Un Real Madrid sin objetivos se la pega en casa 21 victorias y 20 meses después

El Real Madrid truncó una racha de 21 victorias consecutivas en el Palacio de Deportes y veinte meses sin perder en la Euroliga al caer ante el Unics Kazán (75-85) en un partido en el que poco había en juego para el equipo español. La escasa trascendencia para los intereses blancos hizo que el equipo se olvidara de la defensa en el vestuario y que D'Or Fischer campara a sus anchas para acabar anotando 12 de los 23 puntos de su equipo en el primer cuarto, que finalizó con un ajustado 22-23. Aunque no fue esa la tónica del periodo; tras el triple inicial de Ioannis Bourousis, el Real Madrid se relajó dejando hacer a Keith Langford y Fischer, llegando a perder hasta por nueve puntos, 12-21 (min.7).

No cambiaron en exceso las cosas en el segundo cuarto, pero bastó la presencia intimidatoria de Salah Mejri para que el pánico cundiera en las filas del equipo ruso. El Real Madrid con la magia del 'Chacho' Rodríguez y un buen acierto desde el triple, 6 de 11 tras los primeros veinte minutos de partido, tuvo suficiente para adquirir sus primeras ventajas importantes (37-28) ante un Unics Kazán que se iba disolviendo como un azucarillo en el café. Sólo el relajamiento del equipo de Pablo Laso permitió que el marcador se volviera a igualar al descanso: 46-42.

Los de Kazán, que sí se jugaban gran parte de sus opciones de clasificación para la segunda fase de la competición, igualaron de inmediato el partido y volvieron a adelantarse (48-50) gracias a la nueva irrupción de Fischer que aprovechó su soledad para anotar; lo mismo que Curtis Jerrells. James White también se sumó a la fiesta anotadora y el marcador lo reflejó con un 56-63. El Real Madrid intentó superar esta nueva bofetada de los rusos, pero siguió sin defender casi nada y entró demasiado al trapo del juego de contacto, del que poco pudo sacar en claro.

Laso convocó a la defensa con una zona presionante en el último cuarto, pero el Unics ya estaba crecido y cambiar la tónica de un partido siempre es complicado, sobre todo cuando no tienes el condicionamiento de la necesidad. Jerrells se aficionó al triple y anotó el cuarto de cinco lanzamientos, en esos momentos, para poner diez puntos de ventaja en el luminoso (65-75) a falta de 5,24 minutos para el final. Y fueron trece tras un nuevo triple del escolta. Nada estaba en juego, pero el Real Madrid tiró por la borda una racha de 21 partidos seguidos ganados en su casa en Euroliga. El 75-85 final fue fruto de su falta de objetivos y de la desidia. Y un disgusto para el aficionado.