Laia Palau, la jugadora récord a la que no dejan retirarse

A Laia Palau (Barcelona, 1979) el baloncesto se empeña en llevarle la contraria. Hace más de dos años que dijo que se retiraba. Puso como fecha límite los Juegos Olímpicos de Río. "Si nos clasificamos, si estoy bien físicamente y si la selección me quiere, intentaré ir. Y lo dejo". España se clasificó, ella estaba bien físicamente, la selección la quiso y ella fue. España ganó la plata, el mayor éxito de su historia. Y claro, con ese subidón, cualquiera se retira. Así que Palau siguió. Un año más, pensó.

Esta temporada llegó a una nueva Final Four de la Euroliga con el USK Praha, volvió a demostrar un gran nivel y fue convocada de nuevo con la selección para el EuroBasket que se celebra en la República Checa. Pero antes ya había vuelto a decir que se retiraba, aunque a su manera: su plan es dejar la selección e irse a jugar Australia. Una transición ideal hacia otra vida tras 20 años jugando.

Pero una vez más, el baloncesto vuelve a llevarle la contraria. Y por baloncesto nos referimos a sus compañeras en la selección, ese grupo de amigas que ha ganado todo lo que puede ganar un equipo que no sea Estados Unidos, al cuerpo técnico, a la federación... No hay nadie que no le haya pedido a Laia Palau, la gran capitana, que siga, que aguante un año más, que en 2018 hay una Copa del Mundo en España y no se la puede perder. Y ella empieza a pensárselo. No ha reculado, pero ya no es tan tajante. Ahora dice que irá día a día. La atracción de ese campeonato y de seguir jugando junto a sus amigas es demasiado fuerte.

Bisagra entre dos generaciones

A Palau no le dejan retirarse. Y mientras sigue acumulando partidos con la selección. A partir de este lunes, no habrá otra jugadora con tantas internacionalidades como ella. Con el duelo ante la República Checa, con el que España cerró la primera fase del EuroBasket con derrota por 67-63, la jugadora catalana alcanzará los 259 encuentros, uno más que Amaya Valdemoro, hasta el pasado sábado la jugadora que más veces había vestido la camiseta de la selección. “¿Sabes qué significa para mí ese récord? La constatación de una trayectoria, de muchas cosas ‘guapas’ que hemos hecho y de mucha gente con la que lo he compartido”, declaró la jugadora, en declaraciones recogidas por la web de la Federación Española de Baloncesto.

Palau debutó en el 2002, antes del Mundial de China, en un equipo en el que había nombres tan importantes para el baloncesto español como los de Marina Ferragut, Betty Cebrián, Elisa Aguilar o Lucila Pascua, la única junto a ella que todavía sigue en activo (fue una de las últimas descartadas por Lucas Mondelo para el EuroBasket).

Con esa generación logró sus primeros éxitos, que se han ido multiplicando hasta conformar un palmarés envidiable: una plata olímpica; una plata y bronce mundiales; y un oro, una plata y cuatro bronces europeos. Palau es la bisagra entre dos grandes generaciones del baloncesto español: aprendió y creció de una y amadrinó a la otra, la que forman Alba Torrens, Laura Nicholls, Anna Cruz, Silvia Domínguez, Sancho Lyttle o Marta Xargay.

"Ahora es cuando estoy disfrutando más", dijo en 2015 Palau cuando anunció que se retiraba. Ese es su problema: que sigue disfrutando y ganando. Esta selección española no se cansa de ganar, y no parece que vaya a hacerlo pronto. De momento, ya está en cuartos de final en su camino hacia una nueva medalla en el EuroBasket. Sería la séptima en los últimos ocho campeonatos europeos.