Valverde conserva el liderato antes de la etapa reina

El ruso Yuri Trofimov, del Bouygues, salió el vencedor de la quinta etapa de la Dauphiné Liberé, disputada entre Ville la Grand y Morzine, de 125 kilómetros, en la que el español Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne) llegó tercero y mantuvo la camiseta de líder. Trofimov, que hizo en solitario el descenso final desde la cima del Joux Plane, marcó en meta un tiempo de 3h07:46 y aventajó en 18 segundos al australiano Cadel Evans (Silence) y al español Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne), quienes a su vez adelantaron al estadounidense Levi Leipheimer (Astana) en 1:06 minutos.

A continuación entraron el español Haimar Zubeldia (Euskaltel), a 21 segundos y el polaco Sylvester Szmyd (Lampre) y el español Juan José Cobo (Saunier) a medio minuto. En la general Valverde sigue al frente. Evans le sigue a 32 segundos y la tercera plaza es para el más perjudicado en la jornada, Levi Leipheimer, que ya se encuentra a 1.29; mientras que el ganador de la etapa Trofimov se ubica en la cuarta posición a 2:16 minutos. La jornada respondió a la espectación despertada y debido a las varias dificultades desde el comienzo en el corto trazado la tensión salió a relucir en los primeros kilómetros, aunque fue la batalla principal comenzó en las primeras rampas del Joux Plane.

Los candidatos al podio final no dudaron en jugar sus cartas y el primero en hacerlo fue el español y líder de la carrera Valverde. Por delante iba la otra carrera en la que el ruso Trofimov y el español Cobo como líderes del grupo y prueba de ello es que el hispano coronaba primero por la cima, pero en el descenso era el ruso el que se lanzo a tumba abierta dando de rueda a sus más directos rivales. En la otra carrera, Valverde dio un par de acelerones para tantear a sus enemigos para el podio final. El español sólo encontró respuesta en el australiano Evans, pues el estadounidense Leiphemer hizo 'la goma' durante algunos metros para terminar quedándose cortado.

La parte final de la carrera, camino de Morzine, bastante más llevadera, no cambió la situación, pues Trofimov no tenía problemas para mantener su infernal ritmo e ir alejándose un poco más de corredores de fuga que iban intercalados; mientras que Valverde tiraba de uno de su principales enemigos como es Evans, ya que Leipheimer seguía su calvario particular. Un final al que no le faltó emoción. Trofimov presentó sus credenciales en una grande al ganar a lo campeón; mientras que el español Alejandro Valderde daba un paso de gigante para subir a lo más alto del podio final al descolgar un poco más a uno de los principales favoritos como era en la salida el estadounidense Levi Leipheimer.

Valverde: "Ataqué en el Joux Plane para probar a Evans y Leipheimer"

Alejandro Valverde dijo tras la disputa de la quinta jornada que su ataque en el Joux Plane tuvo como finalidad "probar a Evans y Leipheimer" y aseguró que no luchó por el triunfo de etapa "para respetar el trabajo de los demás".

"Me encuentro muy bien y el equipo funciona perfectamente, espero que las cosas continúen así. He atacado en el Joux Plane para probar a Evans y Leipheimer. Evans me ha seguido, ha respondido bien, y cuando ha visto que Leipheimer perdía contacto ha sido él quien ha hecho todo el gasto hasta la meta. No he luchado por el trabajo de etapa, era normal que respetara el trabajo de los demás", señaló el corredor español.

Sobre el desarrollo de la etapa, Valverde dijo: "En el Joux Plane el holandés Robert Gesink ha impuesto un ritmo rápido y ha hecho explotar al grupo. Creo que tiene un gran porvenir por delante. Respecto a Trofimov no le conocía bien, pero tampoco se trata de un desconocido. Como no estaba muy lejos en la general no se ha permitido más de tres minutos a su escapada".

Así, una etapa bonita, de buen ciclismo, en la que el ganador Trofimov confirma su progresión en el pelotón y Valverde deja claro que está preparado para su gran objetivo del año que no es otro que el Tour de Francia. Valverde superó su primer test alpino de la Dauphine, pero hasta el final le aguardan un par de etapas propias del Tour de Francia, la penúltima entre Morzine y La Tossurie, con la Croix de Fer como principal dificultad montañosa, y el domingo entre Saint Jean de Maurienne y Grenoble, en la que, entre otros puertos, destacan los míticos Granier, Cucheron y Col de Porte.

Este sábado se disputará la etapa reina, la sexta, entre Morzine y La Toussuire, de 233 kilómetros.