Armstrong prepara en Hawai una de sus geniales campañas de marketing

La noticia lanzada por The New York Times sobre una inminente comparecencia pública de Lance Armstrong reconociendo que efectivamente se dopó, sacudió el mundo del deporte el pasado sábado a la espera de una confirmación oficial que no llegó. La noticia se quedó en rumor… al menos por unos días. Los que ha tardado en desvelar el propio exciclista que está dispuesto a romper su silencio tras ser despojado de sus siete Tours. Por supuesto, será a su manera y al amparo de su amiga Oprah Winfrey, la reina de la televisión en Estados Unidos.

La fecha elegida es la del próximo 17 de enero y el formato una entrevista de 90 minutos en el programa 'Oprah's Next Chapter' en prime time y con una audiencia estimada de 85 millones de telespectadores. Una cifra a la que se le sumarán todos aquellos que opten por seguir las respuestas de Armstrong en el streaming de Oprah.com. Un simultáneo que promete romper récords de audiencia. Algo que no ha pasado por alto el equipo de asesores del tejano.

La pregunta, sin embargo, es si Lance Armstrong admitirá públicamente que se dopó. Desde hace semanas el exciclista trabaja duro con su equipo de asesores de comunicación en su casa de Hawai para estudiar la estrategia a seguir en la entrevista. Una acción de marketing en toda regla destina a lavar la maltrecha imagen del que fuera uno de los iconos del deporte mundial.

Dentro de dicha estrategia, aunque aún está pode decidir, está marcada en rojo la posibilidad de reconocer públicamente que recurrió a sustancias dopantes en su carrera deportiva, algo que hasta la fecha ha negado sistemáticamente, pero que una parte de sus consejeros entiende que es fundamental para remozar sus imagen. Asumir la culpa como previo paso a la redención. Perdidos ya sus títulos como deportista, lo importante ahora es recuperar la credibilidad para que su fundación contra el cáncer, Livestrong, no sea puesta en entredicho. La recaudación de fondos para combatir esta enfermedad que vivió en primera persona es el leit motiv de su vida actual. Lance, sin embargo, aún no ha dado el ok a esta vía.

Autor de grandes campañas de marketing para promocionar su imagen durante toda su carrera y uno de los pioneros en el manejo de las redes sociales como armas de comunicación masiva, Armstrong ha impuesto ya sus condiciones y ha dibujado con su equipo el escenario en el que discurrirá la esperada entrevista. Será en su racho de Texas, donde Oprah Winfrey ha accedido a viajar para realizar la entrevista. Y dentro de su casa, en su santuario: el salón donde lucen enmarcados los maillot amarillos de los siete tours que conquistó como profesional.

Hay quien piensa, por supuesto, que todo quedará en nada y que Lance Armstrong, soberbio como pocos, no admitirá nada y que la entrevista de Oprah discurrirá por lugares comunes: la lucha contra el cáncer, el futuro de Livestrong… todo sin preguntas incisivas sobre su dopaje. Quien defiende esta tesis recuerda la excelente relación entre entrevistado y entrevistadora y la devoción de la ‘Reina de América’ por aquellos que como ella desarrollan una labor filantrópica.     

George Bush o Marions Jones ya se confesaron con Oprah

La excelente reputación de Oprah Winfrey y la millonaria audiencia que acompaña a sus programas han hecho que los personajes más controvertidos utilizaran sus entrevistas para intentar lavar su imagen. Así, el expresidente de los Estados Unidos George W. Bush admitió errores en su gestión de la catástrofe del Katrina y en algunas decisiones del 11-S y la posterior guerra con Irak. Unas declaraciones encaminadas a restablecer su maltrecha reputación así como la promoción de su libro de memorias ‘Decision Points’.

La atleta Marions Jones también pasó por el diván de Oprah. Como en el caso de Armstrong, el dopaje estuvo presente en la entrevista como no podía ser de otro modo. Sin embargo, la excampeona norteamericana admitió a medias su relación con el dopaje apuntando a un desconocimiento de las sustancias que le habían administrado durante su carrera. El próximo día 17 será el turno para Lance Armstrong. Veremos cómo es su estrategia.