Novgorod: la cuna de la ortodoxia rusa examina a un Real Madrid indeciso

el ‘año I’ después del confuso verano que rodeó al inquilino de su banquillo, el Real Madrid ha empezado el curso ganando sus seis primeros compromisos. Los blancos han solventado con éxito los cuatro partidos de Liga que han disputado (Herbalife Gran Canaria, Guipuzkoa Basket, Joventut y CB Canarias), así como los dos de Euroliga (Zalgiris Kaunas y Unics Kazan). Un pleno de triunfos que, sin embargo, no han estado exentos de dudas. El conjunto dirigido por Pablo Laso no hipnotiza ni destruye rivales con la solvencia a la que nos tenía acostumbrado en los últimos tiempos. Sin ir más lejos en Kazan, el triunfo llegó gracias a una suspensión in extremis de Sergio Llull. Ante el Joventut fue un ‘pick and roll’ ejecutado con maestría por Felipe Reyes lo que sacó las castañas del fuego.

Dos muestras de la indecisión y la falta de ajustes que impiden rendir a pleno rendimiento al subcampeón de la Euroliga los dos últimos años. Este jueves (21.00, C+ Deportes), después de volar de Kazan a Tenerife, el Real Madrid vuelve al Palacio de los Deportes antes de encarar tres compromisos consecutivos al calor de su enfervorecida parroquia. El primero será ante el Nizhny Novgorod, uno de los debutantes en la máxima competición continental. El club ruso, enraizado en la cuna del Estado y de la ortodoxia rusa, a 400 kilómetros al este de Moscú, llega con la vitola de subcampeón de la última liga rusa, donde perdió la final ante el CSKA, y semifinalista de la Eurocup, en la que fue eliminado por el Valencia Basket. Un adversario que viene de pagar una dura 'novatada' en su visita al Zalgiris Kaunas (97-63). El meneo en Lituania supuso un aviso importante después de abrir la Euroliga con un histórico triunfo ante el otro debutante de este Grupo A, el Dinamo Sassari italiano (88-86).

Una oportunidad de oro para seguir acoplando el engranaje de su remodelada plantilla, ante un adversario que viene de pagar una dura 'novatada' en su visita al Zalgiris Kaunas (97-63). La paliza en Lituania supuso un aviso importante después de abrir la Euroliga con un histórico triunfo ante el otro debutante de este Grupo A, el Dinamo Sassari italiano (88-86). "Tenemos que pensar que jugamos contra un equipo de Euroliga, que tiene peligro, que tiene puntos en las manos y jugadores que anotan", comentaba Pablo Laso en la previa del choque.

Pablo Laso deberá volver a realizar un descarte en su plantilla de 13 jugadores, ya que tanto Ioannis Bourousis como Jonas Maciulis parecen recuperados de sus respectivas dolencias que les han impedido entrenarse con normalidad esta semana. El griego recibió un golpe en la rodilla ante el Iberostar Tenerife, mientras que el lituano arrastra una sobrecarga. "Espero que ambos puedan estar disponibles", confió este miércoles el técnico vasco.

Su líder en la cancha es el base estadounidense Taylor Rochestie (14 puntos, 4 asistencias por partido), quien volverá a reencontrarse con Andrés Nocioni, su compañero durante la temporada 2012-13 en el Laboral Kutxa. La experiencia de Tarence Kinsey (12 puntos) y la labor interior de Artsiom Parakhouski (12.5 puntos y 7 rebotes) apuntalan una plantilla que jugará sin presión en el Barclaycard Center, recinto en el que han caído todos los visitantes rusos durante el último lustro: CSKA y Khimki, por partida doble, y Lokomotiv Kuban.

Un ascenso meteórico

Fundado en el año 2000, el equipo ruso encarna el sueño del nuevo rico. Un ascenso meteórico a base de inyección de liquidez y recursos con los que derribar barreras hasta llegar a la cima. Nació adquiriendo los derechos de Volzhsky Engineer-Pedagogical Institute y empezó a competir en la Higher League, la tercera división rusa. Y lo hizo gracias al influjo de Alexander Khairetdinov, ente totémico en esos primeros pasos. Khairetdinov hacía las veces de director general, entrenador y doctor. Y así estuvo hasta que el equipo fue profesionalizándose un poco más. En 2006 llega el ascenso a la Segunda División. Durante sus primeros tres años, desde 2006 a 2009, el cuadro ruso fue perdiendo fuelle por momentos y termina en quinta, sexta y séptima posición respectivamente.

Pero en octubre de 2008 tiene lugar un cambio decisivo en el devenir del equipo. Dmitri Svatkovskiy, el pentatleta que logró el oro en Sydney 2000, pasa a ser el presidente del equipo. También llega un nuevo manager en la figura de Sergey Panov, ganador de la Euroliga en 2006 con el CSKA, y el serbio Zoran Lukic se hace cargo del banquillo. Pilares básicos para edificar un bloque con mimbres para aspirar a jugar con los mejores. Dos años después, en mayo de 2010, el Novgorod se proclama campeón de la segunda división y se gana por méritos propios un lugar en la recién creada PBL, la Primera División rusa, de quien fue uno de los miembros fundadores. Desde aquel momento ha ido escalando posiciones con Lukic al frente del banquillo. Este año es el turno del letón Ainars Bagatskis, el hombre elegido para el histórico estreno en Euroliga, y seguir manteniendo intacto un hambre que no cesa.