a principios de siglo. Entonces el baloncesto europeo también se dividió en dos, con la recién nacida competición y la Suproliga, bajo el paraguas de la FIBA. Parece que nada ha cambiado en casi 16 años. La federación internacional y la Euroliga están enfrascadas en otra guerra que ha llevado a otra división. Por un lado, la renovada Euroliga; por otro, la Basketball Champions League.

Si esta situación va a durar una temporada, como a principios de siglo, o no está por ver. Pero de momento, la Euroliga presume de haber dado un paso decisivo en su expansión. El cambio de formato es visto como un sueño hecho realidad. "Este ha sido el objetivo desde el año 2000, cuando los clubes decidieron crear su propia competición y nombrarla Euroliga", dijo el CEO de la competición, Jordi Bertomeu, en una carta publicada este martes.