Amaya Valdemoro: "Más motivación que jugar un Mundial en casa hay poca"

La generación más brillante del baloncesto femenino español jugará una Copa del Mundo en casa. Poco después de las 10 de la mañana de este martes, la FIBA anunció que la candidatura española era la elegida para acoger el torneo del 2018. El proyecto de España se impuso con claridad en las votaciones del 'Central Board': de los 26 miembros, 3 no votaron, 18 lo hicieron por España y solo 5 por Israel, la otra candidatura.

"Va a ser muy importante para el baloncesto femenino y para el deporte femenino en general en España", afirma la exjugadora Amaya Valdemoro, que cree que el baloncesto español está en un "momento idóneo, tanto a nivel deportivo como organizativo" para poder acoger la Copa del Mundo en el 2018. "Nunca se ha organizado un campeonato senior de baloncesto (femenino) en España. Más motivación que jugar un Mundial en casa hay poca", dice la madrileña, que con 258 partidos es la que más veces ha jugado con la selección.

La cita del 2018 lleva tiempo marcada en rojo en los planes de la Federación Española de Baloncesto (FEB) y del cuerpo técnico de la selección. "Hay dos puntos en rojo en el calendario. Los Juegos Olímpicos de 2016, en el que tendremos el equipo joven, pero maduro. Hay que intentar allí ir a por una medalla olímpica, que no se ha conseguido nunca. Y después, el Mundial 2018, donde se juntarán las tres generaciones de formación que más medallas le han dado al baloncesto femenino", explicaba a este medio el seleccionador Lucas Mondelo antes del pasado Mundial de Turquía.

"La gente tan joven que está en el equipo y la que está en categorías inferiores afronta cuatro años llenos de ilusión y con una meta, que es poder organizar una Copa del Mundo diferente y con una ambición deportiva", comenta Valdemoro. El pasado verano, a la medalla de plata en Turquía se sumó la medalla de plata europea sub-20, el bronce europeo sub-18, la plata mundial sub-17, el bronce europeo sub-16. Y la mitad de la selección absoluta tenía 25 años o menos.

"La gente joven viene pegando muy fuerte. Estar en la selección es muy caro. Las jóvenes que están y las jóvenes que vienen van a tener que luchar por 12 puestos. Va a estar duro pelearse por un hueco", dice Valdemoro.

La Copa del Mundo, denominación que estrenará la competición dentro de cuatro años, es la guinda que anhelaba la FEB para el proyecto 'Universo Mujer', una iniciativa, explica Amaya Valdemoro, que pretende "calar en la sociedad". "No es solo que se venga aquí a jugar un Mundial y ser noticia durante esas dos semanas. Hay que crear un calendario con un montón de acciones tanto para mayores como para jóvenes, en escuelas, a nivel de formación... Se hicieron muchísimas cosas con la Copa del Mundo del 2014 y se seguirá trabajando estos cuatro años en el apartado de la mujer. Pero es para todos, no solo para mujeres".

"Si no somos noticia, es muy difícil llegar a la gente. Pero cada vez, más y más, está presente. Con los buenos resultados que están obteniendo, los medios de comunicación las están apoyando y creo que todo va de la mano. Tampoco se pueden pedir peras al olmo cuando no se consiguen las cosas. El trabajo se está haciendo muy bien, despacito. Y poco a poco vamos cumpliendo objetivos".

La Copa del Mundo también puede servir de impulso para la Liga Femenina, que atraviesa momentos difíciles por la falta de patrocinadores. "Ojalá que eso repercuta de manera positiva", dice Valdemoro. A nivel de selecciones, el baloncesto femenino está mejor que nunca. Pero a nivel de clubes, el panorama es poco alentador. Por eso hace falta "mayor visibilidad" y que "los esponsors apuesten por equipos y por la federación".

En el plano deportivo, con la medalla de plata de hace solo unos meses la selección "ya ha llegado" a su límite, admite Valdemoro. "Ahora mismo somos la segunda mejor selección del mundo. El techo sería ganar a las americanas, que a día de hoy, desde mi punto de vista, es un equipo muy, muy difícil de ganar", dice. Igualar el éxito de Turquía será muy complicado, pero antes hay varios retos, empezando por la defensa del título en el EuroBasket de Hungría y Rumanía. Solo otro título le daría a España la opción de clasificarse para Río 2016 sin pasar por el Preolímpico.