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Ni la NBA puede con el apego de Sergio Llull al Real Madrid y su gente
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el indiscutible líder del equipo

Ni la NBA puede con el apego de Sergio Llull al Real Madrid y su gente

Es líder en la cancha, y también lejos de ella, adonde no llegan los focos. Es el corazón y mucho más en el Madrid. Un club que le da la felicidad. Por algo sigue aplazando su desembarco en la NBA

Foto: Sergio Llull fue determinante en el triunfo del Real Madrid ante los Oklahoma City Thunder. (EFE)
Sergio Llull fue determinante en el triunfo del Real Madrid ante los Oklahoma City Thunder. (EFE)

“Unos querían ser astronautas, otros policías, bomberos, profesores, médicos… Yo quería ser jugador de baloncesto y sigo cumpliendo mi sueño”. Esta reflexión se puede leer en su página web. “¡Quién me iba a decir que iba a tener una cuando empecé a jugar al baloncesto a los cinco años en el colegio La Salle Mahón en Menorca!”, reflexiona Sergio Llull. Muchos sueños cumplidos acumula ya, muchos logros alcanzados, muchos éxitos inolvidables registrados en su laureado currículo… Su último gran momento, una exhibición ante los Oklahoma City Thunder de la NBA, vital para que el Real Madrid se llevara el triunfo en un partido para enmarcar. Surge por enésima vez una eterna pregunta: ¿por que sigue en España? ¿Qué le retiene para no jugar con los mejores en Estados Unidos?

Foto: Descomunal partido de Llull (Kiko Huesca/EFE).

No hay muchas claves para desentrañar el misterio, por qué Llull, con 28 años de edad, no ha dado el paso que dieron, y continúan dando, otros compatriotas. Es una simple cuestión de felicidad. Aunque está muy bien pagado, en Houston le garantizan una bolsa mayor. Pero esos dólares nunca le han atrapado, en Madrid y en el Real no echa en falta absolutamente nada. Conjuga vida deportiva con personal a la perfección; por algo sus mejores amigos están alejados del deporte de la canasta. Mira a su alrededor y tiene claro que en ningún otro lugar del planeta va a ser más dichoso.

En el plano deportivo no hay mucho que decir sobre la aplastante incidencia que ha tenido en la historia reciente del Real Madrid. Es, sin embargo, la vida cotidiana el escenario en que más brilla, según los que conocen la realidad de la sección de baloncesto del club blanco. Pendiente de todo lo que sucede en el interior del colectivo deportivo, siempre tiene ojos —y acciones— para resolver todo problema que tenga cualquier asistente o empleado de la sección. Es su atención al que tiene al lado lo que le diferencia del resto.

Gesto tras gesto

Si a alguien le faltan entradas para acudir a un partido, como sucede, y seguirá sucediendo, esta temporada, siempre aparece Llull para tender una mano. Siempre vigilante con el más mínimo detalle en pos del bienestar común. Cuando llegan los momentos de gloria, numerosos en los últimos tiempos, a todos esos esforzados y anónimos trabajadores —compañeros para él— no les falta un gesto de Sergio.

Si ejerce de líder ante cualquier situación, también se puede afirmar que la vida de Pablo Laso no sería igual sin el de Mahón. No solo para que el equipo funcione en la cancha, también fuera. Todo equipo deportivo necesita estar bien engrasado para que el más pequeño contratiempo sea subsanado con celeridad. Aunque no tenga relación directa con el baloncesto en sí. Para esas adversidades que surgen en el camino, el entrenador siempre tira del balear para que resuelva lo que se ponga por delante. Son esas labores de fontanería interna, necesarias para el buen funcionamiento de toda empresa, las que siempre tienen a Sergio como protagonista.

Los últimos veranos han sido intensos en la vida de Sergio Llull, con los Rockets aporreando su puerta sin parar, cada vez con más brío y energía. Fue durante unos meses de 2015 cuando estuvo más cerca de hacer las maletas, cuando más dudas le asaltaron. No anduvo lejos de dar una respuesta afirmativa que hubiera llenado de felicidad a la franquicia de Houston, pero el desenlace final fue otro. El Real Madrid anunciaba el 6 de julio la prórroga del contrato hasta 2021. “Fue una decisión difícil, la NBA es muy tentadora”, reconoció. Pero como es feliz donde está...

Un simple tuit

Durante este último verano, por contra, no ha habido movimientos alrededor de Llull, sabiendo en Houston que por ahora toca esperar. Ejecutivos del club siguen apareciendo de vez en cuando por Madrid y charlan con Sergio para transmitirle lo que ya sabe de sobra, que le quieren vestido con su camiseta cuanto antes. Pero él mantiene con firmeza su posición, cree que no ha llegado el momento de partir, que más adelante posiblemente acepte por fin cruzar el charco para medir su fuerza y talento con los mejores. ¿Será cuando acabe la presente temporada? Tampoco está claro. Algunos medios de Estados Unidos, eso sí, apuntan a que la franquicia espera que por fin dé el paso en 2017...

El flechazo surgió hace años, pero cada día que pasa, el interés de los Rockets es mayor. '.@Llull!!!!'. No hizo falta que Daryl Morey, 'general manager' del club tejano, expresara su debilidad por el jugador blanco tras verle en acción contra los Thunder. Cuando consiga el tan ansiado sí de Sergio, el Real Madrid no se quedará con las manos vacías merced a los 20 millones de euros que están reflejados en su cláusula de rescisión. Obviamente, habrá negociación y el club no ingresará ese dinero, como también es verdad que el líder del equipo dejará un buen dinero en las arcas del Santiago Bernabéu.

“Unos querían ser astronautas, otros policías, bomberos, profesores, médicos… Yo quería ser jugador de baloncesto y sigo cumpliendo mi sueño”. Esta reflexión se puede leer en su página web. “¡Quién me iba a decir que iba a tener una cuando empecé a jugar al baloncesto a los cinco años en el colegio La Salle Mahón en Menorca!”, reflexiona Sergio Llull. Muchos sueños cumplidos acumula ya, muchos logros alcanzados, muchos éxitos inolvidables registrados en su laureado currículo… Su último gran momento, una exhibición ante los Oklahoma City Thunder de la NBA, vital para que el Real Madrid se llevara el triunfo en un partido para enmarcar. Surge por enésima vez una eterna pregunta: ¿por que sigue en España? ¿Qué le retiene para no jugar con los mejores en Estados Unidos?

Sergio Llull
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