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¿Imaginan un cine sin música? Cómo ponerle alma a una película
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¿Imaginan un cine sin música? Cómo ponerle alma a una película

El compositor Fernando Velázquez y los directores Juan Antonio Bayona y Koldo Serra analizan la salud y el reconocimiento de la música hecha para las películas españolas

Foto: El compositor vasco Fernando Velázquez (Ernesto Agudo)
El compositor vasco Fernando Velázquez (Ernesto Agudo)

Imaginen, ahora que todos estamos hablando de 'Star Wars', qué sería de la saga galáctica sin la icónica música de John Williams. O de 'Eduardo Manostijeras' sin la de Danny Elfman, 'Braveheart' sin James Horner, de 'El bueno, el malo y el feo' sin Ennio Morricone, de 'Todo sobre mi madre' sin el trabajo de Alberto Iglesias o 'El niño' sin el de Roque Baños. La música fija una película en nuestro imaginario tanto como su secuencia más espectacular y, aunque pocos podrían decir el nombre de una decena de compositores españoles, su figura vive a caballo entre un creciente reconocimiento y una industria donde los recursos (económicos) escasean.

Librería Ocho y medio. Presentación de 'Concerts Suites / Music for films', de Fernando Velázquez. Se trata de una recopilación de las mejores suites, grabadas con la Orquesta Sinfónica de Euskadi y el Coro Landaraso, compuestas para bandas sonoras de películas como 'El Orfanato' y 'Lo imposible', de Juan Antonio Bayona; 'Bosque de Sombras', de Koldo Serra, o 'El mal ajeno', de Óskar Santos. Aforo completo.

Puede que el nombre de Velázquez no suene a muchos pero es uno de los grandes compositores españoles de música para cine. Lo mismo quizás les pase con Alberto Iglesias y Javier Navarrete, ambos nominados a los Oscar. Velázquez ha firmado ya más de 50 bandas sonoras, entre ellas algunas tan conocidas como las de Bayona, 'Ocho apellidos vascos', 'Lope' o, a nivel internacional, 'La cumbre escarlata', de Guillermo del Toro; 'Hércules', de Brett Ratner; o 'Savage Grace', de Tom Kalin. Él encarna a la perfección la dicotonomía que vive este sector. "Se dan todas las situaciones. Hay gente que valora mucho la música en el cine, pero también es cierto que hay productores y otros agentes que entienden poner música en una película casi como algo que se hace por inercia cuando es una parte fundamental del espíritu de la historia".

Suite principal de 'El orfanato', de Juan Antonio Bayona

El compositor acaba de terminar la música de 'Un monstruo viene a verme', la nueva película de Bayona que se estrenará el próximo 7 de octubre, y de 'Guernika', el próximo trabajo de Serra también para 2016. Ambos directores, junto a Santos, arropaban la semana pasada a Velázquez en la presentación de su disco. "La música cuenta aquello que no puedes contar con las palabras. Ahí es cuando la película trasciende de una manera emocional y se hace grande, gigante, y resuena en el inconsciente del espectador. Eso es lo que intentamos hacer aunque no sabemos muy bien cómo. Nuestro trabajo es casi como moldear una figura de arcilla a base de prueba y error hasta que lo que escuchamos nos dice, de una manera que va más allá de las palabras, lo que queremos expresar", explica Juan Antonio Bayona.

¿Cómo serían tus películas sin música? "Les faltaría muchísimo alma", responde Koldo Serra. "La música le da el alma que a veces no tienen las imágenes o sirve para llevar a un sitio al espectador. 'Bosque de sombras' tenía 9 minutos de música y 'Guernika' va a tener 80 o 90. Ahora no soy capaz de pensar en 'Guernika' sin la música. Venimos de grabar la banda sonora y posiblemente la música es lo que más me emociona cuando veo la película. Además de que la música de Fernando le da un envoltorio a todo que lo unifica y lo convierte en una película. La música es lo que me ayuda a ver una película como una obra completa. Sin música sería imposible", remata.

