Nacho Vigalondo encontró su fusil... y se lió a tiros

Nacho Vigalondo se ha dejado el fusil en casa y ha cambiado su traje de guerrillero por gafas de sol y una camiseta de Rob Zombie. Se sube al escenario de los cines Palafox de Madrid y el público enloquece y aplaude hasta dejarse las manos hechas muñones. Ha venido al Nocturna Film Festival a presentar 'Camino', un 'thriller' de terror de producción estadounidense que todavía no tiene fecha de estreno en las salas comerciales españolas. Un filme rodado en Hawái y donde le da la réplica, fusil mediante, a la actriz-barra-especialista de cine Zoë Bell. Sí, a la Zoë Bell de Tarantino. La Zoë Bell que igual se sube al techo de un coche en marcha como se tira de la copa de un árbol en medio de la selva. La Zoë Bell que enamoró a varias generaciones con su papel en 'Death Proof'. Y entre ellos, al propioVigalondo. "Así que en el rodaje tocó disimular".

El director de 'Los cronocrímenes' regresa a su faceta primigenia, la de actor, y con un papel principal. porque antes de meterse a director, de estar nominado a un Oscar a mejor cortometraje y rodar con Elijah Wood o Sasha Grey, el cántabro hizo pequeños cameos en cortos, obras de teatro y anuncios. Entonces pensaba que dirigir no iba a ser lo suyo: "No me veía a mí mismo haciendo películas. Siempre tenía cortos en mente; unos iban adelante, otros no, alguna cosa salía mejor que otra, pero no tenía confianza en mí mismo". Y el chico inseguro que venía de Cabezón de la Sal acaba de dirigir a Anne Hathaway en 'Colossal', una película que llegará a los cines a finales de 2016 y con la que confiesa estar "muy contento". "Aunque lo digo con la boca chica, porque lo que le parezca al director es irrelevante".

'Camino' es una película pequeña, una producción 'low cost', en la que Vigalondo interpreta a Guillermo, un villano "horrible", una "persona pesadillesca", "un psicópata manipulador y arrogante". "Dice Josh Waller -el director- que se inspiró en mí para escribir el personaje", bromea. "Sin embargo, la verdad es que mi entrada en este proyecto fue muy vulgar; una llamada de teléfono... ¡miento, miento!", duda. "¡Fue un e-mail! Josh Waller y yo nos conocíamos de anteriores colaboraciones, de coincidir en los festivales y ver películas juntos. Me propuso un papel y dije que sí, esperando encontrar un cameo. Vamos, lo que me suelen mandar".

El papel de Guillermo es el sueño húmedo de cualquier actorcillo

Pero no. Se encontró con Guillermo, un "papelón que no acaba nunca, el sueño húmedo de cualquier actorcillo: hacer de pirado en la selva con todos esos monólogos desquiciados". Vigalondo interpreta a un misionero español en la selva colombiana que de día reparte medicamentos entre la población indígena y de noche estopa a machetazos. Y que, cuando la llegada de la intrépida Avery -la fotógrafa de guerra a la que da vida a la intrépida Bell- ponga en peligro la doble vida del misionero, desatará un frenesí homicida del que no saldrá vivo ni el apuntador.

Balazos y puñaladas aparte, para Vigalondo 'Camino' fue un rodaje muy placentero, aunque le encantaría poder presumir de una experiencia a lo Herzog. Fueron cuatro semanas persiguiendo a Zoë Bell por Hawái, "el paraíso oficial en el planeta Tierra", sin preocuparse del presupuesto, sin quebraderos de cabeza, quitándose el peso de tomar las decisiones del director. Y por eso se ofrece como actor a quien sea, para cortos o largos, siempre que tenga tiempo y no esté en medio de un proyecto.

Exigí que se reflejara el racismo inherente que hay en España respecto a Latinoamérica

"Además, es un placer recibir órdenes. Cuando estoy actuando me alegro de no tener que planificar todo este cristo. Siempre lo comparo con que en el sadomasoquismo hay personas que entienden tanto el placer de ser sádico como el de ser sumiso". No sabemos si el Guillermo de Vigalondo será 'masoca', pero sádico es, y un rato. Y xenófobo. "Yo lo único que cambié del personaje fue el 'background' para que fuera español en vez de colombiano y exigí que se reflejara el racismo inherente que hay en España respecto a Latinoamérica ".

El pase de 'Camino' en el festival Nocturna ha supuesto la presentación de la película de Waller en toda Europa. Todavía no ha encontrado distribuidora en España, y quién sabe si lo hará. "Los festivales como el Nocturna se van convirtiendo poco a poco en la única forma de ver cierto tipo de películas en salas, algunas que probablemente jamás volverás a tener la oportunidad de ver. Y sólo por eso tienen que sobrevivir". "Además, hay un tipo de director que es al que creo que yo represento, quizá no muy autoral pero tampoco de masas, y nuestro espacio natural están siendo los festivales de un tiempo a esta parte", explica. Y sobre el escenario del Nocturna, Vigalondo demuestra que tiene tablas. Un chiste aquí una gracia allá y el público estalla en carcajadas. Sin duda alguna éste es su hábitat natural.