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Consejos (interesados) para aplicar los presupuestos

¿Qué necesita la reforma de la Ley del Cine para ser realmente eficaz y ayudar a que el cine español sea más solvente y mejor?

Foto: Presentación de los Presupuestos Generales 2016
Presentación de los Presupuestos Generales 2016

La actualidad manda en los últimos días con, por un lado, la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2016 y, por otro, la entrada en vigor de un decreto y normas que regulan la modificación de las ayudas al cine español. Los Furtivos, sin la menor voluntad legislativa, creemos oportuno adelantar nuestra opinión sobre ambos temas.

La presentación en agosto –a poco del inicio de las vacaciones oficiales– del Proyecto de Presupuestos trasluce la voluntad no sólo de conseguir su aprobación antes de las próximas elecciones, sino de aprovechar la actual mayoría absoluta sabiendo que "estos" presupuestos serían imposibles de aprobar por una mayoría que apoyara cualquier Gobierno de coalición. Deja ver su voluntad de mantener el actual Gobierno y, a la vez, el convencimiento de que no será con mayoría suficiente para sacar adelante un marco presupuestario. El nuevo Ejecutivo se encontrará esta ley recién cocinada y con gran parte del gasto comprometido.

Curioso que Cultura pronostique que en 2016 se alcanzará una cuota de mercado del 25,2%. Sería la más alta de la historia

El Proyecto de Presupuestos aclara en parte la pretensión del Gobierno de modificar el régimen de ayudas a la producción de largometrajes. Según la memoria que acompaña a los mismos, las subvenciones que actualmente se perciben para amortizar películas ya producidas –el productor cobra a los tres años del estreno de media, muy lejos de cuando realiza el gasto– se convertirán en subvenciones anticipadas. Temporalmente, hasta la extinción del actual modelo en 2019, se solaparán ambos durante 2016, 2017 y 2018.

En estos años el Estado se pondrá "al día" en las cantidades comprometidas con los productores según la normativa vigente. De ahí el incremento en los presupuestos de 2016 de 23,4 millones de euros para ir "matando" el sistema actual. Curioso que Cultura se arriesgue a pronosticar en documento oficial que durante 2016 se producirán 200 largometrajes –35 en coproducción– y que el cine español alcanzará una cuota de mercado del 25,2%. Sería la más alta de toda su historia. Ojalá así sea.

Respecto a las nuevas normas con las que el Gobierno se dispone a hacer realidad lo antedicho, convendría recordar a sus redactores que estas nuevas disposiciones deben servir para fomentar la producción. Algunos de los borradores que se han sometido a la consideración de las asociaciones de productores, técnicos y artistas parecen más bien dirigidas a dificultar su producción.

Han sido muchos los ministros que han intentado imitar el sistema francés de protección a su cine. Todos han fracasado por no tener en cuenta lo básico del sistema del país vecino: los fondos de protección a la producción y promoción del cine se nutren de un impuesto a las entradas de TODAS las películas. O sea, que las más taquilleras (casi siempre made in USA) nutren de dinero al Centre National de Cinematographie, que como organismo autónomo administra en favor del cine nuevo.

En España parece que volvemos a intentar resucitar prácticas del pasado, algunas de las cuales resultaron eficaces, aunque muy factibles de ser mejoradas. Las nuevas normas para acceder a las subvenciones del Estado –al pasar a ser anticipadas– resucitan las Comisiones de Valoración de proyectos, que otorgarán cantidades importantes de dinero público a productoras para realizar largometrajes.

Sin la garantía de subvención y 'adelanto', películas como 'Viridiana' o productoras como El Deseo habrían tenido difícil su nacimiento

Cualquier sistema de subvenciones que se establezca debe ser lo más objetivo posible, y esto sólo es posible valorando la asistencia del público a las salas cinematográficas. Una subvención por entrada vendida es lo más beneficioso y justo para el Estado y las productoras.

Sin embargo, los problemas de financiación aconsejan complementar este sistema objetivo con unos adelantos a esas subvenciones futuras. Sólo así proyectos de calidad, aunque de incierta comercialidad, podrán hacerse. Sin la garantía de una subvención y su 'adelanto' películas como Viridiana, El espíritu de la colmena, Cría cuervos e incluso productoras como El Deseo de los hermanos Almodóvar habrían tenido difícil su nacimiento.

De confirmarse el establecimiento de un sistema de apoyo a la producción mediante “adelantos a la subvención”, siguiendo el ejemplo de las avance sur recettes francesa, habrá que crear unas comisiones que valoren los proyectos. De alguna manera es volver al sistema que contemplaba la mal llamada ley Miró, donde unas personas de un concreto perfil político decidían sobre películas y cantidades que otorgar. La subjetividad de estas comisiones hizo que se acusara al Ministerio y a los beneficiarios de amiguismo, prevaricación, enchufes, etc. Los medios se hicieron eco de ciertas denuncias y a esos tiempos se debe en gran medida la mala imagen que persigue a los que producen cine.

De esas comisiones dependerá que se produzcan unas u otras películas. Y de experiencias anteriores, no siempre felices, podemos adelantar que serán muchos los proyectos que se presenten, posiblemente 20 por cada uno elegido.

Sólo con unos adelantos a esas subvenciones futuras proyectos de calidad, aunque de incierta comercialidad, podrán hacerse

Estas comisiones deberán estar formadas por personas muy conocedoras de la producción, totalmente independientes de cualquier empresa, equipos de producción, dirección o actores protagonistas de las obras, a fin de garantizar la imparcialidad y la limpieza en los trámites de selección.

Nuestro consejo

Un guion es el borrador de la película que realizar, de manera que ningún proyecto debería acceder a la comisión que otorgue las subvenciones sin haber pasado el filtro anterior de una subcomisión de guiones.

Los informes deben estudiar pormenorizadamente varios aspectos: Argumento - Desarrollo dramático - Valores visuales - Calidad de diálogos.

La definitiva comisión debe estudiar proyectos con guiones competentes, y para la decisión final habría que tener en cuenta la adecuación del resto de los elementos del proyecto, tales como la solvencia profesional de los productores, el presupuesto y el plan de financiación del filme, la experiencia del director y la propuesta de reparto. Por descontado, esta segunda comisión debe ser tan competente e independiente como la que valorará los guiones.

La negación de apoyo estatal deberá poder ser recurrida mediante la presentación del proyecto en una siguiente convocatoria, siempre que se hayan introducido los cambios que justifiquen su nueva consideración.

Todas las películas que sean objeto de subvención anticipada deberán contar con un seguro de buen fin que garantice que las películas se terminen conforme a sus planteamientos.

En cualquier caso, creemos que debe mantenerse un sistema objetivo de subvención que permita, a aquellos que así lo deseen, realizar sus filmes sin necesidad de pasar por el filtro de esas comisiones y, por tanto, no recibir los adelantos sobre la misma.

Queda expresado nuestro consejo –interesado consejo– para que nuestro cine sea más solvente y mejor, sin olvidar que en el ánimo del regulador debe prevalecer el interés general por encima del que podamos reclamar los que hacemos cine. Competir con lo que llega de fuera y ofrecer a nuestros espectadores producciones hechas en casa requiere condiciones tan sólo similares a las que disfrutan los cineastas de otros territorios.

Continuará...

La actualidad manda en los últimos días con, por un lado, la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2016 y, por otro, la entrada en vigor de un decreto y normas que regulan la modificación de las ayudas al cine español. Los Furtivos, sin la menor voluntad legislativa, creemos oportuno adelantar nuestra opinión sobre ambos temas.

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