Es noticia
El Real Madrid y Llull renuevan su corona en la ACB tras ganarle la final al Barça
  1. Deportes
  2. Baloncesto
revalida el título por primera vez desde 1994

El Real Madrid y Llull renuevan su corona en la ACB tras ganarle la final al Barça

El base, con 21 puntos, fue el máximo anotador del cuarto partido, en el que el Barça exigió al Madrid hasta el final, pero no pudo evitar que los blancos levantaran el título ante su público

Foto: El Madrid revalidó el título de la Liga Endesa (ACB Photo)
El Madrid revalidó el título de la Liga Endesa (ACB Photo)

Los equipos pasan a la historia por sus títulos o por su manera de jugar. Y los verdaderamente grandes son aquellos que consiguen aunar esos dos aspectos. En el caso del Real Madrid, que lleva un lustro maravillando en España y Europa, esas dos cosas no solo se unen, sino que se mezclan hasta no saber dónde termina uno y empieza el otro. El éxito es consecuencia del estilo y ese estilo es posible porque hay éxito. En estos cinco años, el Madrid ha ganado doce títulos, el último una Liga Endesa conquistada tras superar al FC Barcelona en la final por 3-1. Es la primera vez en 22 años que revalida el título liguero.

A la primera primera oportunidad, el Madrid no dejó escapar el título. Con el recuerdo de la final de 2012 muy presente, el equipo blanco no dejó pasar la ocasión de cerrar la final de la Liga Endesa antes de que volviera a Barcelona y venció por 91-84 en el cuarto partido. No lo ganó con la comodidad del segundo y el tercero, pero sí con la misma determinación. Tras la dolorosa derrota en el primer partido, el equipo se sobrepuso y pasó por encima de su gran rival al ritmo que marcó Sergio Llull, indiscutible 'MVP'.

Con 19 puntos y 6,5 asistencias de media, el menorquín repitió el galardón que se llevó hace un año. Durante toda la serie, el Barça no encontró la manera de pararlo. Ningún defensor pudo frenarlo; nada pudo hacerle bajar de revoluciones. Llull juega con una marcha más que el resto, pero eso no le impide controlar lo que sucece en la cancha. Ahora mismo ningún jugador es tan importante para el Madrid como él.

El Barça le pone trampas al Madrid

Sus 21 puntos en el cuarto encuentro fueron importantes para que el Madrid aguantara los embistes del Barça, que jugó el mejor primer cuarto de toda la final. Xavi Pascual, que tras el tercero había dicho que a este Madrid se le gana metiendo un punto más y no intentando que te metan uno menos, puso trampas a Pablo Laso, como una defensa en zona que al principio despistó al Madrid (0/5 en triples). Tomic, una vez más, volvió a rendir dentro de la zona, y el Barça ganó el parcial por 19-26.

El problema para los azulgrana es que eso duró solo diez minutos. A partir del segundo cuarto, al Madrid le empezaron a entrar los triples (4/6 tras el parcial inicial) y su banquillo bajó demasiado el nivel. Con un parcial de 17-4, el Madrid le dio la vuelta al marcador y se puso por delante (36-34). A partir de ahí, el Barça no le perdió la cara al partido, pero el duelo se convirtió en un ida y vuelta del que, a la larga, casi siempre sale ganando el Madrid.

Como en el resto de la final, el banquillo madridista fue muy superior al azulgrana: 41-23. Pascual no pudo (o no supo) integrar a los suplente en la rotación, más allá del griego Perperoglou. Arroyo fue un visto y no visto, con solo cuatro minutos en pista. Tampoco aportaron nada Samuels, Vezenkov o un Abrines al que cuesta ver entre los 12 de España para Río. En el Madrid, en cambio, sucedió todo lo contrario: pocas veces esta temporada se ha visto a un Madrid tan equilibrado entre titulares y suplentes, con los roles tan claros y tan bien ejecutados. Thompkins y Taylor, que hace dos meses no tenían claro su papel, han sido muy importantes en la final.

El Chacho sentencia con dos triples

Al final del último cuarto, el Madrid manejaba una diferencia de 7 puntos a su favor (72-65) tras ganar con claridad el tercero por 28-17. El Barça no le perdió la cara al encuentro, y en unos minutos en los que las manos se encojieron se aceró en el marcador (74-73) tirado por Navarro (14 puntos y 7 asistencias) y Doellman. Por primera vez desde el comienzo de la final, un partido llegaba igualado a los últims minutos.

Entonces apareció Sergio Rodríguez y con dos triples casi seguidos estiró la diferencia a los 6 puntos (83-77). El Barça siguió intentándolo, con un robo y canasta de Doellman que le colocó a tres (87-84) a menos de un minuto, pero el sprint final se quedó corto. Ayón barrió un tiro de Tomic y el Madrid no falló sus cuatro últimos tiros libres para sellar el triunfo y el título. El Madrid cierra un año complicado, irregular si lo prefieren, en el que ha sido muy criticado en momentos tan duros como la eliminación en la Euroliga, con otro doblete de Liga y Copa (y una Intercontinental que ya queda lejos). Ahí queda eso.

Los equipos pasan a la historia por sus títulos o por su manera de jugar. Y los verdaderamente grandes son aquellos que consiguen aunar esos dos aspectos. En el caso del Real Madrid, que lleva un lustro maravillando en España y Europa, esas dos cosas no solo se unen, sino que se mezclan hasta no saber dónde termina uno y empieza el otro. El éxito es consecuencia del estilo y ese estilo es posible porque hay éxito. En estos cinco años, el Madrid ha ganado doce títulos, el último una Liga Endesa conquistada tras superar al FC Barcelona en la final por 3-1. Es la primera vez en 22 años que revalida el título liguero.

Sergio Llull
El redactor recomienda