Doellman culmina sobre la bocina la remontada del Barça ante el Real Madrid

Una canasta sobre la bocina de Justin Doellman le dio el triunfo al FC Barcelona Lassa ante el Real Madrid (86-87) en la cuarta jornada del Top 16 de la Euroliga. La acción del ala-pívot estadounidense, imparable durante todo el partido, decidió un enfrentamiento que tuvo en la mano el equipo blanco, pero que acabó cayendo del lado azulgrana, igual que hace casi un mes en la Liga Endesa. Ambos equipos quedan empatados con dos victorias y dos derrotas en el grupo F.

Doellman, máximo anotador del partido con 24 puntos, apareció en los momentos clave. En los primeros minutos metió el miedo en el cuerpo al Madrid; en los últimos segundos, lo sentenció. En medio, los locales fueron mejores, pero desperdiciaron una amplia diferencia en un tercer cuarto demoledor del Barça, que se apoyó en Perperoglou y Satoransky (18 de los 25 puntos de su equipo en esos diez minutos) para darle la vuelta al marcador. Los azulgrana aprovecharon los minutos en el banquillo de Sergio Rodríguez, el mejor jugador del Real Madrid.

El partido cumplió e incluso superó las expectativas. El Madrid aprendió de los errores del partido jugado en diciembre: protegió mejor la pintura, sobre todo negando el balón a un Ante Tomic incapaz de influir en el juego, y puso a Jaycee Carroll de inicio sobre Tomas Satoransky para evitar que castigara a Sergio Rodríguez en el poste. El problema es que la manta suele ser muy corta y casi nunca da para taparlo todo, sobre todo si el rival es el Barça. El equipo blanco no pudo parar a Doellman, que acabó con un 6/6 en triples. Suyos fueron seis de los primeros ocho puntos del Barça, que se puso 0-8 nada más comenzar.

El Madrid reaccionó apretando en defensa y completando un parcial de 20-2 que le dio la primera ventaja notable. El Barça siguió apegado a su plan, pero su acierto en el triple disminuía conforme avanzaban los minutos y el Madrid bailaba al son de Sergio Rodríguez, brillante otra vez con 18 puntos y 13 asistencias. Para colmo, Sergio Llull reapareció (no jugaba desde el Madrid-Barça de diciembre) e incendió el partido con un triple sobre la bocina para cerrar el primer cuarto en 27-17. El Madrid no falló ninguno de sus ocho tiros de dos puntos en los primeros diez minutos.

Desactivado Tomic y apagado Doellman, que no había anotado desde los dos triples iniciales, Pascual dio entrada a Lawal y Samuels, dos pívots con un perfil muy diferente. Laso respondió con Willy Hernangómez, que debutó en el Top 16 y realizó unos de sus mejores partidos del curso. A pesar de los cambios, el Barça no consiguió recortar la diferencia y el Madrid la estiró hasta los dieciséis puntos con el tercer triple de Llull (48-32). El Barça consiguió antes del descanso dejarla en once (48-37) con dos tiros libres de Navarro y un triple de Doellman.

Perperoglou se desata

"Este es un partido de corazón y de cabeza", les había dicho Pablo Laso a sus jugadores en el vestuario antes del partido. Tras los primeros veinte minutos, daba la impresión de que el Madrid estaba poniendo más de las dos cosas. Sobre todo de la primera. La vuelta de Llull, que no paraba de arengar a los aficionados, ayudaba a que el público estuviera muy metido. El contraste con el Barcelona, cuyos jugadores no transmiten lo mismo del Real Madrid, lo que tampoco quiere decir nada, también ayudaba a esa impresión. La pasión del Madrid estaba pasando por encima de un Barcelona frío.

Eso lo arregló Stratos Perperoglou, un jugador que no es que destaque por su fogosidad en la cancha, todo lo contrario. El griego, prototipo perfecto de jugador de equipo, experto en desempeñar un rol secundario, se desató en el tercer cuarto e igualó un partido que parecía ya decantado. Anotó 13 puntos (no metió ni uno en más en el resto del partido) en esos diez minutos. Valga un dato para comprender lo extraño de esa cifra: esta temporada solo ha anotado más en un partido. Del 61-47 tras un triple del Chapu Nocioni se pasó al 63-62 en cinco minutos.

Nada más comenzar el último cuarto, un triple de Justin Doellman puso al Barça por delante por primera vez desde el comienzo del partido (63-65). Al ala-pívot todavía le quedaba uno. De ahí hasta el final, un intercambio de canastas en el que la mayor diferencia visitante fue de cuatro puntos y la mayor de los locales, cinco. El Madrid consiguió un parcial de 7-0 que le permitió llegar al último minuto con 85-80 a favor, pero dilapidó esa diferencia igual que la que tenía en el tercer cuarto. Doellman anotó un triple y Ribas dos tiros libres para empatar el partido después de que Carroll fuera taponado.

El Madrid había hecho falta para tener el balón en la última jugada. El Barcelona decidió hacer lo mismo e hizo falta a Felipe Reyes. Y le salió mejor. El pívot, de los mejores del partido con 14 puntos y 7 rebotes, había metido los cuatro tiro libres que había lanzado, pero falló el primero y anotó el segundo. En la última jugada, Ribas se la dejó a Doellman, que se jugó el uno contra uno ante Ayón y anotó en suspensión la canasta de la victoria. Fue el punto y final a un Clásico excepcional, con dos equipos cerca de su mejor nivel luchando por una victoria que puede ser decisiva en la clasificación para los cuartos de final de la Euroliga. Este triunfo fuera de casa es muy valioso para el Barça.