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La conexión entre Usain Bolt y Fidel Castro: el papel de Cuba en la velocidad jamaicana
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La conexión entre Usain Bolt y Fidel Castro: el papel de Cuba en la velocidad jamaicana

El régimen castrista financió la construcción de un centro educativo en el que se forman los técnicos jamaicanos que luego entrenan en los colegios de toda la isla, los viveros de la velocidad

Foto: El 4x100 jamaicano que ganó el oro en Río de Janeiro (Dylan Martínez/Reuters)
El 4x100 jamaicano que ganó el oro en Río de Janeiro (Dylan Martínez/Reuters)

En los Juegos Olímpicos de Río 2016, Jamaica ganó 11 de medallas en pruebas de velocidad. En los anteriores Juegos, los de Londres 2012, el botín fue aún mayor (12). Y en Pekín 2008 cayeron otras 11. El dominio de la pequeña isla caribeña en la especialidad durante las última década ha sido abrumador. Usain Bolt, ganador de 9 medallas de oro olímpicas y 11 mundiales y para muchos el mejor atleta de todos los tiempos, es la cabeza visible, pero detrás de él hay decenas de velocistas en el primer nivel del atletismo mundial.

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Sobre las razones de ese dominio se ha escrito muchísimo. Se ha dicho que es fruto de la herencia genética de los esclavos africanos que llegaron a la isla en el siglo XVII y que luego escaparon para establecerse en las montañas del noroeste, la zona con mayor concentración de velocistas. Otros apuntan a que existe un sistema de dopaje generalizado, una acusación que la laxitud de las autoridades jamaicanas y las dudas sobre su sistema antidopaje no han ayudado a aplacar. Hay otra explicación, perfectamente compatible con unas condiciones innatas y con las trampas: cómo captan y forman a los atletas.

En un capítulo de su libro 'El gen deportivo', David Epstein intenta responder a la pregunta de por qué son tan buenos los velocistas los jamaicanos. Para ello habla con el biólogo de la Universidad de Glasgow Yannis Pitsiladis, que lleva más de una década viajando a Jamaica y tomando muestras de ADN para encontrar una respuesta. Después de todos esos años de trabajo, su conclusión es que los genes importan, pero que lo más importante es el sistema de búsqueda de talentos. "Jamaica tiene miles y miles de velocistas, y consigues lo mejor haciendo lo que hay que hacer. Es lo que importa en este fenómeno. Si tuvieras esto en otro país, verías exactamente lo mismo", dice Pitsiladis. "En Jamaica, la clave para dominar la velocidad mundial es mantener a los mejores en la pista", resume Epstein.

¿Y eso cómo se hace? ¿Quién detecta que un joven Bolt puede tener un gran futuro en el atletismo y le dice que se olvide del cricket, su deporte favorito? Pues técnicos con la formación adecuada. Jamaica tiene muchos atletas, pero también muchos entrenadores. Y casi todos se forman en el GC Foster College of Physical Education and Sports, un centro situado en Spanish Town, la tercera ciudad más importante de la isla. El GC Foster College es clave para entender el estado actual de la velocidad jamaicana, y además tiene un origen curioso: su construcción fue un regalo de Cuba.

En el libro 'The Bolt Supremacy. Inside Jamaica's Sprint Factory', Richard Moore explica el origen del centro. En los 70, Jamaica estuvo gobernada por el socialista Michael Manley, líder del Partido Nacional Popular. Manley quería colocar a su país, que ya tenía varias medallas olímpicas en velocidad, a la altura de Cuba o Alemania del Este (un ejemplo no muy bueno, como se ha comprobado años después). Para ello contó con la ayuda de Fidel Castro, fallecido el pasado viernes. Entre los líderes de ambas islas, a solo 150 km una de la otra, había una buena relación. "PJ Patterson, ministro de exteriores en el Gobierno de Manley, recuerda una visita de Castro. 'Fidel nos ofreció seis escuelas', me dijo Patterson. 'Michael dijo que quería una para que la gente fuera entrenada en educación física. Eso se convirtió en el GC Foster College, y de ahí han salido un montón de entrenadores", cuenta Moore en su libro.

A la entrada del centro, junto a una imagen de Foster, se puede leer lo siguiente: "Los edificios originales y el equipamiento fueron regalos del gobierno y el pueblo de Cuba al gobierno y el pueblo de Jamaica". Las instalaciones fueron inauguradas en septiembre de 1980, pero sufrieron el giro político jamaicano. El 'college' incluía una piscina olímpica que no llegó a ser utilizada debido al cambio de gobierno que hubo dos meses después. El sucesor de Manley, Edward Seaga, líder del conservador Partido Laborista Jamaicano, cortó las relaciones con el régimen cubano cuando llegó al poder y la piscina no llegó a abrirse.

En ese centro se gradúan cada año los entrenadores que luego se reparten por los centros educativos de toda Jamaica. "Mi trabajo es asegurarme de que se conviertan en expertos en diferentes disciplinas; luego son distribuidos y dispersados por toda la isla para difundir la filosofía del GC Foster. Así se filtra en el sistema", explica Maurice Wilson, entrenador jefe de GC Foster College. Ese sistema es, básicamente, el inicio temprano en el atletismo, primero en las escuelas de pimaria y después en la secundaria.

Los campeonatos de instituto, conocidos como los Champs, se celebran desde hace más de un siglo y son el gran acontecimiento deportivo de Jamaica. Cada año, durante cinco días, más de 1.000 chicos y chicas de entre 13 y 19 años compiten representando a sus institutos en el Estadio Nacional de Kingston, donde más de 30.000 espectadores llenan las gradas. Antes de convertirse en una estrella mundial, Bolt compitió durante varios años en los Champs con el instituto William Knibb. En la actualidad, los entrenadores de las escuelas que participan en la competición deben de haber pasado por el GC Foster College.

El centro reforzó una manera de trabajar que ya estaba muy extendida por toda la isla por culpa de dos figuras muy relevantes del atletismo jamaicano: Herb McKenley y Dennis Johnson. El primero, medallista olímpico y finalista en 100, 200 y 400 en Helsinki 1952, se convirtió luego en entrenador en el instituto Calabar, uno de los más laureados de la historia de los Champs.

Allí entrenó a muchos atletas, entre ellos Johnson, que luego siguió con su formación en Estados Unidos a las órdenes de Bud Winter, legendario entrenador de la Universidad de San Jose State. Con él aprendió la importancia de la relajación a la hora de correr para un velocista, una caracterísitca que puede verse en muchos corredores jamaicanos. Johnson se dedicó a enseñar eso por toda la isla cuando volvió de Estados Unidos a mediados de los sesenta. Miles de personas atendieron a sus enseñanzas, entre ellos dos jóvenes que con los años acabaron convirtiéndose en los dos técnicos jamaicanos más importantes: Stephen Francis y Glen Mills, este último entrenador de Bolt.

En los Juegos Olímpicos de Río 2016, Jamaica ganó 11 de medallas en pruebas de velocidad. En los anteriores Juegos, los de Londres 2012, el botín fue aún mayor (12). Y en Pekín 2008 cayeron otras 11. El dominio de la pequeña isla caribeña en la especialidad durante las última década ha sido abrumador. Usain Bolt, ganador de 9 medallas de oro olímpicas y 11 mundiales y para muchos el mejor atleta de todos los tiempos, es la cabeza visible, pero detrás de él hay decenas de velocistas en el primer nivel del atletismo mundial.

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