El Real Madrid no tiene el tiempo que necesita para reencontrar su mejor juego

El Real Madrid abandonó el viernes el pabellón del Khimki sobre las 23 horas rumbo al aeropuerto de Moscú. Allí cogió un vuelo a Vitoria y después un autobús a San Sebastián, donde este domingo juega su partido de la segunda jornada de la Liga Endesa ante el RETAbet.es GBC (19:30 horas, Canal+Deportes). Es la rutina de una temporada que ya no para: dos partidos cada semana, casi siempre entre el jueves y el domingo, y muy poco tiempo para entrenar y descansar, lo que más falta le hace a un equipo que está pagando la falta de pretemporada.

Lo más que más necesita el Real Madrid es lo que menos tiene: tiempo. Y difícilmente va a tenerlo. La semana pasada tuvo cuatro días entre el partido contra el Valencia Basket y el viaje a Moscú para jugar contra el Khimki. Más de cuatro para preparar un partido es un lujo del que apenas va a poder disfrutar el equipo de aquí a final de temporada, entre partidos de Liga Endesa y Euroliga.

Lo que le está sucediendo al Real Madrid es el resultado de una especie de tormenta perfecta. Todos sus jugadores internacionales llegaron hasta el último días de los torneos de selecciones, tanto en América como en Europa; y ha tenido un calendario muy cargado: Intercontinental, Supercopa y de regalo, los Global Games de la NBA. Paradójicamente, el éxito ha perjudicado al Madrid, que ha llegado al inicio de temporada aún lejos de su mejor nivel y en mitad de una situación que está lejos de ser la ideal para recuperarlo.

"Estamos en octubre y las cosas cambiarán para mejor para nosotros", dijo Sergio Rodríguez tras la derrota contra el Khimki. La buena noticia para el Real Madrid es que la temporada acaba de empezar y tanto en la ACB como en la Euroliga, un par de tropiezos a estas alturas son subsanables.

Un crédito ganado a base de títulos

Dice Felipe Reyes, para reflejar la exigencia en un club como el Real Madrid, que cuando se pierde un partido, hay crisis, que no se permite ningún tropiezo. Sin embargo, parece que el diagnóstico del capitán madridista no encaja con la actual situación del equipo, mucho más tranquila que en diciembre de 2014, cuando sonaron tambores de guerra tras varias derrotas. Ahora, en cambio, la actitud de los aficionados y la prensa es mucho más comprensiva, por varias razones.

La primera es que la temporada acaba de empezar y el recuerdo de los torneos de selecciones está muy cerca, sobre todo el EuroBasket. No se puede obviar el cansancio, reconocido por los propios jugadores, como un factor clave en las derrotas. El nivel de los equipos también es relevante. Cuesta calificar como sorpresas las victorias de Unicaja, Valencia o Khimki, y mucho menos la de los Celtics, que además fue en un partido amistoso. Por último, quizá la razón más importante sea la excepcional temporada pasada, con cuatro títulos, que le da un crédito a este equipo (y Pablo Laso) que antes no tenía.

Pero lo anterior cambiará si el Real Madrid cae este viernes en San Sebastián ante el RETAbet.es GBC, que puede pagar los platos rotos de esta mala racha. El equipo donostiarra perdió en la primera jornada perdió por 97-64 ante el Herbalife Gran Canaria y es un claro candidato para luchar por la permanencia. La paciencia que ha habido hasta ahora, y que el Madrid se ha ganado con creces, puede empezar a agotarse con una derrota en San Sebastián.