El 'small ball' pondrá a prueba el inigualable juego interior de la España de los Gasol

Cuando la Federación de Baloncesto de Estados Unidos (USA Basketball) anunció en enero los jugadores que entraban en sus planes para el ciclo olímpico de Río 2016, su seleccionador, Mike Krzyzewski, contaba con 10 pívots para elegir. Ahora, tras varias renuncias, sólo tiene 6 para escoger y porque tuvo que llamar a uno a última hora. Ante eso, la preocupación ha crecido en Estados Unidos al mismo ritmo que lo hacía el optimismo en España. "Tenemos el mejor juego interior del Mundial", afirmó, orgulloso, Serge Ibaka. Ninguna otra selección del Mundial se acerca al potencial de las dos grandes favoritas para llevarse la Copa Naismith el 14 de septiembre en Madrid.

Entre los elegidos inicialmente por Estados Unidos estaba Dwight Howard, que comunicó su intención de volver a la selección por primera vez desde el 2008. Pero el jugador de los Houston Rockets no entró en la lista de 19 del pasado 14 de julio, la última antes del corte final. Fue la primera baja significativa.

En esa preselección, los pívots eran DeMarcus Cousins, Andre Drummond, Anthony Davis, Blake Griffin, Kevin Love y Keneth Faried. Las dos mayores estrellas de ese grupo, Griffin (por lesión) y Love (por la incertidumbre sobre su futuro), también se bajaron del tren mundialista antes de que arrancase. Segundo golpe. Eso debilitó a Estados Unidos justo donde más fortaleza parece mostrar su gran rival. Hasta el punto de que la duda es razonable: ¿tiene la selección española el mejor juego interior del Mundial?

Serge Ibaka, uno de los convocados por Juan Antonio Orenga, lo tiene bastante claro. "Pau y Marc son de los mejores jugadores que hay en la NBA y, por tanto, al estar juntos en España nos hace ser muy potentes", expresó. En la misma línea se manifestó el seleccionador, que opina que el juego interior español "es inigualable". "Tenemos a los Gasol, que son 'All Star', y a Ibaka, que estuvo cerca. Son determinantes allá donde vayan. Lo trasladas a cualquier selección y no lo encuentras", afirmó en una entrevista al diario Marca.

'Small ball' contra experiencia internacional

Cuando Krzyzewski dice que no han entrado en pánico no intenta ocultar nada: la selección estadounidense está acostumbrada a jugar (y ganar) con jugadores 'pequeños' en el puesto de ala-pívot. Lo hizo Carmelo Anthony en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012 (en ambas finales superando a España) y con Kevin Durant en el Mundial de Turquía 2010 en la cita británica. "En el 2010, no teníamos a nadie de equipo olímpico del 2008 para ir al Mundial. Eso dio una oportunidad para algunos jugadores jóvenes y algunos veteranos. Lamar Odom estuvo brillante durante el torneo", explicó el técnico americano. En aquel Mundial, Estados Unidos ganó con facilidad la medalla de oro y España, sin Pau Gasol, perdió en cuartos de final.

Su fantástica capacidad física permite a los mejores aleros estadounidenses jugar de pívots, lo que llaman 'small ball', permitiendo abrir el campo y crear más espacios por dentro, aspecto relevante cuando se juega con reglas FIBA, que favorecen las defensas en zona. Todo indica que en la cita española volveremos a ver a Durant emparejándose con los pívots rivales. "Kevin es un gran admirador del juego español. Sabe que somos uno de los mejores equipos del mundo y nos tiene un gran respeto, aunque también me ha manifestado su intención de ganarnos", comentó Ibaka.

Junto a Durant, el quinteto inicial de Estados Unidos, según las primeras pruebas realizadas por Krzyzewski, estaría formado por el base Derrick Rose -que lleva prácticamemte dos años sin jugar-, el escolta James Harden, el alero Paul George y el pívot Anthony Davis, el único hombre grande de primer nivel que viajará a España. Tanto George como Chandler Parsons (si finalmente es convocado) son aleros altos que pueden jugar de pívots. Ellos dos y Durant son tan altos como Felipe Reyes y solo un poco más pequeños que Serge Ibaka. Los pívots suplentes podrían ser DeMarcus Cousins y Andre Drummond, ambos muy jóvenes y sin experiencia internacional, algo que le sobra al cuarteto español. Los Gasol, Reyes e Ibaka ya jugaron juntos en el EuroBasket del 2011 y los Juegos Olímpicos del 2012. Dejando a un lado a Ibaka, que debutó en el 2011 con España, los otros tres llevan compartiendo equipo desde el 2006.

Estados Unidos y la selección española sólo enfrentarían en el Mundial en la final del 14 de septiembre (o en el partido por el tercer y cuarto puesto). Los precedentes y las bajas animan a pensar que ese partido, si llega a disputarse, sería muy igualado. Pero a pesar de las bajas y de que Juan Antonio Orenga se atreva a afirmar que no hay en el mundo un equipo con 12 jugadores del nivel de España, los estadounidenses siguen siendo los mejores y los indiscutibles favoritos. Son, de lejos, la mejor selección, y en su preselección hay diez jugadores que estuvieron en el último 'All Star'. Incluido algún pívot. España no tiene ninguno.