Es noticia
Sandro Rosell pone a prueba los valores del Barcelona en las paredes de La Masía
  1. Deportes
LA PUBLICIDAD EN SU FACHADA CONTINÚA LA AGRESIVA ESTRATEGIA ECONÓMICA

Sandro Rosell pone a prueba los valores del Barcelona en las paredes de La Masía

Adaptación a los difíciles tiempos económicos que atraviesa España o utilizar estos como excusa para intentar obtener la máxima rentabilidad del mejor equipo de fútbol del

Foto: Sandro Rosell pone a prueba los valores del Barcelona en las paredes de La Masía
Sandro Rosell pone a prueba los valores del Barcelona en las paredes de La Masía

Adaptación a los difíciles tiempos económicos que atraviesa España o utilizar estos como excusa para intentar obtener la máxima rentabilidad del mejor equipo de fútbol del mundo. Durante la presidencia de Sandro Rosell se han realizado operaciones por el bien de las arcas del FC Barcelona -como llevar publicidad en la camiseta o recortar presupuesto en las secciones del club que no sea fútbol- que han propinado un par de arañazos al simbólico eslogan de "más que un club". Ahora hay uno más: utilizar la fachada de La Masía y los valores que encierra para ubicar las dos pantallas de LED más grandes de Europa con fines recaudatorios.

El mayor orgullo de los éxitos logrados por el Barcelona durante esta última época es poder decir que, en gran medida, se han logrado con gente de la casa. Es algo que le distingue de la mayoría de clubes Europeos y un motivo para sacar pecho. Provocaba una satisfacción mayor que otros aspectos también honrosos como los de llevar ‘limpia’ la camiseta de publicidad o disponer de una baraja de secciones que portaban el escudo azulgrana. Son hechos significativos que han ayudado al aficionado a identificarse con el club de la Ciudad Condal, al menos hasta la actualidad.

"La Masía es una escuela de valores", recitaba en octubre de 2011 Sandro Rosell durante la inauguración de las nuevas instalaciones en Sant Joan Despí. Una "escuela de valores" donde pulirán diamantes en bruto, moldearán la personalidad de quienes pretenden ser futbolistas, ricos y famosos y, a partir de ahora, las paredes de La Masía también servirá para obtener ingresos.

Un ‘colegio’ como reclamo publicitario

¿Es ético que un ‘colegio’ haga las veces de poste publicitario? Este Centro de Formación Oriol Tort no se construyó con este fin y para los más puristas la integridad de los valores puede sentirse amenazada. Sin embargo, hay quienes verán en estas gigantescas pantallas electrónicas un refuerzo económico interesante para plantar batalla a otros clubes con potencial económico.

La empresa catalana "MCM Group pondrá en marcha la comercialización de dos de las fachadas de La Masia. El lanzamiento de mensajes y campañas publicitarias será posible gracias a la tecnología LED y a las posibilidades que ofrecen los espacios donde se instalarán dos pantallas de 250 metros cuadrados. Los mensajes tendrán una resolución que se podrá apreciar con la máxima nitidez, incluso, desde los aviones que despeguen o aterricen en el Prat, o que sobrevuelen la zona". El comunicado, hecho oficial este miércoles, resalta la espectacularidad de esta nueva forma de negocio que podría trasladarse en un futuro al Camp Nou.

En sus dos años y medio como ‘president’, Sandro Rosell ha mostrado especial ahínco en el apartado financiero del FC Barcelona. Ha dejado de un lado el romanticismo para no perder ciertas oportunidades económicas que se le presentan. La temporada 2011-2012 cerró  para la entidad culé con un beneficio récord de cerca de 49 millones de euros, pese a no haber ganado los títulos de Liga ni 'Champions' ni de haber registrado ingresos extraordinarios por la venta de un jugador. Para la presente campaña, el portavoz Toni Freixa anticipó en septiembre que el club tendría unos ingresos de 470 millones, acumulando un beneficio de casi 36 millones. Los éxitos deportivos ayudan a que ciertas fórmulas de ingresos no generen tanta polémica o crispación como pudiera suponer.

Un club más

La más llamativa ocurrió cuando, por primera vez en su historia, el Barça portó en 2006 el logotipo de una organización bajo su escudo. Dicha toma de contacto se realizó con tacto gracias a UNICEF, a la que pagaba 1,5 millones de euros anuales como donación. En verano de 2011, sin ser tan impactante, el equipo catalán imprimió en sus elásticas aquello de Qatar Foundation, cobrando ya 30 millones cada temporada. El pasado mes de noviembre, el vicepresidente económico del club, Javier Faus, confirmó la entrada de Qatar Airways en sustitución de Qatar Foundation (a petición de esta empresa) para la próxima temporada, por lo que podría ingresar unos 170 millones de euros en cinco años. "En principio consideramos que es una marca homologable a lo que es el Barcelona", explicaba Faus ante esta maniobra. Hace unos años –sin tener nada en contra de Qatar Airways- no hubiera sido "homologable". La lógica económica impera en esta decisión, aunque se pierda la exclusividad del color azulgrana y parte de su significado. Desde hace algún tiempo, en este aspecto, es un club más.

Más críticas tuvo la decisión, en junio de 2011, de reducir el presupuesto en un 1% en cada sección, salvo fútbol, durante los siguiente cinco años y la supresión del Beisbol. Los 79 millones de pérdidas en la primera temporada de Rosell como máximo mandatario urgieron a realizar un plan de austeridad. Más que por el hecho en sí, fue un movimiento controvertido por el significado que conllevaba, además de topar con lo prometido en su programa electoral.

Sin entrar en la identidad social que supone su pertenencia a Cataluña, los tres pilares donde se asienta la identidad deportiva del FC Barcelona -camiseta, secciones y La Masía- han sido tocados con Rosell como máximo mandatario. El presidente señaló este pasado mes de octubre que "el Barcelona siempre será más que un club", quizás ahora lo sea un poco menos aunque sólo el tiempo dirá si estas medidas han ayudado fortalecer los valores, a mantenerlos o a desprotegerlos.

Adaptación a los difíciles tiempos económicos que atraviesa España o utilizar estos como excusa para intentar obtener la máxima rentabilidad del mejor equipo de fútbol del mundo. Durante la presidencia de Sandro Rosell se han realizado operaciones por el bien de las arcas del FC Barcelona -como llevar publicidad en la camiseta o recortar presupuesto en las secciones del club que no sea fútbol- que han propinado un par de arañazos al simbólico eslogan de "más que un club". Ahora hay uno más: utilizar la fachada de La Masía y los valores que encierra para ubicar las dos pantallas de LED más grandes de Europa con fines recaudatorios.

Sandro Rosell