Todas las estrellas blancas orbitan alrededor de Sergio Llull

Llull, otra vez Llull. O quizá sería más correcto decir siempre Llull. Es la única constante en el Real Madrid esta temporada, el único jugador que, pase lo que pase, siempre aparece. Ninguno de sus compañeros es tan perseverante como él, que puede tener un mal día, que los ha tenido, pero no deja de intentarlo. Contra el Valencia Basket, con el liderato de la Liga Endesa en juego, anotó 16 puntos y repartió 13 asistencias para dirigir una victoria coral (85-71) cimentada en un gran tercer cuarto que le dio la vuelta a un partido que el equipo valenciano dominó en el primer tiempo.

El Valencia es de los pocos equipos que le complica la vida al Madrid cada vez que se ven las caras: había ganado en tres de sus últimas siete visitas a la casa madridista. Este domingo volvió a crearle problemas al equipo blanco, aunque solo aguantó medio partido. En el encuentro de ida, en la segunda jornada, pasó algo parecido, solo que entonces el arreón madridista fue aún más importante y el Valencia acabó perdiendo por casi 20 puntos.

En la segunda parte, el Madrid mejoró en defensa y aceleró en ataque gracias al acierto de los jugadores del banquillo, que por segundo partido seguido anotaron más que los titulares. "La aportación de gente desde el banco que otros días tiene menos protagonismo nos ha dado mucha energía. Hemos sido capaces de ir encontrando gente durante el partido y eso es importante para que el equipo crezca", dijo Pablo Laso.

Los puntos de Carroll, Nocioni y Rudy fueron clave para voltear el marcador en el tercer cuarto. De todo ellos, el que más destacó fue Rudy, que no para de mejorar conforme avanza la temporada. El balear anotó 14 puntos, cogió 4 rebotes y dios 5 asistencias, unos números excelentes que quedan eclipsados por los de su paisano Llull, al que los problemas físicos de Doncic le obligaron a asumir aún un mayor protagonismo.

Participa en más de la mitad de los puntos

Es la segunda vez que el base madridista supera las 10 asistencias en las tres últimas jornadas de la Liga Endesa. Su exhibición en el pase viene a demostrar que su faceta de asistente, a veces sepultada por su capacidad anotadora, no se puede desdeñar. Llull no es solo uno de los mejores anotadores del continente, es también uno de los mejores asistentes. Con sus 13 asistencias contra el Valencia Basket (récord personal) ya promedia 6 en la Liga Endesa, solo por detrás de Albicy y Campazzo. Pero mientras el francés da 2,6 asistencias por cada pérdida y el argentino 1,9, Llull da 5,7.

En la Euroliga pasa algo similar. Las 5,9 asistencias que reparte por encuentro lo colocan en la quinta posición, por detrás de Teodosic, Spanoulis, Larkin y Calathes. De todos ellos, el griego es el único que tiene un ratio asistencias/pérdidas superior al de Llull: 3,4 por 3,1. El jugador del Real Madrid no solo es un gran asistente, sino que es uno muy seguro. El Valencia lo sufrió. Ocho de sus 13 asistencias fueron en el segundo tiempo, que el Real Madrid ganó por 47-26. En total, entre canastas propias y asistencias, Llull participó en 47 de los 85 puntos de su equipo.

Al Madrid le sobran jugadores determinantes. Cualquiera puede ser decisivo, como demostró Thompkins el viernes en Kaunas, pero todos giran alrededor de Llull; él es el auténtico líder, a quien recurren sus compañeros cuando las cosas se complican. Y, al menos esta temporada, casi siempre responde.