El Atlético de Madrid rompe la maldición blanca en su estadio talismán, el Santiago Bernabéu

El Atlético de Madrid se convirtió en el campeón de la Copa del Rey. El conjunto dirigido por Simeone llegó al Santiago Bernabéu después de haber pasado toda la presión a su rival. Los rojiblancos no quisieron colgarse el cartel de favoritos y el técnico argentino se encargó de recordarlo en la previa de la final: “Ellos son mejores que nosotros, pero a un partido, todo es diferente”. Y así fue. Todo cambió. El Real Madrid llevaba catorce años presumiendo de ser imbatibles en el derbi madrileño pero desde anoche el contador está a cero porque el conjunto rojiblanco acabó con su particular maldición blanca en el mejor escenario posible: el Santiago Bernabéu, un estadio donde han conquistado nueve de las diez Copas que descansan en sus vitrinas.

Todas las incógnitas se despejaron en la prórroga cuando Miranda cabeceó el balón que le envió Gabi. El Atlético, por fin, se había creído que era capaz de derrotar al Real Madrid. Les ha costado catorce años pero la espera ha merecido la pena porque nadie había imaginado un fondo mejor para poner punto y final al gafe que les perseguía cuando el conjunto madridista estaba en frente. Los jugadores rojiblancos llevaban tiempo persiguiendo el objetivo, querían acabar con la soberbia que exhibía el Real Madrid cada vez que sus caminos se cruzaban. Lo han logrado en la final de Copa, una cita en la que el Atlético de Madrid tiene la medida cogida al conjunto blanco: se han visto las caras en cinco ocasiones con cuatro victorias colchoneras y una madridista.

Ese póker de triunfos atléticos tienen un denominador común: el Santiago Bernabéu. Existe un acuerdo tácito por el que Atlético y Real Madrid alternan sus estadios como escenario cuando son ellos los que protagonizan la final de Copa. En esta edición, era el turno del Vicente Calderón pero ambos eligieron el feudo madridista porque éste tiene mayor capacidad. Anoche se volvió a repetir el guion de las finales disputadas en 1960, 1961 y 1992: el Atlético derrotó al Real Madrid en su casa. La única final que se tiñó de blanco fue la de la temporada 1974/1975 que se disputó en el Vicente Calderón.

Nueve de diez

Cuando se trata de la Copa del Rey, el Atlético de Madrid se siente como en casa cuando la final se disputa en el Santiago Bernabéu: nueve de sus diez títulos han sido conquistados en el estadio madridista. A las citas de 1960, 1961 y 1992 hay que añadir la disputada en 1965 frente al Real Zaragoza (1-0). Siete años después, en el mismo escenario, el Atlético se deshacía del Valencia (2-1) y en 1976 hacía lo propio, nuevamente, con el Real Zaragoza (1-0). En 1985, la víctima rojiblanca fue el Athletic Club (2-1) y en 1991 fue el turno del Mallorca. La única Copa que el Atlético ha conquistado lejos del Bernabéu llegó en 1996 en La Romareda después de derrotar al Barcelona (1-0).

Anoche el Atlético empezó perdiendo, igual que en 1960 y 1961 ya que sólo en 1992 dominó claramente. Supo manejar toda una final de Copa y consiguió algo que no había logrado en los últimos catorce años: creerse superior, mejor que el Real Madrid. Así es como tiñó de rojiblanco el derbi en el lugar soñado: el Santiago Bernabéu, su estadio fetiche.