Ni el factor Arroyo ni el infierno del Abdi Ipekci impiden que el Barça esté en Milán

En los cinco años que se llevan disputando el playoff de cuartos al mejor de cinco partidos nadie fue capaz de remontar un 2-0. Y la décima ocasión en la que se llegaba con este resultado al tercer partido tampoco ocurrió. Con más apuros de los previstos, el Barcelona certificó por la vía rápida su pase a la Final Four de Milán (16-18 de mayo) tras superar a un Galatasaray (75-78) que no pudo alargar un sueño que tenía los días contados. Se trata de la tercera semifinal consecutiva, la decimocuarta en la historia en la máxima competición continental para los barcelonistas. Un torneoque los culés añorandesde2010,cuando superaron a Olympiacos con contundencia (86-68).

Sin Navarro, viendoel encuentro por televisión aquejado de una elongación en el bíceps femoral de su pierna derecha, tocó echar mano de un coro plagado de solistas contrastados en lo que volvió a poner de manifiesto que los culés poseen una de las plantillas más profundas del continente. Forzó Carlos Arroyo (21 puntos y 4 asistencias) para tratar de mantener con vida a un Galatasaray que regresaba a casa agonizaba tras sus dos tristes actuaciones en los dos primeros envites del playoff disputados en el Palau. El hombre que durantelosJuegos de Atenas en 2004llevara a laselección dePuerto Ricoa endosar laprimera derrota olímpica(92-73) al combinado estadounidense (desde que éste estáintegradoen su totalidad por jugadoresNBA)sufrió un esguince en el tobillo tras un encontronazo con Joe Dorsey en el primer partido. Sin embargo, no pudo evitar queelequipo que el pasado curso se proclamara campeón de la TBL (liga turca) tras 23 años sin conseguirlo, se despide de una Euroliga en la que supo salir indemne de las exigencias de las primeras fases de la competición, pero que no pudo sortear la imponente silueta de un gigante llamado a luchar por cotas mayores.

Sin embargo, ni sus plegarias, rodillas sobre el parqué incluidas, antes del inicio del encuentro, ni su buena labor en la dirección de la orquesta otomana surtieron efecto. Tampoco el factor Abdi Ipekci, engalanado para la ocasión con 11.470 gargantas dispuestas a morir matando espolearon a los pupilos del excéntricoErgin Ataman. Salieron los locales tratando de aprovechar aprovechar el factor de contar con el desequilibrio y el talento ilimitado del director de orquesta boricua. El juego local fluía mientras la timidez impedía ejecutar con precisión a los locales (4/17 en el tiro durante el primer acto), algo aturdidos ante el inicio fulgurante del rival (23-15, minuto 10).Su presencia fue una baza a explotar hasta que el cuerpo aguantara. Algo que ocurriódurante la primera mitad (40-35, minuto 20)gracias a la labor en la ejecución del imponente pívot serbioZoran Erceg (19 puntos).

En la reanudación, Xavi Pascual optó por salir con Nachbar en lugar de Lorbek en la posición de ‘4’. Los azulgrana aceptaron el desafío y el encuentro vivió sus mejores minutos. No tanto en ataque pero sí en pasión, empuje e intensidad. Los intercambios se sucedían y, casi sin quererlo, el Barcelona fue recortando distancias hasta inaugurar un nuevo encuentro (49-49, minuto 27). Olió el Barça la sangre de un rival que danzaba por la pista dando síntomas de agotamiento y decidió pasar a la acción. El runrún de la grada ponía de manifiesto el cambio de tendencia sobre el parqué. Y es que el Barcelona encontró en la intensidad defensiva un valor añadido sobre el que desarticular al rival, que sólo fue capaz de anotar 12 pírricos puntos (3/13 en tiros de campo), y afrontar el último acto con todas las espadas en alto (52-53, minuto 30).

En el arreón final emergió la figura de un Marcelinho Huertas (16 puntos)dispuesto a soltarse la melena y a convertir todo lo que había errado en la primera mitad, más pendiente de un Carlos Arroyo que sembraba el pánico sólo con marcar jugada.La sangre fría del base brasileño contagióde energíaa sus compañeros, que aprovecharon los vientos tropicalespara conseguir una renta de siete puntos(60-67, minuto 36). Pero entonces la parroquia estambulita echó mano de la reserva y algo de épica para salpimentar unos instantes finales no aptos para cardiacos en los que los turcos nadaron para quedar varados en la orilla cual cetáceo.

La fortuna sonreía a Joey Dorsey que anotaba uno de sus dos intentos desde el 4,60 para dar una mínima ventaja a falta de 23 segundos del final (72-73). Mientras, en el otro lado de la cancha, el enésimo aclarado paraArroyo se encontró con un ‘timing’ exuberante del propio Dorsey para defender su casa de inoportunos ataques. Con todo bajo control, en gran parte gracias a la ternura turca en la toma de decisiones en los último medio minuto, el carrusel de tiros libres de Brad Oleson (5/6 en el último minuto) y un triple del guerrero Milan Macvan, aquel chaval serbio de cabeza apepinada que con los años fue alejándose del foco que un día aspiró a ocupar, dieron forma al resultado final.

Tras la victoria, la estadística nos dice que el Barça ha superado con éxito cinco de las seis eliminatorias de cuartos de final al mejor de cinco partidos que ha disputado hasta la fecha: Panathinaikos (3-1, 2012/2013), Unics Kazan (3-0, 2011/2012), Madrid (3-1, 2009/2010), Tau Cerámica (3-2, 2008/2009). El único revés sufrido por los hombres de Pascual en esta ronda fue en la campaña 2010 /11, cuando cayeron derrotados ante el Panathinaikos en cuatro partidos (1-3). Con el billete a Milán reservado, en la Ciudad Condal ya aguardan al desenlace de la eliminatoria entre Real Madrid y Olympiacos. Los blancos viajan este lunes al mal llamado Pabellón de la Paz y la Amistad con un 2-0 que, salvo hecatombe, dibujaríaun duelo español en unassemifinales que prometen ser un duelo fratricida entre los dos grandesdel baloncesto patrio.

Ficha técnica:

75 - Galatasaray (23+17+12): Arroyo (21), Markoishvili (8), Hairston (5), Erceg (19), Aldemir (7) -cinco inicial-, Koksal (-), Bonsu (-), Macvan (11), Guler (-), Arslan (2), Dudley (2) y Domercant (-).

78 - Barcelona (15+20+18): Huertas (16), Oleson (13), Papanikolaou (3), Lorbek (9), Tomic (6) -cinco inicial-, Pullen (7), Dorsey (1), Sada (6), Abrines (5), Lampe (4), Nachbar (8).

Árbitros: Cerebuch (ITA), Ryzhyk (UCR) y Anastopoulos (GRE). Sin eliminados.

Incidencias: Tercer partido de la serie de cuartos de final de la Euroliga disputado en el pabellón Abdi Ipekçi de Estambul ante11.470espectadores.