El Estudiantes se agarra a la ACB con uñas, dientes y también un poco de suerte

Hay partidos en los que el miedo a la derrota paraliza. El juego se ralentiza, los pases no se dan con tanta seguridad y el aro escupe un balón tras otro. Son encuentros en los que la etiqueta de 'final' deja ser un lugar común. Movistar Estudiantes y Rio Natura Monbus Obradorio jugaron este domingo uno de esos partidos. Ambos equipos llegaban empatados a 7 victorias, pero los gallegos estaban un posición por encima gracias a la victoria en la ida. El Estu, penúltimo, llevaba cinco meses en puestos de descenso de la Liga Endesa, zona de la que ha salido tras vencer por 71-70 tras uno de los finales más extraños de los últimos tiempos.

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"Ustedes catalogaban el partido como una final. Y se vivió un poso así también en el Palacio. Para nosotros fue muy importante. Lo intentamos tomar como un partido más, pero insconcientemente sabíamos que era un poco una final", declaró Nico Laprovittola. ¿Pesa más el miedo a perder que las ganas de vencer en un partido así? "Sí pesa", reconoció Jaime Fernández. "Pero yo intento no pensar nada más que en jugar a esto y dejarme de tonterías, de pensar en lo que pasa si pierdes, porque ahí es cuando te va mal. No puedo controlar lo que hacen mis compañeros, pero yo individualmente pienso que es un partido de baloncesto más". El base, autor de 12 puntos, metió la canasta definitiva, un tiro libre a 1,1 segundos del final después de un fallo increíble de Pepe Pozas que dio al Estu la opción de ganar. El canterano falló el primero y metió el segundo. "Cuando fallas el primero lo ves todo un poquito más negro. Pero he seguido confiando en mi tiro y no he pensado mucho, que a veces cuando piensas mucho te nublas".

"La que ha fallado Pozas"

Por segunda semana seguida, la afición del Estu hizo salir a sus jugadores del vestuario al grito de "Que salgan, los toreros". No era para menos. Tras 22 jornadas, el Estudiantes comenzará la semana fuera de descenso. Mientras se dirigían a la pista, varios jugadores comentaban aún la jugada decisiva del partido. "La que ha fallado Pozas", decían varios de ellos. El base del Rio Natura Monbus falló una bandeja a 6 segundos del final con 70-70 en el marcador. Fue una acción parecida a la de Montero en la final de la Copa de Europa de 1996, pero aún más clara y sin un Vrankovic llegando por detrás. Sin embargo, Pozas falló.

"Recuerdo 50. Todos fallamos de esas. Yo he fallado un tiro libre para ganar el partido", dijo Nacho Martín. "No se ha perdido el partido porque Pepe haya fallado. Se han fallado muchas acciones, no tiene que cargar con eso en la espalda. Pero son cosas que pasan en el deporte de competición y tiene que borrarlo rápido de la mente porque seguro que otro día la meterá". El pívot del Estudiantes, que sufrió una subluxación de hombro en los minutos finales que le añadió más dramatismo al final del partido, tuvo un gesto de apoyo al base del Obradoiro a través de Twitter.

"Ahora mismo no lo recuerdo (una fallo así)", reconoció Jaime Fernández. "Pepe habrá fallado la bandeja, pero les ha puesto muy arriba. Ha hecho un partidazo espectacular. La bandeja ha sido suerte, pero la suerte hay que buscarla, y me parece que la afición ha empujado mucho para que Pepe fallara". Pozas, campeón de Europa con la selección sub-20 en 2011, había sido de los mejores del Rio Natura Monbus. Terminó con 6 puntos y 4 asistencias, y dirigió muy bien al equipo. "Ha estado fantástico", afirmó Moncho Fernández, entrenador del Obraodorio. "Nos queda en la retina que falla esa bandeja, porque es a falta de segundos. Pero no tendría tanto valor si hubiéramos metido un par de tiros anteriors que genera él por su lectura. No debe cargar para nada con la culpa de esta derrota".

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Un partido así, con tanto en juego, lo suele ganar el que menos errores comete. A los jugadores de ambos equipos se les encogió el brazo (un 32/50 en tiros libres) y el encuentro fue "feo", como reconoció Nacho Martín. "Es cierto que no se debe pensar mucho en la derrota, porque si piensas en la derrota, pierdes. Pero según va pasando el partido, vas viendo que no se van dando las cosas bien, piensas en las conseucuencias que puede tener esa derrota. Pero lo hemos sacado en el último minuto. Era una lucha entre dos equipos que no estamos bien y ha caído de nuestro lado".

El miedo a perder castigó durante la mayor parte del partido al Estdudiantes. El apoyo de los 10.000 espectadores que acudieron al Barclaycard Center, y que no dejaron de animar en ningún momento, no fue suficientes. Durante más de 30 minutos, el partido lo controló el Obradoiro, que tuvo 10 puntos de ventaja en el tercer cuarto, aunque nunca dio la sensación de meter una marcha más y marcharse en el marcador. Al final del tercer cuarto, dos 2+1 de Diamon Simpson mantuvieron al Estu en el partido. Y en el último, doa triples de Javi Salgado transformaron el duelo (63-64, min.36), que acabó quedándose en casa.

"La mentalidad del equipo ha cambiado. Tenemos capacidad de lucha", dijo el entrenador estudiantil, Sergio Valdeolmillos. El Estu ha ganado 4 de sus últimos 6 partidos, pero todavía está con el agua al cuello. Le quedan 6 partidos: contra el Sevilla, el Gran Canaria y el Gipuzkoa fuera y contra el Fuenlabrada, el UCAM Murcia y el Barcelona en casa. "Ese momento en el que sales de la zona roja y te relajas, vuelves a caer", dijo Jaime Fernández. El Obradoiro, que ahora está una victoria por detrás, tiene el 'basket average' ganado, por lo que en un posible empate, acabaría por encima. Esa es la noticia positiva que se llevan de vuelta a Santiago. "No se consuela el que no quiere", dijo Moncho Fernández.