Un fragmento de la BSO de 'Bosque de Sombras', de Koldo Serra

Con un cuatro pistas, un teclado "guarro" y sin ordenador hicieron su primer trabajo en 1999 Serra y Velázquez para el corto 'Amor de madre'. "Yo tenía una novia que tocaba el violín y estaba empezando a hacer cortos. Necesitaba a alguien que me hiciera la música y ella me dijo que hacía un trío con un tipo que tocaba el chelo que era un personaje y que, para más señas, resultaba que era el hijo de mi profesor de literatura del instituto. Y fue un flechazo", recuerda el director vasco. Tras ese primer corto, llegó el segundo ('El trabajo'). Bayona se interesó por la música y trabajaron en su corto 'El hombre esponja' (2002) y, resume Serra, "el resto es historia".

En busca del reconocimiento

Una historia, como decimos, no tan conocida. Quizás sea porque "vivir del cine en general es algo quimérico", como reconoce Serra, o porque hay que salir de España para poder lanzar una carrera y ser reconocidos como compositores de cine. El año pasado, con motivo de losPremios Goya, Roque Baños aseguraba a este diario que "por suerte cada vez es mayor la consideración que se tiene hacia la música como parte fundamental de una película en nuestro país. Fruto de lo cual, la música de cine en España está muy bien considerada y eso se nota ya en la meca del cine americano", aunque "es cierto que en las producciones americanas se le da una relevancia mucho mayor a la música".

Sin embargo, Pascal Gaigne resaltaba los estragos de la crisis: "hubo una época en la que se reconocía más la figura del compositor de bandas sonoras. Hemos perdido en el aspecto de reconocimiento y apreciación del trabajo del compositor. Cada vez hay menos tiempo y presupuesto, y se ve de forma secundaria. Somos cada vez más compositores y menos películas".

Así se hizo la BSO de 'Lo imposible', de Juan Antonio Bayona

Bayona también alude a esa dualidad. "Creo que tenemos que ser conscientes de que cuando el volumen de negocio desciende, la calidad artística desciende proporcionalmente. Es decir, que una industria fuerte posibilita la mayor especialización y que los profesionales tengan las necesidades cubiertas para poder dedicarse de la mejor manera posible a sus respectivas disciplinas. La profesionalización creciente del cine español ha permitido la aparición de nombres muy importante en la música de cine como Baños, Iglesias o Fernando, que son compositores que trabajan en todo el mundo. Esto es algo que era inaudito hace algunos años en España y es producto del desarrollo industrial de nuestro cine", contrapone Bayona.

Pero a pesar de la creciente profesionalización del cine español, Serra ejemplifica algo muy habitual. "Mucha gente me ha preguntado quién iba a hacer la música de 'Guernika' y todos esperaban un nombre extranjero. Cuando respondes que Fernando Velázquez al principio mucha gente no le conoce hasta que les dices que ha hecho la música de 'Lo imposible' o 'Hércules', y alucinan, claro, porque todo el mundo conoce esas músicas. Es cierto, tristemente no hay una cultura de compositores en este país".

"Nos falta un sector potente en todo el cine. Pregúntale a un maquillador, a un director de fotografía o a un guionista. Es un mal que tenemos, como una especie de rémora, pero yo tengo la confianza de que cambie", concluye Velázquez dando también una pista fundamental de su trabajo: "hace poco decía Morricone del trabajo con Tarantino [ha hecho la BSO de 'Los odiosos ocho'] que exige mucha constancia y confianza. Esa es la clave".

Imaginen, ahora que todos estamos hablando de 'Star Wars', qué sería de la saga galáctica sin la icónica música de John Williams. O de 'Eduardo Manostijeras' sin la de Danny Elfman, 'Braveheart' sin James Horner, de 'El bueno, el malo y el feo' sin Ennio Morricone, de 'Todo sobre mi madre' sin el trabajo de Alberto Iglesias o 'El niño' sin el de Roque Baños. La música fija una película en nuestro imaginario tanto como su secuencia más espectacular y, aunque pocos podrían decir el nombre de una decena de compositores españoles, su figura vive a caballo entre un creciente reconocimiento y una industria donde los recursos (económicos) escasean.

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