Koeman: una vez fuera, se acabó la rabia

Ronald Koeman convirtió la Liga en una pesadilla, la Copa en un sueño hecho realidad y el día a día del Valencia en un suplicio. Y si no es verdad, que se lo pregunten a los jugadores de la plantilla. Los primeros en volver a nacer después de estar 'sepultados', fueron Albelda, Cañizares y Angulo. Tres insignias de un equipo que siempre les necesitó pero que un intruso se encargó de borrarles de la memoria del ordenador y que ahora está pagando las consecuencias. Pero el delirio ha termino. Nada más irse Koeman, los jugadores han encontrado oxígeno en sus declaraciones como quien lleva un mes solo en el desierto y sin hablar. Joaquín fue el primero. “Koeman no ha sido respetuoso conmigo. Vicente fue el segundo. “Estoy contento tras la marcha de Koeman porque su trato era lamentable”. Y Baraja concluyó. “Ha sido acertado y sabio contar con los jugadores apartados”.

Y es que cuando el río suena, es que agua lleva. Koeman sumó 18 puntos en 32 jornadas, con una media de 0,81 puntos por partido. Dejó al equipo en la posición 15 con 39 puntos, a sólo dos del descenso y logró el peor registro como entrenador del Valencia. Los aficionados del conjunto valenciano habían olvidado lo que significaba sufrir. No se vivía una situación similar desde la temporada 93-94, cuando el holandés Guus Hiddink fue el primero y el último de los cuatro entrenadores de esa temporada que se sentaron en el banquillo de Mestalla. Durante la presente campaña ya se igualó ese récord. Comenzó Quique Sánchez flores, después llegó de forma provisional Óscar Fernández y al poco tiempo aterrizó Koeman con la bandera de un héroe descompuesto. Y fracasó.

El Valencia necesitaba cortar la manzana podrida y un médico que le quitara la depresión. Y al parecer lo encontró. El lunes pasado, tras una larga reunión entre directivos y cuerpo técnico, decidieron poner fin a la era Koeman. Se fueron todos sus ayudantes, además del director deportivo. Y llegó un hombre de casa, un hombre que desde el primer minuto de juego quiso traer paz en tiempos de guerra y con plena libertad para ejecutar sus ideas. Salvador González ‘Voro’ no quiso perder el tiempo y lo primero que hizo fue recuperar a los tres ‘pesos pesados’. En cuatro días el vestuario tiene otra cara, el ánimo se ha elevado, las risas han regresado y la confianza ha subido hasta el décimo piso. El Valencia ha recuperado la alegría, nada más hay que ver las imágenes de los entrenamientos. Lo que habrá que comprobar es si también ha vuelto su fútbol y el mejor Villa, y el mejor Joaquín y el mejor Silva. Falta por ver si Albelda, Angulo y Cañizares están en forma, y finalmente, falta por ver si el tiempo no le ha cobrado el tiempo perdido y puede tener un final feliz y tranquilo en primera división.