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La cara más "horrenda" de Michael Schumacher
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EL KAISER VOLVIÓ A SER SANCIONADO POR UNA MANIOBRA ANTIDEPORTIVA

La cara más "horrenda" de Michael Schumacher

La calidad de un gran campeón se mide no sólo en sus grandes hazañas sino también, y quizá de manera más significativa, en su reacción tras

Foto: La cara más "horrenda" de Michael Schumacher
La cara más "horrenda" de Michael Schumacher

La calidad de un gran campeón se mide no sólo en sus grandes hazañas sino también, y quizá de manera más significativa, en su reacción tras una decepción o un fracaso.

Precisamente, el rimbombante regreso a la Fórmula 1 protagonizado este año por el gran heptacampeón Michael Schumacher se está tornando en eso, un fracaso, con cada Gran Premio que pasa. Y este domingo en Hungría tuvo lugar el más “horrendo” de los episodios que están degradando paulatinamente a toda una leyenda viva del deporte, piloto ganador que otrora fue idolatrado incondicionalmente por aficionados del mundo entero.

Quedaban tres vueltas para el final de la carrera y Rubens Barrichello (Williams) llevaba varios giros agobiando a Michael Schumacher (Mercedes GP), que marchaba en décimo lugar, plaza que cierra la zona de puntos.

El brasileño, que conformó con el Kaiser un histórico tándem en Ferrari entre 2000 y 2005, llegó a la fase final de la prueba con los neumáticos mucho menos gastados que el alemán y el adelantamiento parecía inminente.

“Al salir de la última curva, patiné”, tal y como contó Schumi a la cadena británica BBC, “lo que comprometió mi aceleración. Vi que venía Rubens por mi derecha e hice mi trabajo, que consistía en obligarle a que eligiera el otro lado. Al final, escogió ese y estuvo un poco justo”, aseveró Schumi.

Pero eso no es lo que ocurrió, precisamente. Si no, su maniobra no hubiera erizado el vello a los millones de telespectadores que la vieron en directo.

La realidad fue que Schumacher se centró en evitar a toda costa el inexorable adelantamiento de Barrichello, aferrándose al solitario punto que otorga la décima plaza. Su casco naranja girado totalmente hacia la derecha, para no perder detalle de la maniobra de Barrichello y mientras no prestaba atención a la larga recta que tenía por delante, quizá significaba que el alemán quería continuar demostrando a su antiguo gregario que a sus 40 años sigue siendo mejor que él. Y se le fue la mano.

El veterano piloto de Mercedes actuó, en verdad, como un chiquillo airado que no mide las consecuencias de su rabia, porque cerró tanto a Rubens que el Williams de este rozó literalmente el muro del pit lane, precisamente en el punto más rápido del circuito donde se rebasan por poco los 300 km/h. Es decir, un roce entre ambos, o de Barrichello contra el muro, podría haber tenido unas consecuencias terribles que es mejor ni imaginar.

Barrichello pidió la bandera negra

Sintiendo aún el escalofrío en el cuerpo por lo que había pasado, se oyó a Barrichello pidiendo a través de la radio la bandera negra (descalificación) para su ex compañero en Ferrari. Después, ante los micrófonos, el brasileño afirmó que “para hacer esas cosas, no necesitábamos que Michael regresara tras tres años retirado”, a la vez que aseguró que el adelantamiento suponía “una de las maniobras más bonitas que he hecho y una de las mas horrendas de Michael Schumacher”.

Y quizá no sea la más horrenda de todas porque el Kaiser reúne en su carrera casi tantas polémicas como grandes éxitos. No es la primera vez que sufre sanciones como la que le cayó este domingo por el incidente con Barrichello, y que le obligará a retrasar diez puestos su posición de salida en el siguiente Gran Premio, que se disputará en Bélgica el 29 de agosto.

Tras la carrera, Schumi no entendía bien el revuelo que se había formado: “Todos los pilotos podemos cambiar la trazada una vez cuando alguien nos coge el rebufo. Y eso es lo que hice. Obviamente, había sufiente espacio para que él pasara, porque lo logró. No nos tocamos, lo que demuestra que había suficiente espacio”, dijo con cierto aire de cinismo.

Y es que es posible que Michael Schumacher, como experto piloto, midiera muy bien el espacio que le dejaba a Barrichello. También puede ser que, para actuar de esa manera desechando la opción de sufrir un grave accidente, supiera de antemano, después de haber compartido tantas horas de vuelo con su ex compañero Rubens, que Barrichello tiene la calidad y el temple suficiente para no amedrentarse en una situación tan límite.

Pero lo que definitivamente no midió Schumacher fue la imagen que iba a dar de él esa maniobra. Y que no es otra que la de un piloto que no sabe encajar la más sencilla de las derrotas, un simple adelantamiento.

La calidad de un gran campeón se mide no sólo en sus grandes hazañas sino también, y quizá de manera más significativa, en su reacción tras una decepción o un fracaso.

Hungría Fórmula 1